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Friday 26 Apr 2024 | Actualizado a 14:44 PM

BOLIVIA PLANTEA RENEGOCIAR CON CHILE EL TRATADO DE 1904

La revisión del Tratado se basa en el artículo 9 de las Disposiciones Transitorias de la Constitución. En junio, el Gobierno hará conocer a la OEA su demanda internacional

Por La Razón

/ 30 de mayo de 2011 / 05:00

Agregó que «tenemos que sentarnos ambos países para revisar la historia, para ver el tratado, si estamos cumpliendo o no estamos cumpliendo, como hermanos. Y encontrar una salida que beneficie a Bolivia y Chile y que pueda garantizar esta integración mayor».

La declaración fue recogida por el diario La Tercera de Chile de una entrevista que la autoridad boliviana otorgó al canal de televisión RT durante su visita a Rusia. El medio informativo titula la nota periodística en sentido de que el canciller «amenaza con desahuciar el tratado limítrofe».

El Tratado de 1904 puso fin al estado de guerra entre Bolivia y Chile, reconociendo el dominio perpetuo de Chile sobre los territorios bolivianos que hasta ese entonces ya administraba el país vecino, de acuerdo con lo estipulado en el Pacto de Tregua de 1884.

Con el propósito de suplir de alguna manera la carencia de una salida propia al mar por parte de Bolivia, Chile se obliga a construir un ferrocarril de Arica a La Paz, conceder a Bolivia créditos de hasta 5% para la construcción de otras líneas férreas en tierras bolivianas, concederle un derecho de libre tránsito por su territorio y puertos en el Pacífico, y entregarle 300 mil libras esterlinas.

Renegociación. El canciller David Choquehuanca añadió que el próximo año entra en vigencia un artículo de la Constitución que obligará a renegociar el tratado limítrofe con Chile.

La novena disposición transitoria de la Carta Magna describe que los tratados internacionales anteriores a la Constitución y que no la contradigan se mantendrán en el ordenamiento jurídico interno, con rango de ley.

Establece también que «en el plazo de cuatro años desde la elección del nuevo Órgano Ejecutivo, éste denunciará y, en su caso, renegociará los tratados internacionales que sean contrarios a la Constitución Política del Estado».

OEA. Por su parte, el director de la oficina de Reivindicación Marítima, Rubén Saavedra, aseguró que para el 41avo periodo de sesiones de la Organización de los Estados Americanos (OEA), que se desarrollará en El Salvador entre el 5 y 7 de junio, Bolivia hará conocer su nueva política de Estado sobre su demanda marítima y su decisión de recurrir a un tribunal internacional al respecto.

«El informe anual que presenta Bolivia a las sesiones de la OEA es un trabajo de la Cancillería. Allí se hará conocer la nueva postura que se adoptó a partir del 23 de marzo (del 2011). Es decir, que ya tenemos una política de Estado que además de privilegiar el diálogo bilateral, Bolivia también acudirá a tribunales internacionales para buscar solución al tema marítimo», aseguró.

En la referida sesión de la OEA, además se presentará el informe anual sobre el estado de las recomendaciones de este organismo sobre la demanda marítima boliviana, a fin de evaluar si efectivamente han sido cumplidas.

Saavedra dijo, en el programa televisivo y radial El Pueblo es Noticia, que la asamblea de la OEA reunida en La Paz en 1979 emitió una resolución que declara de «interés hemisférico permanente» el enclaustramiento marítimo boliviano; la cual, sin embargo —dijo — Chile incumplió, además de sucesivos pronunciamientos del organismo internacional.

La reivindicación marítima boliviana ha sido planteada en distintos foros; el actual gobierno continuará con esta estrategia.

Por último, el dignatario resaltó que el Gobierno está utilizando todos los medios pacíficos para solucionar este diferendo internacional y, como lo establece el mismo Tratado de 1904, se está acudiendo a organismos internacionales para resolverlo, y que de manera complementaria «estamos abiertos al diálogo bilateral».

«Todos los canales que está utilizando Bolivia son canales que van por la vía pacífica para solucionar nuestros conflictos», finalizó Rubén Saavedra.

Saavedra ve incumplimiento

El responsable de la Dirección de Reivindicación Marítima, Rubén Saavedra, destacó al menos dos obligaciones que están establecidas en el Tratado de 1904 y que son incumplidas por Chile.

