El ministro de Hacienda brasileño, Guido Mantega, llamó hoy ante el G-20 a que todos los países dejen flotar libremente sus monedas para evitar de esa manera distorsiones en el sistema comercial y financiero global.
Mantega se refirió en una rueda de prensa tras la reunión ministerial del G-20, que integra a países ricos y emergentes, que la gran ventaja del sistema que surgió tras el final de la II Guerra Mundial era que todo el mundo tenía cambio fijo.
«Todo el mundo tenía cambio fijo y, por lo tanto, las disparidades incluso de los flujos de capital eran menores», afirmó, para señalar que el mundo avanza ahora hacia un sistema de tipos de cambio flexibles. Añadió que el problema es que no hay homogeneidad y existe un amplio abanico de sistemas que van desde los países que intervienen en su tipo de cambio hasta los que tienen su cambio vinculado al dólar.
«Yo creo que la propuesta fue bien recibida por el G-20», señaló Mantega, quien recordó que su país ya tiene flexibilidad cambiaria y, por lo tanto, no aceptará límites sobre los controles de capital. «En las condiciones actuales no hay cambio flexible, hay manipulación…», afirmó.