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Otro video confirma prácticas violentas de los militares

Dos días después de que la red Unitel difundiera un video en el que se observan abusos de un grupo de militares contra un conscripto en Oruro, la red PAT emitió ayer imágenes de un entrenamiento castrense en Santa Cruz, con prácticas similares.

Autoridades de las Fuerzas Armadas aseguraron que este tipo de prácticas fueron desterradas de la institución, mientras el vicepresidente Álvaro García dijo que el entrenamiento militar «es duro» y que quienes se forman en esta carrera «no son monjitas ursulinas».

La red PAT difundió el video de un entrenamiento militar en el que cadetes, hombres y mujeres, son sometidos a golpizas, asfixia y presión psicológica.

En las imágenes se puede observar a un cadete del Colegio Militar de Aviación que es atado a un palo y luego crucificado para luego recibir golpes y patadas, además de insultos, antes de ser sumergido a un pozo de agua sucia. Como él, otros reciben el mismo trato, aparentemente de sus compañeros de curso.

Una mujer cadete contó que los abusos en esos cursos eran frecuentes. «Me arresta un superior, y luego me dice que si quiero un palazo o el arresto, entonces uno decide si quiere el arresto o el palo. Los varones son los que más optan por el palazo, porque ellos aguantan más; eso supuestamente para uno es aprender en situaciones de conflicto, por decir cuando es prisionero de guerra. En cuanto a las clases de castigo, hay sanciones aprobadas como ejercicios. En un curso determinado, todo lo que pasa ahí es prohibido hablar, en las mujeres se puede decir que hay bastante acoso y machismo».

Pasado. El comandante del Colegio Militar, Marvin Molina, admitió que esas imágenes corresponden al Colegio Militar, pero dijo que son de años anteriores, cuando los cadetes recibían instrucciones especiales en la materia llamada «prisioneros de guerra».

«Las imágenes que hoy se han emitido en un medio televisivo en las que aparece como si se estuviera torturando a los cadetes son de años anteriores, en los cuales se recibía instrucción especializada por parte de los caballeros cadetes. A partir de una denuncia de esa época se hicieron presentes los de Derechos Humanos del Comando en Jefe de las Fuerzas Armadas y, tras constatar que en ese tipo de instrucción sí se cometían algunos excesos, se recomendó que no se implemente la materia de «prisioneros de guerra». Desde entonces no se incluye en la formación de los cadetes esta materia. Esas imágenes son del pasado (2008)», señaló.

Dijo que el Colegio Militar «tiene las puertas abiertas» para recibir las denuncias sobre presuntos abusos y garantizó que todas éstas serán investigadas. Molina insistió en que está prohibido el entrenamiento o instrucción riesgosa, pero aclaró que los militares deben prepararse para la guerra «y necesariamente el oficial debe prepararse un poquito más que los soldados». En La Paz, al referirse a este asunto, García Linera coincidió en que la formación militar es dura.

«Una cosa es el maltrato y la tortura hacia un conscripto y otra las cosas del entrenamiento. Los militares son profesionales, no son monjitas ursulinas. Duros, la carrera militar es dura y quien no esté preparado para pasar una serie de entrenamientos duros como profesional militar, que escoja otra carrera», aseveró.

En las FFAA piden justicia militar

El presidente del Tribunal Supremo de Justicia Militar, almirante Jorge Botello, sostiene que los implicados en el caso de tortura al conscripto Guido Álvaro Cortez López deben ser juzgados en el marco de la justicia castrense y no en la vía ordinaria, como expresó el propio Presidente y el Ministro de Defensa.

«Desde mi punto de vista, se debe cumplir lo que dice la ley y la ley establece que es un delito militar y debería ser juzgado en tribunales militares. Así como yo veo, el caso es típico de la justicia militar, ese es mi criterio como presidente del Tribunal Supremo de Justicia Militar», argumentó.

Botello añadió que la instancia que preside se limita a supervisar la investigación que debe ser llevada adelante por los jueces sumariantes destinados a esclarecer el hecho.

Asimismo, aclaró que aún no se puede calificar el hecho como tortura, hasta que no finalice la investigación. «El tema de instrucción para tropas especiales es mucho más riguroso que una instrucción normal; por eso digo que no podemos hablar de tortura, porque antes hay que investigar y ver qué es lo que ocurrió», señaló Botello.

El presidente del Tribunal aclaró que las sanciones para quienes participaron en el hecho irregular  van desde la baja hasta la prisión militar.