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ORTIZ RENUNCIA A LA PRESIDENCIA DE LA CORTE SUPREMA

La decana Beatriz Sandóval asumió interinamente la presidencia de la Corte Suprema, hasta que la Sala Plena vuelva a reunirse la próxima semana para elegir al titular, tras la oficialización de la renuncia de Julio Ortiz al cargo que ejerció por ocho meses.

De esa manera se dio fin a la crisis en el Órgano Judicial que se extendió por 15 días. El 28 de octubre, nueve ministros de la Suprema retiraron su confianza a Ortiz y le pidieron que renuncie a la presidencia, bajo el argumento de haber llevado una pésima gestión.

A las 11.00 de ayer fueron convocados los ministros a una reunión de Sala Plena. Después de 35 minutos, Ortiz salió y anunció que a las 17.00 haría conocer su alejamiento oficial del cargo. Minutos después, los nueve ministros llamaron a una conferencia.

Sandóval, tras la salida de Ortiz, presidió la Sala Plena e informó que él oficializó su renuncia verbalmente. Dijo que ella quedaba como presidenta interina en el cargo. En la misma línea, el ministro Jorge Monasterios ratificó esa decisión y anunció que en los próximos días se convocará a una Sala Plena para nombrar al nuevo presidente del Poder Judicial.

Además, Sandóval autorizó al secretario de Sala Plena revelar el contenido de la carta que Ortiz firmó el 4 de noviembre, en la que se comprometía a renunciar a su cargo el 11 de noviembre.

En la misiva, Ortiz señaló: «comunico que presentaré mi renuncia el 11 de noviembre del año en curso, únicamente al cargo de la Presidencia de la Corte Suprema de Justicia y del Consejo de la Judicatura». Se comprometió a «dejar la guerra mediática respetando nuestra investidura en el marco de la seriedad y responsabilidad que debe primar en nosotros como hombres de derecho».

En la tarde, Ortiz leyó una declaración sin aceptar ninguna pregunta de la prensa. «Me cumple anunciar a la familia judicial y al pueblo boliviano que luego de reflexionar profundamente, y por el bien de mi familia y de mi propia dignidad, que deviene de una conducta sin tacha e impoluta, he decidido presentar mi renuncia al cargo de presidente de la Corte Suprema de Justicia de Bolivia».

Aclaró que deja el cargo no accediendo al pedido de sus colegas, «que es improcedente e inviable, sino obedeciendo al mandato de mi conciencia y al respeto a la institución que me cobijó 35 años de mi vida».

También anunció que se restituye a una de las salas de la Corte para seguir trabajando desde el cargo de decano. Afirmó que no descansará hasta lograr que se transparente el manejo de los depósitos judiciales.

«Emplazo a mis colegas ministros a no guardar silencio frente al caso de los depósitos judiciales, y si yo era el obstáculo para que no se pronuncien, ahora que no estaré, háganlo con valor y audacia como lo hice cuando, corriendo todo riesgo, puse el dedo sobre la llaga», acotó.

Pese al compromiso de no ejercer una guerra mediática, Ortiz y el consejero de la Judicatura, Rodolfo Mérida, se enfrentaron a través de los medios. En La Paz, Ortiz reveló que existía irregularidades en la división de depósitos judiciales dependiente del Consejo de la Judicatura. Esa versión fue rechazada por Mérida y dijo que la autoridad desconoce y no tiene información sobre el trabajo que se realiza en ese órgano judicial, pese a haber sido su presidente.

Auditoría a depósitos judiciales

El consejero de la Judicatura, Rodolfo Mérida, anunció ayer el inicio de un trabajo de auditoría por parte de la Contraloría, orientada al esclarecimiento de las denuncias de supuestos malos manejos en los depósitos judiciales. Se lanzó el anuncio luego de que el presidente saliente pidió intervenir al Ministerio de Transparencia, reportó la ANF.

Le denunciaron de acoso y mala gestión

El desgaste del trabajo del presidente de la Corte Suprema, Julio Ortiz, comenzó con las denuncias presentadas por la funcionaria Janet Calvo sobre acoso laboral. A ello se sumaron los cuestionamientos de sus colegas que calificaron de «pésima su gestión» porque no logró posesionar a este órgano como el tercer poder del Estado.

La ministra María Forest lamentó que los planes de reorganización y cambio, programados para este periodo, no se hayan cumplido porque Ortiz no tuvo capacidad de ejecutarlos.

El ministro Ramiro Guerrero fue el más crítico y calificó de «pésima» la gestión de Ortiz. Afirmó que no tuvo la capacidad de relacionamiento con organismos nacionales e internacionales y tampoco de lograr ítems para la contratación de abogados asistentes; además, que fracasó en la estrategia de posicionamiento de la Suprema.

La decana de la Suprema, Beatriz Sandóval, dijo que pesó en la decisión de sus colegas la denuncia contra Ortiz por acoso laboral. Hace dos meses, Janet Calvo denunció ser víctima de acoso laboral por parte de Ortiz. Sandóval pidió que la denunciante sea restituida en su cargo, lo que fue aprobado.