Icono del sitio La Razón

El Gobierno quiere a Schmidt en Chonchocoro

El presidente Evo Morales reveló ayer que fue una decisión de su gobierno, y no del ministro Sacha Llorenti, que el alemán Dirk Schmidt, acusado de tráfico de  armas, sea trasladado a la cárcel de máxima seguridad de Chonchocoro en La Paz.

Tras brindar su respaldo a Llorenti (titular de Gobierno) en el impasse con el renunciante director de Régimen Penitenciario, Wilson Soria, dijo que es su obligación, como autoridad, tomar acciones si detecta gente implicada en conspiración o delincuencia internacional.

El miércoles, Soria denunció que fue presionado por Llorenti para trasladar, sin ningún argumento legal, al alemán hasta el penal de Chonchocoro. «No es una posición de Sacha Llorenti que ese señor deba trasladarse de Santa Cruz (donde guarda detención en el penal de Palmasola) a Chonchocoro (La Paz). Es decisión del Gobierno», manifestó el Jefe de Estado.

Reveló además que se realizó una investigación  profunda y de alcance internacional, en la que se estableció que Schmidt resultó ser «un delincuente internacional y prófugo de la justicia alemana que se infiltró al MAS (Movimiento Al Socialismo)».

Entretanto, desde Santa Cruz, Adhemar Suárez, abogado defensor de Karina Flores, la esposa del alemán, rechazó las aseveraciones del Mandatario y lamentó que éste se haya convertido en juez y parte del caso. «Él es un Presidente constitucional y con esas declaraciones somete a la justicia al Poder Ejecutivo. ¿Dónde están sus pruebas?», cuestionó el abogado, para después anunciar que utilizará todos los recursos legales para demostrar que Schmidt no es nada de lo que dice Morales.

Flores expresó su «extremo dolor» por las declaraciones de Morales en contra de Schmidt y lamentó haber trabajado «incansablemente» para que este proceso de cambio se haga realidad.

«Lo único que puedo decirle es que todo lo que se ha dicho, incluso de la boca del Presidente, es una mentira», dijo. A su vez, le imploró que no se convierta en juez y parte, pidió que deje de perseguir y dañar a su familia, y que los deje defenderse ante la ley.

No hubo reunión con Soria en el Palacio

La anunciada reunión entre el presidente Evo Morales y el ex director general de Régimen Penitenciario, Wilson Soria, finalmente no se realizó ayer. El miércoles, Soria indicó que, antes de renunciar a su cargo, envió una carta al Mandatario, tras lo cual se le habría comunicado que lo recibirían en el Ministerio de la Presidencia.

Al terminar la tarde de ayer, ese despacho no tenía información sobre la presunta reunión. La Razón no logró contactarse con Soria para obtener su versión.

El miércoles, Soria, ex sacerdote de la Iglesia Católica, dimitió a su cargo tras denunciar que fue presionado por el ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, por haberse negado a un traslado irregular del alemán Dirk Schmidt de la cárcel de Palmasola a la de Chonchocoro.

Ayer, en una conferencia, el presidente Morales se refirió al tema y apuntó contra el renunciante. Lamentó que no haya respondido a dar seguridad al país y lo calificó de «vivo» y «experto» en usar un tema como el caso del alemán Schmidt para salvarse de otros procesos en su contra.