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Decenas de personas despidieron a Anamar

«Nuestra mamá ha sido una persona muy especial, sin igual, una buena madre, buena abuela, guía y amiga», destacó Natalia Campero, en el entierro de su madre, Ana María Romero. Familiares, amigos y autoridades, como el presidente interino Álvaro García, despidieron a Anamar.

Entre sollozos y ante la mirada de decenas de personas que se congregaron en el sector Los Sauces del Cementerio Jardín, Natalia dio el último adiós a su madre, quien falleció la noche del lunes aquejada por una enfermedad que la mantuvo varios meses postrada en cama.

Además de García, estuvieron presentes en el sepelio los presidentes de Diputados, Héctor Arce, y del Senado, René Martínez, autoridades de Gobierno, amigos, empresarios, periodistas, entre otras personas. Un día antes, la Asamblea Legislativa le rindió un homenaje póstumo y, luego, sus restos fueron cremados. Fernando, Natalia y Marcia depositaron la urna, que contenía las cenizas de su madre, en su tumba.

El clérigo Ricardo Zeballos ofició el servicio religioso y destacó la calidad humana de la que fue la primera Defensora del Pueblo. «Cuando ella miraba y conversaba con alguien, inspiraba confianza; por eso, poderosos y débiles podían hablar con ella, sin ningún miedo», sostuvo.

Romero fue ministra de Estado, periodista, escritora y presidenta del Senado. Desarrolló una labor incansable en favor de la democracia y de la defensa de los derechos humanos.

El ministro de Obras Públicas, Wálter Delgadillo, destacó el ejemplo de lucha, valores y principios que dejó Anamar. «Con su coraje nos deja el camino de un compromiso más profundo con los desposeídos de este país», resaltó la autoridad de Gobierno.

La administración del presidente Evo Morales decretó duelo nacional de siete días y el embanderamiento con crespón negro de edificios públicos. El Mandatario no estuvo presente ni en el velorio ni en el sepelio, porque cumplía una visita oficial en Irán, desde donde se trasladó hasta Buenos Aires para expresar su pesar al Gobierno y pueblo argentino por la muerte del ex presidente Néstor Kirchner.

Desde Irán, sin embargo, expresó sus condolencias a la familia de Romero de Campero y destacó que ella, en todo momento, le aconsejó y reflexionó sobre la conducción del país.

El ex defensor del Pueblo, Waldo Albarracín, valoró el aporte de quien fuera su antecesora en el cargo. «Fue una mujer muy sensible al dolor ajeno y empecinada en buscar la justicia», aseguró, visiblemente acongojado.

Luchadora por la paz y democracia

-Ana María Romero de Campero participó de una huelga de hambre en repudio a la represión militar de octubre del 2003. Las protestas culminaron con la dimisión del presidente de entonces, Gonzalo Sánchez de Lozada.

-Fue electa presidenta del Senado. Fundó y dirigió la organización no gubernamental Unir, que trabaja en iniciativas tendientes a afianzar la paz.