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Friday 19 Apr 2024 | Actualizado a 15:26 PM

EVO RECURRE AL PUEBLO CHILENO PARA LOGRAR LA SALIDA AL MAR

Situación. El Mandatario dijo que no habrá paz ni unidad sin solución del diferendo

Por La Razón

/ 30 de abril de 2011 / 05:00

En el estadio Hernando Siles y ante miles de personas, entre ellas funcionarios públicos, sectores sociales, escolares y miembros de las Fuerzas  Armadas y de la Policía, el Mandatario  reivindicó el derecho de retornar al Pacífico y la necesidad de unidad de los bolivianos en este objetivo.

«No pierdo la esperanza en el Gobierno de Chile para resolver todos los problemas que tenemos con ese país, pero tengo mayor confianza en el pueblo chileno, sus fuerzas sociales, trabajadores, artistas, pueblos indígenas, que serán el puntal para que Bolivia rápidamente vuelva al Pacífico con soberanía», sostuvo.

La administración de gobierno organizó el acto que tuvo como objetivo reafirmar la conciencia cívica marítima de los bolivianos, sobre todo cuando se decidió recurrir a la justicia internacional para recuperar un acceso al mar, arrebatado por Chile en la guerra del Pacífico de 1879.

En el acto, que estuvo matizado con la participación de conjuntos nacionales y chilenos, Morales reflexionó sobre la necesidad de resolver los diferendos para afianzar la integración. «No habrá paz, unidad ni integración de América Latina» mientras se siga «dando la espalda» a la demanda boliviana, señaló.

Agenda. La Paz y Santiago concertaron e iniciaron el 2006 un diálogo sobre la base de una agenda de 13 puntos, donde se incluyó la centenaria  demanda boliviana. El 23 de marzo, en el Día del Mar, el propio Morales sostuvo que no se podía esperar otros 132 años para tener una respuesta de Chile, por lo que decidió apelar a tribunales internacionales, aunque aclaró que ello no debía interrumpir el diálogo.

En el marco de esa decisión, se creó la Dirección de Reivindicación Marítima, que la comanda el ex ministro de Defensa, Rubén Saavedra, y el Consejo Nacional Marítimo para perfilar la estrategia en busca del objetivo trazado.

Morales demandó ayer a Chile asumir una actitud coherente con el siglo XXI.  «Que entiendan que no se alcanzará una relación fluida entre nuestras  naciones en tanto no se resuelva el centenario problema», señaló y, en alusión a la guerra de 1879, sostuvo que «no hay victoria» cuando se enclaustra a un pueblo.

En el acto también estuvieron presentes el senador socialista Alejandro Navarro y el presidente del Partido Igualdad de Chile, Alexis Parada, quien habló a nombre de los progresistas y humanistas de su país a favor de una solución a la demanda boliviana.

El comandante de las Fuerzas Armadas, contraalmirante Armando Pacheco, expresó el respaldo de la institución militar a la decisión y acciones del Gobierno. «Apoyamos las acciones, gestiones y negociaciones que encare el gobierno con Chile con el fin de hallar una solución digna», afirmó.

El acto central tuvo como corolario la entonación de la Marcha Naval, que lleva en sus letras el anhelo boliviano de recuperar el mar.

Respaldo de la historia

El presidente Evo Morales aseguró que las acciones que asumió su gobierno están respaldadas por la historia y la razón. Hizo un repaso histórico y destacó que Bolivia nació con una salida al Pacífico. La guerra de 1879  dejó al país sin sus 120.000 kilómetros cuadrados de territorio y 400 kilómetros de costa, recordó la autoridad.

DS busca motivar la conciencia marítima

En el marco de la celebración del «Día del Derecho a la Recuperación Marítima», el Gobierno emitió este viernes un decreto que anuncia la institucionalización de «mecanismos e instrumentos para promover y fortalecer la educación cívico patriótica» y «alzar el fervor patrio de todas las bolivianas y los bolivianos sobre el derecho a la reivindicación marítima».