«Chile dice que prima el Tratado de 1904. Chile señala que está cumpliendo y siempre lo ha cumplido. Sin embargo, los hechos nos demuestran que no es así», aseguró. Refirió que en ese Tratado se establece a  perpetuidad el más amplio y libre derecho de tránsito comercial por su territorio y el acceso a los puertos en el océano Pacífico.

«Ese libre tránsito lastimosamente se ve cotidianamente obstaculizado por una serie de argumentos por parte de autoridades y agentes de Chile», dijo. Otro elemento incumplido es la obligación que tiene Chile de mantener de manera permanente el ferrocarril Arica-La Paz.

«Nosotros podemos constatar que hace unos 15 a 20 años que ese ferrocarril no existe más», remarcó. «No hay un cumplimiento efectivo de lo que se pactó en el Tratado de 1904. Eso es clarísimo a pesar de lo que puedan informar las autoridades de Chile», afirmó Saavedra.

Con estos argumentos, respondió a la exigencia del mandatario chileno, Sebastián Piñera, para con Bolivia, de respetar ese acuerdo que logró la paz entre ambos países después de una guerra.

La anterior semana, Piñera afirmó desde Italia, a un diario de su país, que el primer requisito para mantener un diálogo sólido con Bolivia es «el pleno y total respeto» del tratado de 1904, el cual delimitó la actual frontera entre ambos países; aseguró, además, que ese acuerdo es «un tratado de límites que fue válidamente celebrado y está plenamente vigente».

Consulta a gobernadores y alcaldes

En la necesidad de «cohesionar todo lo que implica la opinión nacional» sobre la demanda por el mar, en las siguientes semanas también serán convocados gobernadores y alcaldes, informó el responsable de la Dirección Estratégica Marítima, Rubén Saavedra.

El director añadió que en la preparación de la estrategia boliviana por un acceso soberano al Pacífico, es de primera importancia el «trabajo interno» que se haga entre los propios bolivianos. 

Campaña. La labor a nivel internacional, reveló Saavedra, se la realiza a través de las embajadas bolivianas en el exterior. Estamos con tareas previas de coordinación con los embajadores que tenemos en distintos países para que ellos también transmitan la posición boliviana respecto al tema marítimo, dijo.

«Estamos trabajando en diferentes flancos, lo que permitirá en el futuro, una vez que terminemos de diseñar la demanda, poder recibir el apoyo no sólo de bolivianos, sino también de ciudadanos de otros países, lo cual reforzará nuestra posición a nivel internacional».

Bolivia perdió su acceso soberano al mar en la denominada Guerra del Pacífico con Chile, en 1879. Desde entonces, el país ha reclamado en diversos foros internacionales por la solución de este problema que a la fecha ya lleva 132 años.

En el año 2006 se reavivaron los acercamientos con Chile para dialogar y solucionar los problemas pendientes. A raíz de dicho acercamiento, se elaboró una agenda de diálogo de 13 puntos, la cual por primera vez incluyó la demanda marítima de Bolivia.

Calcularán el daño económico del encierro

Entre las tareas que se impuso la Dirección Estratégica Marítima está el «dimensionamiento de lo que Bolivia dejó de percibir como utilidad» por su falta de acceso soberno al oceano Pacífico, señaló su titular Rubén Saavedra.

Para este y otros temas estratégicos de la demanda boliviana por el mar, se conformaron equipos de trabajo, tanto de historiadores como de profesionales bolivianos «internacionalistas» expertos en temas económicos. Para el país, enfatizó Saavedra, el enclaustramiento marítimo ha sido una de las mayores limitantes en su desarrollo económico.

Si bien básicamente los equipos de trabajo de la Dirección están constituidos por profesionales bolivianos, también se está teniendo contacto con expertos internacionales, informó. «Todos los expertos internacionales a que se ha acudido han expresado su simpatía e identificación con la causa boliviana».

Militares. Saavedra también reveló que, en días recientes, el propio presidente Evo Morales convocó a ex almirantes y ex comandantes de la Armada Boliviana para colaborar en la Dirección.

Las ex autoridades militares expresaron su total apoyo a la política de Estado de acudir a los tribunales internacionales. «Han expresado su deseo de ser parte de los equipios de trabajo de la Direccion», remarcó Saavedra, añadiendo que los estudios y la experiencia de los ex comandantes en el tema es de especial valor.

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Un asunto oscuro

Según la presidenta ejecutiva de YLB, la acusación fue fruto de una investigación técnica realizada a lo largo de dos años

Por La Razón

/ 25 de abril de 2024 / 06:59

La todavía incipiente industria del litio en Bolivia no puede salir de las sombras. Al violento arresto del exministro de Minería y exresponsable de la planta en la región de Lípez en Potosí, Luis Alberto Echazú, se ha sumado, ayer, la muerte del exgerente ejecutivo de Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB). El tema se ha politizado y, ahora, judicializado, pero del negocio no hay más que promesas.

