El fiscal Eduardo Morales informó el lunes que citará por edicto a Marilyn Vargas y al capitán Wálter Andrade, miembros de la extinguida Unidad Táctica de Resolución de Crisis (Utarc), para que declaren en la demanda de torturas, intento de asesinato y lesiones graves en contra de Mario Tadic, acusado en el caso terrorismo.
El jurista anticipó que si los dos policías no acuden a la citación judicial serán declarados rebeldes a la ley.
«En vista de que no nos han dado ninguna razón lo que corresponde es notificarlos por edictos a través de un medio de circulación nacional y luego de eso tenemos que hacer conocer al juez para que se los declare rebeldes y proseguir con el proceso», explicó a los medios.
El jurista informó que no se pudo contactar a ambos policías en los domicilios que registraron y tampoco recibieron explicación sobre su paradero de la policía.
En diciembre de 2009 el abogado de Tadic, Gerardo Gianni Prado denunció a los dos ex policías de la Utarc por intento de homicidio y lesiones graves a su cliente, que está detenido en el penal de San Pedro de la ciudad de La Paz, acusado de participar de la banda terrorista que fue desbaratada a tiros el 16 de abril de ese año.
El caso terrorismo se investiga desde abril de 2009, después que la policía desarticuló una célula terrorista en un céntrico hotel de Santa Cruz, que estaba encabezada por el mercenario boliviano-húngaro, Eduardo Rózsa Flores.
Rózsa había conformado una agrupación de mercenarios extranjeros financiados desde Bolivia para llevar adelante acciones terroristas y secesionistas destinadas a desestabilizar al gobierno de Evo Morales y a la democracia.
El sábado, la Policía Boliviana condecoró como héroes a los 22 integrantes de la disuelta Utarc, que el 16 de abril de 2009 desbarató en el Hotel Las Américas, de santa Cruz, la presunta milicia de mercenarios extranjeros encabezada por el boliviano-húngaro, Eduardo Rózsa.
Los oficiales, clases y policías de la ex unidad fueron condecorados con la «Medalla Al Valor», en un acto en la Academia Nacional de Policías (ANAPOL).
En la ceremonia, el ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, junto al comandante general de la Policía, Ciro Farfán, impuso las distinciones por los «actos de heroísmo, arrojo, valentía, celo funcional y en defensa del Estado Plurinacional». Los policías lucieron uniforme negro y tenían el rostro camuflado.