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El Gobierno responde a la Iglesia y la acusa de lanzar críticas porque perdió privilegios

El Gobierno y el MAS cerraron filas en defensa del proceso de construcción del nuevo Estado y afirmaron que los cuestionamientos de la Iglesia Católica, al curso de la democracia y a la lucha antinarcóticos, se originan en el hecho de que «nunca perdonarán» haber perdido sus privilegios.

«La jerarquía católica es una jerarquía antidemocrática, machista, satisfecha, reaccionaria (…)», respondió el ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, al pronunciamiento emitido el jueves, en la inauguración de la Asamblea de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB).  

Los obispos expresaron en el cónclave su temor porque se instaure en Bolivia una democracia puramente formal, por las señales que se dan en la construcción del nuevo Estado: ausencia de diálogo, exclusión y pisoteo de derechos fundamentales. 

«Probablemente nunca nos van a perdonar el hecho de que ahora todas las iglesias son iguales en Bolivia. Todas las fes se respetan de la misma manera a través de la nueva Constitución Política del Estado (CPE)», afirmó Llorenti, quien recordó que monseñor Jesús Pérez, en Sucre, ofició una misa en una campaña por el No a la CPE.

La Carta Magna, vigente desde febrero del 2009, prevé en su artículo 4, que el «Estado respeta y garantiza la libertad de religión y de creencias espirituales, de acuerdo con sus cosmovisiones. El Estado es independiente de la religión». La antigua Constitución refería que el Estado reconoce y sostiene la religión católica.

El senador masista Eugenio Rojas aseguró que la Iglesia Católica no acompaña el proceso de cambio. «Se siente excluida, pero antes era parte del sistema neoliberal. La Iglesia se creía un poder más, ahora no es más y eso no les gusta», sentenció.

Monseñor Pérez leyó el mensaje, que refiere temor por el curso de la democracia debido a la ausencia de diálogo sincero, un lenguaje de desencuentros y exclusión aparejada con el pisoteo de derechos inalienables como el respeto a la vida y libertades.

«Probablemente una de las instituciones más antidemocráticas de la historia de la humanidad es la Iglesia Católica, que sistemática y secularmente discrimina a las mujeres, a las que no les admite los mismos derechos de los hombres», afirmó Llorenti, quien aseguró que la democracia se consolida y que existe una redistribución de la riqueza en Bolivia.

El viceministro de Defensa Social, Felipe Cáceres, atribuyó a la falta de información de la CEB los cuestionamientos que expresó a la lucha contra el narcotráfico. Añadió que explicará a los obispos los avances en este tema.

«Creemos que los bolivianos, como en otras ocasiones difíciles de la vida democrática, podemos revertir el rumbo», reflexionaron en la inauguración de su 90 Asamblea.

«Estamos ante algunos jerarcas de la Iglesia que no son solamente conservadores, sino reaccionarios y en muchos casos retrógrados, y es hora de ponerle los puntos sobre la íes», insistió Llorenti. Añadió: «algunos jerarcas están tratando de convertir estos escenarios (asambleas) en plataformas políticas contra el Gobierno».

El senador opositor Róger Pinto coincidió con la Iglesia Católica en torno a la situación de la democracia y el narcotráfico. «Monseñor Jesús Pérez asume una posición muy clara sobre la democracia, la violación de los derechos y la persecución política».

La diputada opositora Norma Piérola también cuestionó la reacción del Gobierno frente a los obispos.

Lo que señaló la iglesia

Posición
Es motivo de preocupación que el actual proceso de dar un nuevo rostro y nueva composición a la patria se esté dando en un clima de desconcierto, por la falta de claridad y transparencia en indicar las metas que, a veces, parecen ocultar otras intenciones, por la ausencia de un diálogo sincero, por no escuchar el clamor y la opinión de los grupos, por un lenguaje que alimenta desencuentros entre sectores y regiones, por excluir a las personas o sectores opuestos, pisoteando incluso los derechos inalienables como el respeto a la vida y la dignidad de la persona, y las libertades personales y democráticas.

No era tanto para criticar al Gobierno

El vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB), monseñor Jesús Pérez, informó que el mensaje de los obispos «no era tanto para criticar al Gobierno», sin embargo explicó que preveían una reacción sobre los cuestionamientos a la lucha contra el narcotráfico. 

En la inauguración de la 90 Asamblea Ordinaria de la CEB, se leyó un documento en el que expresan temor por que se instaure en Bolivia una democracia puramente formal. Además, advierten sobre la producción de la coca y su desvío al narcotráfico. El Gobierno reaccionó y acusó a la Iglesia de estar con la oposición.

«El mensaje que da el que está al frente de la Conferencia, cuando se inicia, no es tanto para el país, no es tanto para criticar al Estado, no era esa la intención», explicó la autoridad eclesiástica.

No obstante, reconoció que preveían la reacción del Ejecutivo sobre los cuestionamientos a la lucha contra el narcotráfico.

«El Presidente manifestó en el Chapare, hace tiempo, que se le dejaba en mal lugar porque una parte de la producción de la hoja de coca iba a la cocaína; eso es público», justificó y también destacó el hecho de que en el mensaje recogieron el sentimiento de una pronta recuperación de Evo Morales, operado de la rodilla.