— ¿Qué representa para Gustavo Torrico el arresto domiciliario?
— He tenido peores cosas. Si observan mi expediente, podrán ver que a los 14 años he estado dos meses preso y en peores condiciones, era un preso político. (Ahora) esta situación ni siquiera me ha desportillado, todo esto podíamos haberlo resuelto de manera interna. Yo le había dicho (al ministro Sacha Llorenti) que lo conocía a (Dirk) Schmidt, dos días antes de su aprehensión; si él sabía que era un hombre peligroso podía llamarme y decirme ‘tú estás trabajando con él, metiste la pata hermano, es un tipo peligroso y no lo has hecho bien’, y de inmediato pedirnos la renuncia y luego comunicar a la Policía para que Schmidt fuera capturado por las acusaciones en su contra. ¿Para qué hicimos un escándalo político? Ésta es una falta de criterio.
— ¿El tema podía ser solucionado de manera interna?
— Sí. Claro, se iba el director y el viceministro, pero en 15 días lo cazábamos por las denuncias y no hacer un escándalo que quieren hacer ver como una fractura del Movimiento Al Socialismo.
– ¿Cree que existió injerencia política para perjudicarlo?
– No creo. Honestamente ha habido un mal cálculo político. El señor ministro tenía que haber medido políticamente su actuación, porque ¿esto le hace daño a Gustavo Torrico o al Gobierno?
— ¿El ministro Sacha Llorenti actuó de manera impulsiva?
— Creo que sí. No sé si actuó impulsivamente, pero con un mal cálculo político.
— ¿No siente resentimientos?
— No, me siento fortalecido, porque hasta compañeros del MAS con los que no me llevaba bien me llamaron para darme su solidaridad.
— ¿Cuál será la relación con el MAS y Evo Morales?
— Hay un bien mayor que debemos preservar, y ése es el proceso de cambio, y con el Presidente hace tiempo que perdí contacto.
— ¿Que sucederá con el grupo que lidera, los Satucos?
— Los Satucos ya se han manifestado y nosotros reivindicamos nuestra lealtad absoluta al presidente Evo Morales y al proceso.