Determina además que los ministerios de Defensa, Culturas y Comunicación, en coordinación con el Consejo Nacional de Reivindicación Marítima, serán los responsables de definir los «lineamientos y directrices» para lograr el objetivo de promover e incentivar las actividades destinadas a la reivindicación marítima.

Como incentivo para desarrollar estas actividades, el mismo decreto crea el premio Eduardo Abaroa, que será otorgado cada 23 de marzo, cuando en el país se recuerda el Día del Mar.

Se determina también que el Ministerio de Culturas, en un plazo de 30 días calendario, elaborará «el reglamento del Fondo de Fomento a la Educación Cívico Patriótica y el reglamento específico del premio Eduardo Abaroa».

En su parte considerativa, el decreto que se hizo conocer ayer señala que, «ante el injusto enclaustramiento», el pueblo boliviano mantiene «un elevado espíritu patriótico» y la «firme convicción de recuperar una salida libre y soberana al océano Pacífico».

El Gobierno convocó para ayer a una jornada de movilización en defensa de la salida al mar.

Voces chilenas apoyan la demanda

«Nos comprometemos a hacer los esfuerzos por desarrollar en Chile una conciencia para que entendamos que tenemos que compartir nuestras riquezas naturales», afirmó Alexis Parada, del Partido Igualdad de Chile, ante miles de personas que llegaron hasta el estadio Hernando Siles para participar del Día del Derecho a la Recuperación Marítima.

Parada formó parte de una delegación chilena, entre los que estaban los grupos musicales Inti Illimani y de rock Los Miserables. Llegaron a La Paz para expresar su respaldo a la demanda boliviana. Miles de bolivianos escucharon el compromiso asumido por Parada, en representación de la delegación del vecino país. 

Columnas militares; desfile de estudiantes en las cercanías del escenario de Miraflores, el sobrevuelo de aviones T-33 y la llegada conjunta de campesinos de varios departamentos del país junto a mineros, fueron la antesala del acto cívico que cerró con el discurso del presidente Evo Morales, quien destacó el apoyo de sectores chilenos a la posición nacional expresada el pasado 23 de marzo.

Funcionarios de reparticiones estatales distribuyeron poleras con el lema «Unidos recuperemos nuestro mar» y otros souvenirs a todos quienes se dieron cita al acto convocado como parte de la nueva estrategia marítima, que incluye recurrir a organismos y tribunales internacionales.

Jorge Coulon, director del conjunto musical Inti Illimani, afirmó que es justa y necesaria la reivindicación marítima boliviana. Una enorme bandera fue desplegada en la curva norte del estadio miraflorino, mientras que los asistentes hacían flamear no sólo la Tricolor, sino también la bandera de la Integración Marítima.

El periodista de Televisión Nacional de Chile, Pedro Carcuro, entre otros, hicieron la cobertura periodística del acto que se replicó en el resto del país. Fuegos artificiales y música folklórica cerraron el acto cerca de las 19.30 hrs.

Hay que luchar mucho
 «Estamos en un estadio en el que estamos manifestando por el entendimiento, por la paz y por una reivindicación histórica y justa (…) Hay que luchar mucho todavía, pero lo vamos a conseguir, lo vamos a conseguir porque es justo, porque es necesario y porque América Latina, el único futuro que tiene es el futuro común», declaró ayer Jorge Coulon, director del grupo chileno Inti Illimani, que participó en el Día del Derecho a la Recuperación Marítima.

Tenemos que compartir

«Nosotros los revolucionarios chilenos nos comprometemos aquí, junto al pueblo boliviano, a desarrollar todos los esfuerzos que sean necesarios para alentar en el seno de nuestro pueblo la conciencia necesaria  para que entendamos que los pueblos hermanos de América Latina tenemos que compartir nuestras riquezas, nuestros mares y nuestra dignidad», puntualizó ayer el presidente del Partido Igualdad de Chile, Alexis Parada.

