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Rubén Saavedra

— ¿En qué momento se tomó la decisión de dar un giro a la política marítima?

— Las relaciones entre Bolivia y Chile están marcadas por el litigio pendiente desde hace 132 años. En muchos momentos de ese período se dieron negociaciones buscando, en el caso boliviano, la reivindicación marítima. Hubo situaciones en las que, en apariencia, Bolivia ya podía haber accedido al mar, sin embargo esas negociaciones repetidamente acabaron con frustraciones.

Eso motivó al Gobierno a hacer un balance de todo lo que implicó esas negociaciones con Chile, no solamente de los últimos años. En los últimos cinco años hubo un diálogo abierto con Chile y se formuló la agenda de 13 puntos, dentro de los cuales están temas como la reivindicación marítima, el Silala y el río Lauca. El 2010 se planteó a Chile que presente propuestas concretas, factibles y útiles sobre la agenda. El presidente Evo Morales manifestó que es importante que Chile haga conocer públicamente esas propuestas, y señaló que el 23 de marzo es una fecha importante para Bolivia, y que tenía que presentar las propuestas. No ocurrió eso y el Presidente anunció que, paralelo al diálogo bilateral, se va a acudir a los tribunales internacionales; en ambos casos, se busca resolver de forma definitiva la demanda de salida al mar con soberanía.

— ¿Hay plazos para la presentación de la demanda?

— El trabajo que hará la Dirección no tiene plazos fatales; vamos a utilizar el tiempo necesario para elaborar y presentar la demanda. Hemos iniciado la sistematización de la información histórica a cargo del historiador Fernando Cajías. Estamos trabajando en archivos de La Paz, Sucre y Potosí, y luego vendrá el trabajo de formulación de la estrategia jurídica bajo la responsabilidad de profesionales nacionales inicialmente, que harán una evaluación y análisis de los tratados que se han suscrito con Chile, además se revisarán antecedentes de los tribunales internacionales respecto a litigios. Toda esa información es importante para presentar una demanda sólida, con argumentos históricos irrefutables y con fundamentos jurídicos de derecho internacional; lo que se busca es que nuestra demanda prospere. También se acudirá a bufetes de abogados fuera del país, con amplios conocimientos de lo que implica tramitar una demanda en tribunales internacionales.

— El Gobierno está consciente de que un eventual resultado en contra de Bolivia podría implicar que se podría dejar de demandar una salida soberana?

— El Gobierno está, por supuesto, consciente de la decisión que ha tomado. La forma de solución de los litigios abarca una serie de posibilidades para resolverlas, una de ellas (en el caso de la reivindicación marítima) es el diálogo bilateral, el trilateral (incluido Perú), la posibilidad de acudir a organismos como las organizaciones de Estados Americanos y Naciones Unidas. Otra posibilidad es la de acudir a tribunales internacionales; debemos señalar que Bolivia, lo que tenía que perder, ya lo perdió; lastimosamente hace 132 años perdió el acceso a las costas del Litoral, y lo que se está planteando ahora es que a través de los tribunales internacionales podamos reivindicar ese acceso como un derecho del pueblo boliviano de acceder al mar. Esto implica que estamos utilizando una posibilidad más para solucionar este conflicto.

— ¿Dentro de la demanda se incorporará una fórmula de solución?

— Vamos a presentar una demanda, en la que se establecerá el derecho que tiene Bolivia de acceder al Pacífico en términos de soberanía, reivindicando lo que fue nuestro; no olvidemos que Bolivia nació con litoral, con costas.

— ¿A qué instancia recurrirá el Estado boliviano?

— Como Estado, cuando anunciamos que vamos a recurrir a tribunales internacionales, estamos hablando de la Corte de La Haya, está muy claro. Ese es el rumbo que estamos tomando respecto a los trabajos previos a nuestra demanda.

— El canciller peruano José Antonio García Belaúnde dijo que Perú tiene que aceptar una salida al mar de Bolivia vía Arica, ¿qué opina?

— Saludar las expresiones del Canciller; esto implica un apoyo a la posición nacional. Bolivia y Perú son dos pueblos hermanos. Esas expresiones muestran que Perú está dispuesto a coadyuvar.