La familia Ojeda denuncia que recibe amenazas de muerte
Sanabria. Dicen que recibieron llamadas telefónicas anónimas
«Ya me han amenazado por celular. ‘Si hablas alguna cosa, vas a morir’, me han dicho. Igualmente a mis hijos y a mis hijas les están amenazando. Para los pobres no hay justicia, ¿quién nos va a garantizar de nuestras vidas?, tengo siete hijos, yo soy padre y madre para ellos, por eso pido justicia para mis hijos», declaró doña Daría en una entrevista telefónica con este medio.
Wálter y Gonzalo Ojeda fueron enviados a la cárcel de San Pedro de La Paz por orden del juez 9° de Instrucción en lo Penal Cautelar, Rolando Sarmiento, dentro del denunciado caso de tráfico de drogas a Estados Unidos por parte del general Sanabria.
Wálter y Gonzalo, quienes afirmaron que son acopiadores de minerales, dotaron de zinc al abogado Yanik Valenzuela Foronda, quien les pagó $us 7.000 por 10 toneladas del mineral. En septiembre del año pasado, Sanabria, según Carabineros de Chile y la DEA estadounidense, pretendía llevar 144 kilos de cocaína a Miami, escondidos en un contenedor de zinc.
Llamadas. Doña Daría indicó que las amenazas telefónicas las reciben sus hijos menores. «Yo les he dicho al final de cuentas mis hijos ya están en la cárcel’, yo puedo morir, no tengo miedo les he dicho», sostuvo la madre.
Al referirse al abogado Yanik Valenzuela, doña Daría indicó que él le dijo que era sobrino de Juan Foronda, boliviano que fue detenido junto a Sanabria en Panamá, a fines de febrero de este año, también por narcotráfico.
Agregó que Valenzuela, con quien ya no tiene contacto verbal desde hacer tres semanas, fue el que en septiembre del 2010 introdujo 20 bolsas de zinc, sumándolas a otras 180 bolsas que estaban en poder de sus hijos, para completar las 10 toneladas del mineral. Agregó que las bolsas con el metal ya estaban cerradas y que en ese momento había dos policías antidrogas vestidos de civil.
Su hijo Raúl sostuvo que tras conocer las primeras informaciones de este caso, fue a la oficina de Valenzuela para reclamarle. Añadió que el jurista le dijo en aquella oportunidad; «Vamos a arreglar», «yo soy el culpable».
Doña Daría expresó que por temor a las amenazas anónimas que recibió, retorna a Oruro, ciudad en la que radica. Ella dijo que teme por la vida de sus otros cinco hijos, a quienes aún mantiene con la ayuda de Wálter, el mayor de ellos. También clamó justicia, debido a que asegura que sus dos hijos detenidos son inocentes.
Demandan Garantías personales
Daría Cassía, madre de los hermanos Wálter y Gonzalo Ojeda Cassía, informó ayer que ya pidió garantías personales a las autoridades jurisdiccionales de La Paz y que en las próximas horas lo hará en Oruro, ante las amenazas de muerte que recibió junto a su familia.