Se puede soñar con mar
«Ésta es una causa que yo amo y en la cual se debe trabajar mucho. En la medida que estemos unidos se puede soñar con cosas grandes como este mar para Bolivia. Muchos (en Chile) no tienen idea que 400 kilómetros eran bolivianos. Yo canto ‘Ojalá’ y ojalá que Chile le dé un pedazo de mar a Bolivia. Yo me considero un boliviano más para remar y remar, porque Bolivia es un barco que sale al mar», manifestó el cantautor argentino Piero.

Debe respetarse lo justo

«El Partido Humanista (PH) fue el primer partido político chileno que en 1984 dijo ‘mar para Bolivia’. El tema es complejo. Creo que Bolivia debe hacerse respetar y hacer respetar lo justo. Los ex presidentes Michelle Bachelet, Ricardo Lagos, Patricio Aylwin y Eduardo Frei no hicieron nada, sólo estirar los tiempos, igual que Sebastián Piñera. Si Bolivia no actúa de esta forma no va a conseguir nada», afirmó el vicepresidente del PH, Cristian Pozo.

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Un vecino conflictivo

El gobierno de Milei podría estar buscando consolidar su base política mediante el nacionalismo y el anti-izquierdismo

Por La Razón

/ 18 de abril de 2024 / 07:06

Días atrás, la ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich, informó que había decidido reforzar la seguridad en la frontera con Bolivia debido a la supuesta presencia de cientos de militares iraníes en el país. La respuesta de la Cancillería boliviana fue tan rápida como mesurada, en evidente contraste con el tono que está adoptando el gobierno de Javier Milei.

Desde el inicio, la presidencia de Javier Milei ha sido notable no solo por sus políticas internas de shock, sino también por su manejo de las relaciones internacionales, especialmente con países latinoamericanos de gobiernos considerados izquierdistas. Sus controversiales interacciones con líderes regionales han generado un amplio debate sobre las estrategias diplomáticas y sus implicaciones tanto a nivel regional como doméstico.

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Primero, el intercambio de insultos con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, provocó una rápida escalada de tensiones que afortunadamente no pasaron a más. Milei respondió a las críticas de López Obrador, quien había tildado a Milei de “facho conservador”, con términos igualmente duros, exacerbando las fricciones bilaterales. Este tipo de diplomacia de confrontación no solo socava las relaciones tradicionalmente cordiales entre Argentina y México, sino que también plantea preguntas sobre la estabilidad regional.

Por otra parte, las relaciones con Colombia se tensaron significativamente después de que Milei llamara al presidente Gustavo Petro «comunista asesino». Esta declaración provocó una pronta respuesta diplomática de Colombia, incluyendo el llamado de su embajador en Buenos Aires, lo cual subraya la seriedad del conflicto y el impacto en las relaciones diplomáticas; por ahora las relaciones entre ambos países están normalizándose y los respectivos embajadores han regresado a sus funciones.

Asimismo, la afirmación de la ministra Bullrich sobre la presunta presencia de militares iraníes en Bolivia añadió más leña al fuego, mostrando una tendencia hacia declaraciones provocativas que pueden tener serias repercusiones diplomáticas y de seguridad. Algo similar había ocurrido poco antes, cuando el presidente Milei afirmó que el gobierno de Chile iba a llevar a ese país a la pobreza por adoptar políticas socialistas. En ambos casos la respuesta fue pronta, mesurada y contundente.

En el frente interno, estas controversias internacionales parecen servir como una cortina de humo para desviar la atención de los problemas económicos graves que enfrenta Argentina, como la inflación y el estancamiento económico. Al centrarse en conflictos externos, el gobierno de Milei podría estar buscando consolidar su base política mediante el nacionalismo y el anti-izquierdismo, mientras posterga o minimiza la discusión sobre la necesidad de reformas económicas internas profundas.

Es posible que las tácticas de confrontación de Milei tengan un atractivo político inmediato entre ciertos sectores en Argentina que le son afines, pero los riesgos asociados a alienar a países vecinos y potenciales socios comerciales son altos, especialmente en el mediano y largo plazos, cuando el polémico mandatario ya no esté en funciones.

