La posición fue expresada de forma coincidente y por separado por la diputada de Unidad Nacional (UN) Elizabeth Reyes, los ex candidatos presidenciales vinculados al sector campesino Felipe Quispe y Román Loayza, el ex candidato a Gobernador y analista Félix Patzi, y el aliado de René Joaquino, Amilkar Barral.
Reyes sostuvo que se debe entender como una estrategia y no como una desventaja el aplazamiento del proceso de construcción de un liderazgo político, porque «todo aquel que emerja como líder opositor será descabezado, perseguido y encarcelado».
A diferencia de la oposición, el MAS empezó a trabajar en la formación de nuevos cuadros y liderazgos políticos en vistas a las elecciones del 2014. El responsable de la Escuela Nacional de Formación Política, Alfredo Rada, informó de que el objetivo es formar a 10.000 nuevos líderes.
Barral anuncia que ha comenzado una «cacería de brujas» para anular a los líderes regionales y locales que apuntaban a ser rivales políticos del MAS en el 2014. Ante esta situación, es oportuno posponer eventuales candidaturas, aseveró.
Entre abril y diciembre, varios líderes de oposición fueron sometidos a la justicia como el caso de René Joaquino (ex candidato a la Presidencia el 2009 y alcalde de Potosí), quien fue enjuiciado y sentenciado a tres años de cárcel por la compra de vehículos usados. El alcalde de Sucre, Jaime Barrón, está procesado por los hechos de violencia del 24 de mayo del 2008, cuando se vejaron a varios campesinos.
Los gobernadores de Santa Cruz, Rubén Costas, y de Beni, Ernesto Suárez, son acusados de malversar fondos públicos y el gobernador de Tarija, Mario Cossío, fue suspendido del cargo. El afectado denunció una persecución política y la decisión del MAS de tomar el poder que perdió en las urnas.
Patzi afirmó que existe una represión gubernamental a los emergentes liderazgos opositores, por lo que ve que hay temor para lanzar o perfilar con fuerza nuevas opciones electorales.
Uno de los partidos políticos que se alista para encarar próximos retos electorales es el Movimiento Sin Miedo (MSM), liderado por Juan del Granado, quien puso en marcha un plan para consolidar el proyecto a nivel nacional. Quispe aseguró que el también ex alcalde está en la mira del oficialismo.
«Creo que uno de los nuevos líderes, como Juan del Granado, está en la mira (del Gobierno), a él también le van a procesar», advirtió Quispe, quien evita hablar de volver a la arena política.
La diputada del MSM Marcela Revollo aseguró que no tienen miedo y que peleará por la democracia. «No tenemos miedo a la persecución, hay judicialización de la política, pero vamos a dar batalla».
Según Loayza, es complejo competir con el MAS cuando, además de controlar el Ejecutivo y Legislativo, «controla los órganos Judicial y Electoral». Recordó que para el tribunal electoral de Potosí, se eligió a Gervacio Condori, ex diputado del MAS.
Hace falta una lectura política
El ex vicepresidente Víctor Hugo Cárdenas (1993-1997) y el analista indígena y ex candidato a Senador por el Plan Progreso para Bolivia (PPB) (2009), Fernando Untoja, aseguraron, por separado, que la oposición carece de una lectura de la realidad política y social del país.
Esa deficiencia, aseguran, no permite ejercer una oposición real ni elaborar un proyecto político con visión de país, ni que surjan nuevos liderazgos.
«Debe entender el actual proceso, saber en qué consiste este proceso para generar nuevas propuestas y consolidarse con oposición», puntualizó Cárdenas.
En la misma línea, Untoja advirtió que la oposición, bajo la actual coyuntura política, carece de un referente ideológico, propuestas políticas y liderazgos.
«La oposición no entiende cómo está funcionando el país».
Según Untoja, la oposición se conformó con ingresar a la Asamblea Legislativa y se equivocó por no esforzarse en construir un proyecto político rumbo al año 2014.