EL NARCOTRÁFICO TOCA AL MENOS A 16 POBLACIONES
Efecto. La actividad que antes se concentraba en el Chapare llega a otros lugares
El control que la Policía antidrogas ha ejercido en el Chapare en los últimos años produjo lo que se denomina un «efecto globo» en el narcotráfico y esa actividad comenzó a migrar en busca de otros puntos, tocando a su paso al menos a 16 poblaciones.
De acuerdo con las autoridades antidroga, en su huida los narcotraficantes se movieron a otras zonas de Cochabamba, La Paz, Beni y Santa Cruz para mantener una producción ilegal que en esencia abastece a dos grandes mercados de cocaína: Brasil y países de Europa.
«En el trópico de Cochabamba el control es rutinario, y cuando se mejora el control los criminales inmediatamente se trasladan a otros puntos del país, donde hay menos presencia de policías o instituciones. Es lo que se conoce como ‘efecto globo’», explicó el viceministro de Defensa Social, Felipe Cáceres.
Por ejemplo, poblaciones de los Yungas de La Paz que tradicionalmente eran productoras de fruta ahora combinan esta producción con las plantaciones de coca. Incluso se han llegado a desmantelar fábricas de cocaína, lo que antes no ocurría.
El año pasado, un informe de las Naciones Unidas estableció que en los Yungas el potencial de producción del arbusto llegó a 27.817 toneladas; de ese total, sólo 17.662 pasaron por el mercado legal de Villa Fátima.
A principios de este año, en la comunidad de Uyuca, población de Irupana (Sud Yungas de La Paz) se detectó una fábrica de cocaína de tipo colombiano.
«Hemos visto que algunas zonas productoras, por ejemplo de café o cítricos, han hecho un cambio y han instalado fábricas de cocaína por este sector. Queremos desmantelar y dejar limpia la zona de Caranavi y lo que lleva a Alto Beni y el camino a Trinidad», señaló el director nacional de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico ( FELCN), Gonzalo Quezada.
No obstante, Cáceres aplaudió a los pobladores yungueños porque dijo que fueron quienes denunciaron actividades ilícitas en Inquisivi, Chulumani e Irupana. «Ha funcionado el control social de nuestros compañeros».
Dijo que la gente del lugar reaccionó oportunamente cuando detectó la presencia de extranjeros. No obstante, Quezada anunció la mejora del control en las poblaciones de Caranavi y Alto Beni, en el norte de La Paz, para desfavorecer las rutas del narcotráfico y la producción de coca ilegal, producto básico para producir la droga. Una de las cosas que más preocupa a las fuerzas antidroga en esa zona es que los narcotraficantes invadan áreas protegidas, como el Madidi.
rutas. Por otra parte, para el tránsito de droga peruana por caminos de Bolivia con rumbo a otros países (56% de la cocaína incautada es procedente de ese país), los narcotraficantes utilizan las poblaciones de Desaguadero (provincia Ingavi, frontera con Perú) y Copacabana (Manko Kápac), al oeste de La Paz. El destino de esa droga es Chile, desde donde se envía a ultramar, y el norte de La Paz, para de allí llegar luego a Brasil.
La ruta, según Cáceres, pasa por Apolo (provincia Franz Tamayo), Ixiamas (Iturralde) y Rurrenabaque (provincia Ballivián, oeste del Beni), desde donde la mercancía se transporta, vía aérea, hacia Mato Grosso, Brasil.
Según datos del Gobierno brasileño, el 60% de la cocaína que llega a su territorio pasa por la frontera con Bolivia.
En esa zona existen poblaciones de tránsito de antigua data, como San Matías en la provincia Ángel Sandóval, San Ignacio (San Miguel de Velasco) y Puerto Suárez (Germán Busch) en Santa Cruz , además de Yacuiba en la provincia Gran Chaco de Tarija.
contrOl. «Realizaremos un control más fuerte en estas poblaciones, de tal manera que el cordón fronterizo esté bien resguardado. Esto implica algunas medidas migratorias. Pretendemos hasta fin de año tener un control más fuerte en estas zonas fronterizas», anunció el director de la FELCN.
Últimos informes de Inteligencia de la FELCN han identificado otras rutas de la droga, especialmente en el corredor que comprende La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, donde hay concentración de fábricas de cocaína.
«La FELCN ha incrementado mucho más sus acciones en Yapacaní, Nuevo Horizonte y San Germán (provincia Ichilo) del departamento de Santa Cruz; y Bulo Bulo (provincia Carrasco de Cochabamba)», dijo Quezada.
Cáceres señaló que además se ha podido identificar una mayor presencia de colombianos, paraguayos, brasileños en la ciudad de Santa Cruz, de los que se estableció que «tienen nexos con algunas organizaciones criminales del exterior del país» dedicadas al lavado de dólares.
«Esta situación es de preocupación, se han visto casos de ajustes de cuentas y queremos evitar más muertes de personas», acotó Quezada.
Reveló que recibió información clasificada de una investigación financiera que detectó a sujetos ligados a entidades bancarias, usuarios del sistema legal y al libre cambio en zonas fronterizas, que conduce a sospechar de la presencia de «emisarios de las organizaciones criminales».