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Los medios en cuestión

Por La Razón

/ 14 de abril de 2024 / 00:20

El reciente estudio Delphi de la Fundación Friedrich Ebert (FES-Bolivia), realizado con líderes de todo el país, revela datos delicados respecto a los medios de comunicación y su desempeño. Además de una baja confianza, se percibe a los medios como promotores del conflicto y como actores políticos que informan en función a su agenda e intereses. La evaluación es crítica.

Hubo un tiempo en que los medios de comunicación y periodistas, en general, estaban en la cima de la confianza ciudadana. Junto con la Iglesia Católica, tenían muy alta legitimidad. Hoy es diferente: en la Delphi de la FES, solo el 7% tiene una confianza alta o muy alta en los medios. Para el 39% es regular. Y un mayoritario 54% confía poco o nada. Estos datos debieran preocuparnos. Si bien estamos mejor que otras entidades, la confianza es un bien preciado que los medios debemos recuperar y preservar.

En un contexto en que los medios digitales y las redes sociales tienden a desplazar a los medios de comunicación tradicionales como principal fuente de información, es necesario hacer un examen acerca de nuestro desempeño. ¿Cómo nos evalúan los líderes? Más de dos tercios, nada menos, sostienen que los medios informan en función a su propia agenda e intereses. Si sumamos el 13,5% que nos perciben como manipuladores, el saldo es muy negativo. Solo un marginal 7% cree que los medios informan con veracidad.

La baja confianza en los medios y la percepción de que informan más pensando en ellos mismos que en la sociedad, quizás se explican, entre otros factores, porque varios operadores mediáticos están polarizados y alientan la polarización. Lo vimos como tragedia en la crisis de 2019, cuando algunos medios y periodistas avalaron y hasta justificaron las masacres. Ello se reafirma en la Delphi: 86% de los líderes consultados sostienen que los medios promueven enfrentamientos y conflictos en el país.

Por si fuera poco, en estas percepciones reveladoras de la situación del campo mediático en Bolivia, casi nueve de cada 10 participantes en el estudio de la FES están de acuerdo con la afirmación de que los medios actúan como si fuesen actores políticos. Es tremendo. Para los liderazgos, la esencia de los medios se está perdiendo. En su balance, varios medios y periodistas están más cerca de la acción política que de la labor informativa. Eso, por supuesto, va en desmedro del periodismo.

Los estudios de percepción cualitativa y de opinión pública expresan tendencias generales en momentos determinados. Son útiles para la reflexión y el análisis. Y contribuyen a la autocrítica. Pero hay diferencias. Más allá de las percepciones aquí descritas, es meritorio el trabajo de medios que persisten en el empeño de cuidar y cultivar cada día los derechos a la comunicación e información. Como diario nos situamos en ese camino reafirmando nuestro compromiso con el libre ejercicio del oficio periodístico.

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Un impasse inédito

El camino hacia la resolución de este conflicto debe estar pavimentado con el respeto a las leyes internacionales

Por La Razón

/ 11 de abril de 2024 / 06:33

Aunque se afirma que no es la primera vez que ocurre en la historia reciente, lo sucedido en Quito la noche del viernes al sábado, cuando la Policía irrumpió en la Embajada de México ante Ecuador, representa mucho más que un escándalo diplomático y ha puesto al país andino en un impasse del cual será muy difícil salir, mucho más debido a la hasta ahora arrogante posición de su gobierno.

El conflicto diplomático entre México y Ecuador, cuyo antecedente inmediato fue la declaración de persona no grata a la embajadora mexicana, que luego dio paso al secuestro y encarcelamiento del exvicepresidente Jorge Glas, que acababa de recibir el estatus de refugiado político (pese a haber sido condenado por delitos comunes años atrás), ha escalado hasta alcanzar los estrados de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), donde México ha presentado una demanda buscando justicia y el respeto a las normas internacionales.

