EEUU envió restos de 5 de los misiles chinos HN-5
Desactivación. El armamento fue inutilizado por especialistas estadounidenses
El 22 de noviembre del 2005, la Embajada de Estados Unidos entregó los restos de cinco misiles HN-5 tierra-aire chinos al Comando General del Ejército, como parte de la desactivación de este armamento solicitado por Bolivia.
El acta de entrega y recepción de los restos de los cinco misiles desactivados fue firmada por el agregado de Defensa y de Aeronáutica a la Embajada de Estados Unidos en Bolivia, coronel William Rushing; el jefe del Departamento IV del Estado Mayor Operativo del Ejército (EMO), coronel David Torricos, y por el subjefe del Departamento II-EMO, coronel Wálter Panozo Castel.
La Razón tuvo acceso a una copia del acta, que en su reverso lleva los sellos del Comando General del Ejército y otro que indica que «la presente fotocopia es fiel del original», firmado y fechado el 28 de diciembre del 2005. Los números de serie de los misiles son: 019, 020, 029, 052 y 062, según el documento mencionado.
Un artículo de la edición hispanoamericana de enero-febrero del 2009 de la Revista Militar (Military Review) de la Escuela de Comando y Estado Mayor del Ejército estadounidense reveló que la Agencia Central de Inteligencia (CIA) participó en el operativo de traslado y salida de Bolivia de los misiles HN-5, en octubre del 2005.
Este periódico informó el jueves 2 de diciembre que el general Marcelo Antezana, cuando era comandante general del Ejército, y Gonzalo Méndez, ministro de Defensa en el gobierno de Eduardo Rodríguez, fueron los que dieron la instrucción de desactivar los 30 misiles chinos adquiridos por Bolivia y que el almirante Marco Antonio Justiniano, en ese entonces comandante de las Fuerzas Armadas, sabía de las operaciones.
Especialistas. La desactivación y desarme fue encomendada a especialistas estadounidenses debido a que el Ejército Boliviano no contaba con expertos en la materia. Antezana, en diversos documentos, defendió esta tesis.
El 26 de septiembre del 2005, el general Antezana emitió una resolución autorizando a la Inspectoría General del Ejército pedir apoyo al Comando Sur del Ejército de EEUU «para que realice la demolición del material de guerra de alto poder explosivo obsoleto que se encuentra en Viacha».
Los misiles habían cumplido su vida útil y su custodia representaba un peligro para la seguridad física de personas e instalaciones y porque existía el riesgo de que fuesen robados. Así lo reveló el entonces Comandante General del Ejército a Justiniano, en un informe del 14 de diciembre del 2005.
El documento agrega que «por orden del señor ministro de Defensa y (del) Comandante en Jefe de las FFAA, el personal técnico especialista del Ejército de EEUU determinó la caducidad de la vida útil de este material; por lo cual se comprometieron a realizar todos los trámites (…) para prestarnos la colaboración en la desactivación», indica Antezana en el documento remitido a Justiniano.
El 21 de noviembre del 2005, el almirante Justiniano instruyó ejecutar el Plan Triple, para destruir diversos materiales bélicos obsoletos y peligrosos, entre éstos los HN-5. Para esto instruyó «contratar personal técnico idóneo, nacional o extranjero, para las tareas».
Otro informe, fechado el 10 de enero del 2006 y enviado a Antezana por el entonces jefe del Departamento IV del EMO, general David Torricos Vargas, establece que «la Embajada de EEUU realizó los trámites ante el Ministerio de Defensa para el recojo y desactivación».
El entendido en tecnología militar Samuel Montaño indicó a La Razón que el armamento era aún efectivo y esto explicaría la insistencia de Estados Unidos por desactivarlo.
El Gobierno de Washington consideraba que los misiles eran un riesgo para su seguridad nacional debido a la posibilidad de que cayeran en manos de grupos insurgentes. «Si los misiles hubieran estado obsoletos, ni la CIA norteamericana ni el Pentágono se hubieran preocupado», indicó el especialista Montaño.
Idas y venidas del armamento
Traslado
Desde el 2 de diciembre del 2003 al 10 de enero del 2005 los misiles fueron llevados de La Paz a Santa Cruz (4 de enero del 2004, por orden del entonces comandante general del Ejército, general César López) y después retornaron (6 de junio del 2004), en este período habrían sido revisados por especialistas estadounidenses. Gobernaba el país el presidente Carlos Mesa. El 17 de junio, ocho HN-5 fueron devueltos a la Fuerza Aérea Boliviana.
General Antezana critica y se abre a juicio
El ex comandante del Ejército y ahora senador opositor, general Marcelo Antezana, calificó como «especulaciones» las noticias publicadas en La Razón y en otros medios sobre el caso de los misiles chinos y anunció que, si lo convoca la Fiscalía General, se someterá a la justicia. La semana pasada había indicado que estaba «absuelto» del proceso judicial.
«Todo lo que salió en La Razón es especulación. Yo me someteré a un juicio de responsabilidades y será la justicia boliviana la que decida el fallo final. No caeré en una guerra mediática, que es lo que pretende el Gobierno y otros». Este medio publicó la semana pasada que Antezana fue el que autorizó el desarme de los misiles. Las noticias se basaron en documentos castrenses.
La Fiscalía General certificó que Antezana no fue incluido en el juicio de responsabilidades seguido contra el ex presidente Eduardo Rodríguez; el ex ministro de Defensa, Gonzalo Méndez, y el ex comandante de las FFAA, Marco Justiniano, por delitos de traición a la patria, entre otros.
El fiscal Milton Mendoza, quien investiga el caso, dijo que el general será convocado a declarar y que se puede iniciar un juicio complementario.