El gobernador de La Paz, César Cocarico, denunció que Perú no sólo desvía aguas del río Mauri, sino que pretende construir una represa que le privará al país del uso de todo el caudal de ese afluente natural. La Razón visitó el 7 de septiembre el lugar donde el vecino país desvió el caudal y constató el inicio de las obras.
La Embajada del Perú informó el lunes que su país nunca «ha desviado, desvía o desviará» las aguas. Además, explicó que a Perú se le autorizó utilizar hasta un máximo de 3,2 metros cúbicos de agua por segundo; sin embargo, utiliza menos: «0,3 metros por segundo antes de la confluencia que forma el Maure».
«Ahora se pretende construir una nueva represa y para eso ya se tiene un canal que significa que absolutamente todo el caudal del río Mauri estaría desviándose hacia el Perú, mismo que tendrá fuertes consecuencias para el ecosistema del altiplano paceño», precisó Cocarico.
Agregó que en el lugar del desvío «hay un 70% que se va al lado del Perú y un 30% que se va a su cauce normal». Por eso demandó a la nación vecina compensar a Bolivia por este uso. «Creemos que el Gobierno peruano sabrá resarcir lo que corresponde al Estado boliviano por este aprovechamiento que se está haciendo», explicó
En una entrevista en la red Uno, complementó que los efectos en el ecosistema ya se manifiestan con un menor caudal del lago Poopó y Desaguadero.
El afluente nace en Perú (se le llama Maure), pasa por Bolivia (Mauri), se une al río Desaguadero y desemboca en el lago Poopó. Dota con agua al altiplano peruano y al de La Paz y Oruro.