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La decisión de México de acudir a la CIJ y la convocatoria a sesiones extraordinarias de la Organización de Estados Americanos (OEA) los días martes y miércoles reflejan la gravedad de la situación y la necesidad de un marco de acción que respete los principios fundamentales de la diplomacia y el derecho internacional. Estos foros ofrecen una oportunidad invaluable para abordar el conflicto de manera constructiva, poniendo en primer plano la necesidad de soluciones pacíficas y el diálogo basado en el respeto mutuo, razón por la cual la demanda ecuatoriana de revisar los tratados internacionales es poco prudente.

En estas circunstancias, la comunidad internacional, así como los organismos regionales y multilaterales, deben actuar como mediadores para facilitar una resolución que respete las normas internacionales y promueva la estabilidad regional. Según expertos en la materia, la mediación debe enfocarse en la reconciliación y buscar una solución que permita a ambas partes superar el impasse, manteniendo la integridad de los tratados internacionales como guía.

Este conflicto sirve para poner en relieve la importancia de adherirse a los principios del derecho internacional no solo como un fin en sí mismo, sino como un medio para asegurar la paz, la seguridad y el respeto entre las naciones. La resolución de este caso podría sentar un precedente importante para el manejo de futuras disputas diplomáticas y reafirmar el valor de las convenciones internacionales como pilares de las relaciones entre Estados.

El camino hacia la resolución de este conflicto debe estar pavimentado con el respeto a las leyes internacionales y el compromiso con el diálogo y la negociación. Es imperativo que México y Ecuador, con el apoyo de la comunidad internacional y organismos como la OEA, encuentren una salida basada en el entendimiento mutuo y el respeto a los tratados que han guiado las relaciones diplomáticas durante décadas. Este enfoque no solo resolverá el impasse actual de manera justa, sino que también fortalecerá el sistema internacional basado en reglas, crucial para la coexistencia pacífica entre naciones.

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Cuidar al TSE

Por La Razón

/ 7 de abril de 2024 / 04:10

La designación, por parte del presidente Arce, de un nuevo vocal del TSE, reactivó el debate político sobre la institucionalidad electoral, la narrativa anticipada de “fraude” y el papel de las autoridades. Es un capítulo más de la disputa interna en el MAS-IPSP y en la oposición. Es fundamental asegurar la integridad y fortaleza del TSE de cara al próximo ciclo electoral.

 La Constitución establece que el TSE está compuesto por siete vocales: seis elegidos por la ALP y uno designado por el presidente del Estado. En abril de 2021, el presidente Arce designó a la vocal Dina Chuquimia tras la renuncia de Salvador Romero, quien había sido designado por la presidenta de facto Áñez. El pasado jueves, de manera intempestiva, Arce nombró a Gustavo Ávila como nuevo vocal del TSE en reemplazo de Chuquimia. El hecho generó recelo político y una polémica inconducente.

La atribución presidencial para designar a un nuevo vocal electoral está clara, salvo que no puede destituir a un vocal en ejercicio como si fuese, por ejemplo, un ministro de su gabinete. En este caso, la designación de Ávila debió estar precedida por la renuncia de la hoy exvocal Chuquimia o el cumplimiento de su mandato (seis años). No ocurrió así. Y no es la primera vez. En junio de 2021, el presidente Arce destituyó por decreto y sustituyó a seis vocales departamentales designados por Áñez.

Más allá de la legalidad en cuestión, el problema es que se daña la autonomía de la institucionalidad electoral. Y eso es crítico como señal, peor todavía cuando nos acercamos a unas elecciones generales complejas y muy marcadas por la división en el partido oficialista y la fragmentación opositora. Del otro lado, es deplorable la forma ligera e irresponsable, en este caso desde la facción evista y Comunidad Ciudadana, en que se lanzan sospechas de “fraude” y se descalifica por anticipado a las personas.