Los contornos del caso, la actuación presuntamente arbitraria e irregular de la Fiscalía el lunes, según denuncia del abogado de Echazú, así como las declaraciones de jerarcas y portavoces del ala evista del MAS, hacen pensar en intereses políticos ligados a la sorda pelea por el poder en el partido gobernante antes que en aquellos ligados al efectivo despegue de la industria del litio en el país. El intercambio de acusaciones, con y sin fundamento, en nada ayuda a reactivar el proyecto.

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El tono y el contenido de una “carta abierta” firmada por el exgerente de YLB, Juan Carlos Montenegro, otro de los imputados, antes de morir (incluyendo una última línea en la que pide perdón a sus seres queridos por el “dolor” que les causará “esta mi decisión”), hace pensar en que detrás de la acusación hecha el jueves de la semana pasada por la actual gerente del proyecto y el procurador del Estado, además de la sorprendentemente rápida actuación del Ministerio Público, hay mucho más que la búsqueda de justicia o de castigo a la corrupción.

Según la presidenta ejecutiva de YLB, la acusación fue fruto de una investigación técnica realizada a lo largo de dos años, asunto del cual ni ella ni su antecesor habían dicho nada anteriormente. Al ser conducido a celdas policiales, el exministro, ahora en detención domiciliaria, afirmó que “el Gobierno quiere ocultar tres años y medio” de parálisis en el que debería ser el proyecto más importante del Estado Plurinacional en los últimos años.

Coincidiendo con la denuncia de YLB contra exfuncionarios de la institución, el mismo día, el Presidente del Estado acusó a “potencias mundiales” y un “país vecino” de pretender controlar los recursos naturales del país, especialmente el litio, bloqueando las exportaciones y excluyendo a Bolivia en procesos estratégicos de comunicación. A la luz de lo sucedido en los últimos años, es evidente que el principal obstáculo está en el Estado y no fuera de las fronteras.

Mientras Chile se abre a las inversiones de riesgo compartido y se propone recuperar el sitial de primer exportador de litio en el mundo en los próximos dos años, y el presidente de Argentina busca entregar las reservas de su país a las transnacionales del sector, Bolivia todavía no ha mostrado cuál es su estrategia de industrialización y comercialización del preciado mineral, al extremo que ni siquiera ha transparentado los acuerdos (no contratos) que tiene con empresas chinas y rusas. Así, es imposible tener optimismo en el futuro del litio.

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Ley ‘antihombres’

Los datos son innegables y terribles: la violencia contra las mujeres, lejos de disminuir, persiste e incluso aumenta.

Por La Razón

/ 21 de abril de 2024 / 00:27

La penosa declaración del presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, en sentido de que la Ley 348 es una ley “antihombres” (sic), puso en agenda la cuestión irresuelta de la violencia contra las mujeres. Rodríguez recibió fuertes críticas, pero también adhesiones. Lo preocupante es que fomenta a grupos antiderechos y pone en riesgo una norma que protege a las mujeres.

 La ley integral para garantizar a las mujeres una vida libre de violencia (Ley 348) fue promulgada por el presidente Morales en marzo de 2013. Su objeto es establecer mecanismos, medidas y políticas integrales de prevención, atención, protección y reparación a las mujeres en situación de violencia, así como la persecución y sanción a los agresores. Se trata de una ley avanzada, resultado de muchos años de lucha de las mujeres por sus derechos en una sociedad patriarcal y machista como la boliviana.

En 11 años de vigencia, la Ley 348 permitió el registro de centenas de miles de denuncias de violencia contra mujeres en el país. Según datos del Observatorio de Género de la Coordinadora de la Mujer, el año pasado hubo casi 52.000 denuncias. Los casos de violencia familiar o doméstica, que son la mayoría, se incrementaron en 193% entre 2013 y 2023. Cada día, en promedio, hay 142 denuncias de violencia contra mujeres, 30 agresiones sexuales, 104 embarazos de niñas y adolescentes. En 2023 se registraron 81 feminicidios.

