«Quiero resaltar a la Confederación Campesina de lujo, no en vano es la vanguardia», afirmó ayer el vicepresidente del Estado, Álvaro García Linera, al evaluar la actuación de los sindicatos en torno al conflicto que se suscitó por el Decreto 748 que elevaba los precios de los carburantes.
Los campesinos respondieron que apoyaron en todo momento al presidente Evo Morales porque detrás de la movilización había un plan para derrocarlo. Durante el conflicto, los únicos sindicatos que dieron su respaldo contundente a la decisión gubernamental fueron la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), la Federación de Mujeres Campesinas Bartolina Sisa y los colonizadores.
García Linera contó que en las reuniones que sostuvo el Jefe de Estado con los campesinos, éstos «le decían: presidente Evo, me afecta en el pasaje, gente pobre, gente humilde. Mi carga antes la llevaba pagando 60 pesos y ahora tengo que pagar 100, 130, pero sabe qué Presidente, entiendo que estás protegiendo a Bolivia y entiendo que si no tomas esta decisión, luego esta carga va a valer el triple y mi hijo va a tener problemas, te apoyo por eso Presidente».
El secretario de Tierra y Territorio de la CSUTCB, Rodolfo Machaca, explicó que su sector respaldó en todo momento a Morales porque «ya en el ampliado de la COB (Central Obrera Boliviana) la tendencia que se percibía era bajar al Presidente y sacarlo del poder, por eso hemos tomado la decisión no sólo de respaldarle en su decisión, sino también de defender el proceso de cambio».
Según Machaca, hubo sectores políticos que se aprovecharon del conflicto para provocar una crisis en el país y dividir a los sindicatos.