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Sin esperar un día de su mandato como autoridad, se etiquetó al vocal Ávila como “operador” (de la “proscripción” del MAS, del “fraude”, de la inhabilitación de Evo). Se descalifica así a un profesional de amplia experiencia y trayectoria en materia electoral, que desempeñó varios cargos en el Tribunal Electoral de Tarija hasta ocupar su presidencia, y que hoy puede ser un valioso integrante del TSE y reforzar su Sala Plena. Esas denigraciones precoces también dañan, y mucho, al organismo electoral.

En un contexto marcado por la polarización, una elevada desconfianza en las instituciones e incertidumbre sobre el próximo ciclo electoral, empezando por las elecciones primarias, es fundamental que todos los actores relevantes, en especial los políticos, asuman con altura la necesidad de cuidar y fortalecer al TSE. La integridad y autonomía del árbitro, así como el respeto a la voluntad ciudadana expresada en las urnas, son imprescindibles para garantizar la integridad de las elecciones y preservar la democracia.  

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Liderazgos autoritarios

Es poco probable que la clase política vaya a recuperar su vocación por el debate y la competencia democrática

Por La Razón

/ 4 de abril de 2024 / 06:13

El tema no es nuevo ni se limita a Bolivia: los valores democráticos se depauperan con cada día que pasa y en la mayoría de los casos son los propios líderes políticos quienes propician este estado de cosas. Solo esta semana hubo dos ejemplos: un expresidente propuso cumplir la ley que él mismo promulgó y otro, también expresidente, pidió a sus diputados renunciar a su cargo.

En el primer caso, se trata de la aparentemente insalvable ruptura del Movimiento Al Socialismo (MAS), partido que ahora afronta un ultimátum del Tribunal Supremo Electoral (TSE) para renovar su directiva en un congreso orgánico, que todavía no se sabe si podrá realizarse, pues hay dos convocatorias con fechas y sedes diferentes. Difícil saber cómo responderá el Órgano Electoral a la disyuntiva, que podría profundizar no solo la ruptura del partido gobernante, sino aumentar la polarización en la sociedad.

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En el afán de salvar la situación, el jefe del partido, el expresidente Evo Morales, retó al actual Presidente del Estado a competir por la candidatura en una elección primaria. Es un cambio en lo decidido en el frustrado congreso de Lauca Ñ, el año pasado, donde se dijo que el exmandatario es “el único” candidato del partido, desconociendo la Ley 1096, de partidos políticos, y su reglamento específico sobre elecciones primarias; pero también una muestra de una vocación de uso instrumental de la norma.

Si tal actitud no es suficiente muestra, las oficiosas declaraciones de los áulicos del expresidente, prometiendo baños de sangre u ofrendar sus vidas, por la “libertad”, la “democracia”, y “por supuesto, por nuestro líder”, como dijo un senador hábil para el victimismo y la desinformación, muestra el poco aprecio por el juego limpio.

En el segundo caso, se vio al también expresidente Carlos Mesa pidiendo a sus legisladores electos renunciar a su silla en la Asamblea Legislativa si no se avienen a seguir sus instrucciones. No hace falta ser un gran intelectual para saber que la democracia implica gestionar el disenso, tarea propia de un buen líder. Un mensaje que instruye obedecer ciegamente al jefe o largarse, habla mal del liderazgo.

Además, como ya se ha dicho, no son solo jefes políticos quienes muestran poco aprecio por los valores democráticos. Al anuncio hecho por el exalcalde Juan del Granado de “rearticular” al Movimiento Sin Miedo, la respuesta de una de las vocales del TSE no fue celebrar la diversidad de partidos o el retorno de una organización política que en algún momento gozó de gran relevancia, sino recordarle a la exautoridad que carece de personería jurídica, como si no fuese posible hacer el debido trámite para recuperarla.

Es poco probable que la clase política vaya a recuperar su vocación por el debate y la competencia democrática. Toca a la sociedad reflexionar profundamente sobre su futuro inmediato y decidir si quiere exaltados discursos ideológicos que enmascaran comportamientos autoritarios, o si prefiere líderes comprometidos con el bien común. Tarea nada fácil, por cierto.

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