Los cocaleros del Chapare determinaron ayer en su congreso acatar la sugerencia del presidente Morales de cumplir el cupo de un cato por chaco. Sin embargo, los dirigentes negaron falencias en el control de la hoja, como sostuvo el Mandatario.
El secretario general de la Federación Especial de Trabajadores Campesinos del Trópico de Cochabamba (FETCTC), Mario Castillo, aseguró ayer que el control en los cultivos no presenta falencias. «Hay control; nosotros ayudamos y tenemos el control social en los sindicatos. Nadie ha dicho que no haya, algunos medios tergiversan la información», justificó.
El sábado en Lauca Ñ, (Chapare) durante la inauguración del primer Congreso de la Coca, en el que participaron representantes de las seis federaciones del Trópico de Cochabamba, el presidente Morales, también dirigente de los cocaleros, admitió que hay coca que se desvía al narcotráfico.
El Mandatario regañó a los cocaleros que incurren en la división de un cato, que es una parcela de tierra de 1.600 metros cuadrados donde se siembra coca. Al dividir la parcela la producción de la hoja se incrementa. «Compañeros: ustedes saben que una parte de nuestra coca desvían al problema ilegal. Si toda nuestra coca tuviera mercado legal, para qué vamos a estar hablando de un cato», dijo Morales y añadió que con esta actitud de los cocaleros del Chapare se «desprestigia» a su Gobierno y las reformas que encabeza.
Ante esta situación, el Presidente del Estado y secretario ejecutivo de la FETCTC instó a los cocaleros a cumplir la normativa de tener sólo un cato por chaco. Además, criticó a la dirigencia. «Lamentablemente, algunas federaciones se han convertido en un negocio y ustedes saben muy bien, los dirigentes del sindicato, de la central lo obligan al dirigente de la Federación (…)», aseguró.
Ayer, una vez concluido el Congreso de la Coca, el secretario general de la FETCTC aseguró que, «aunque hay control de la hoja», se llevarán adelante las recomendaciones del Primer Mandatario. En este sentido, la reunión en el Chapare determinó que los cultivadores de la hoja en el trópico de Cochabamba deberán respetar el cato de coca asignado a sus afiliados desde el 2004. También resolvió prohibir la siembra del arbusto en los parques nacionales Isiboro Sécure, Carrasco y en las Tierras Comunitarias de Origen (TCO).
Un informe de las Naciones Unidas reveló que el 2009 se contabilizó en Bolivia 30.900 hectáreas de cultivos. De esa cantidad, según el documento, sólo 19.467 pasaron por el mercado legal.
Resultados del congreso
El Congreso de productores de coca del trópico cochabambino, que concluyó ayer, determinó respetar el cato de la hoja asignado a sus afiliados desde el 2004. «Queda totalmente prohibido fraccionar los chacos con fines de plantación de Coca», señala otra de las resoluciones. Además, prohibió ingresar a los parques nacionales para sembrar la hoja.
«Para garantizar el cato de coca se debe respetar la primera lista de registros de afiliados desde el 2004 y se debe mantener siempre y cuando se cumpla con la función social y la normativa legal vigente», señala una de las resoluciones, según un informe de la agencia estatal ABI.
Cifras deL incremento de cocales
Según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODD), el 2009 las plantaciones de coca en Bolivia llegaron a 30.900 hectáreas, 1% más que el 2008. Ese dato contrasta con otro de Estados Unidos que sostiene la existencia de un crecimiento del 10%, hasta 35.000 hectáreas de cocales.
Cantidades permitidas por ley
La actual legislación antidroga permite 12.000 hectáreas legales de cultivos de coca en los Yungas y 7.000 en el Chapare. Los cocaleros de Yungas mantienen un bloqueo de vías hace siete días para pedir la anulación definitiva de una resolución que pretendía controlar el comercio de coca en la zona.