Los datos son innegables y terribles: la violencia contra las mujeres, lejos de disminuir, persiste e incluso aumenta. Por ello son deplorables afirmaciones tan ligeras como que la Ley 348 es una “ley antihombres” o, peor, que “la violencia no tiene género”. Si bien existen acusaciones falsas contra hombres, e incluso detenciones arbitrarias presumiendo culpabilidad, ello no atenúa ni menos niega la abrumadora evidencia de que las mujeres son las victimas sistemáticas de actos de violencia en todas sus formas.

En su capítulo de derechos fundamentales, la Constitución señala con claridad que “todas las personas, en particular las mujeres, tienen derecho a no sufrir violencia física, sexual y psicológica”. Y establece que el Estado tiene la obligación de adoptar las medidas necesarias para prevenir, eliminar y sancionar la violencia de género.

Con ese mandato constitucional, la Ley 348 define mecanismos para proteger a las mujeres. Y traza la ruta para la denuncia, persecución y sanción penal de los agresores.

Es evidente que se requiere una reforma normativa y hay valiosas propuestas para el efecto. Pero sobre todo fallan los operadores del sistema judicial. Claro que debe evitarse que haya hombres inocentes en prisión, pero sobre todo que los feminicidas y violentos estén libres. Las polémicas palabras del presidente del Senado tendrían que servir para debatir el tema, mejorar la ley, garantizar en serio para las mujeres una vida libre de violencia y frenar las muy peligrosas campañas antiderechos.

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Un vecino conflictivo

El gobierno de Milei podría estar buscando consolidar su base política mediante el nacionalismo y el anti-izquierdismo

Por La Razón

/ 18 de abril de 2024 / 07:06

Días atrás, la ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich, informó que había decidido reforzar la seguridad en la frontera con Bolivia debido a la supuesta presencia de cientos de militares iraníes en el país. La respuesta de la Cancillería boliviana fue tan rápida como mesurada, en evidente contraste con el tono que está adoptando el gobierno de Javier Milei.

Desde el inicio, la presidencia de Javier Milei ha sido notable no solo por sus políticas internas de shock, sino también por su manejo de las relaciones internacionales, especialmente con países latinoamericanos de gobiernos considerados izquierdistas. Sus controversiales interacciones con líderes regionales han generado un amplio debate sobre las estrategias diplomáticas y sus implicaciones tanto a nivel regional como doméstico.

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Primero, el intercambio de insultos con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, provocó una rápida escalada de tensiones que afortunadamente no pasaron a más. Milei respondió a las críticas de López Obrador, quien había tildado a Milei de “facho conservador”, con términos igualmente duros, exacerbando las fricciones bilaterales. Este tipo de diplomacia de confrontación no solo socava las relaciones tradicionalmente cordiales entre Argentina y México, sino que también plantea preguntas sobre la estabilidad regional.

Por otra parte, las relaciones con Colombia se tensaron significativamente después de que Milei llamara al presidente Gustavo Petro «comunista asesino». Esta declaración provocó una pronta respuesta diplomática de Colombia, incluyendo el llamado de su embajador en Buenos Aires, lo cual subraya la seriedad del conflicto y el impacto en las relaciones diplomáticas; por ahora las relaciones entre ambos países están normalizándose y los respectivos embajadores han regresado a sus funciones.

Asimismo, la afirmación de la ministra Bullrich sobre la presunta presencia de militares iraníes en Bolivia añadió más leña al fuego, mostrando una tendencia hacia declaraciones provocativas que pueden tener serias repercusiones diplomáticas y de seguridad. Algo similar había ocurrido poco antes, cuando el presidente Milei afirmó que el gobierno de Chile iba a llevar a ese país a la pobreza por adoptar políticas socialistas. En ambos casos la respuesta fue pronta, mesurada y contundente.

En el frente interno, estas controversias internacionales parecen servir como una cortina de humo para desviar la atención de los problemas económicos graves que enfrenta Argentina, como la inflación y el estancamiento económico. Al centrarse en conflictos externos, el gobierno de Milei podría estar buscando consolidar su base política mediante el nacionalismo y el anti-izquierdismo, mientras posterga o minimiza la discusión sobre la necesidad de reformas económicas internas profundas.

Es posible que las tácticas de confrontación de Milei tengan un atractivo político inmediato entre ciertos sectores en Argentina que le son afines, pero los riesgos asociados a alienar a países vecinos y potenciales socios comerciales son altos, especialmente en el mediano y largo plazos, cuando el polémico mandatario ya no esté en funciones.

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Los medios en cuestión

Por La Razón

/ 14 de abril de 2024 / 00:20

El reciente estudio Delphi de la Fundación Friedrich Ebert (FES-Bolivia), realizado con líderes de todo el país, revela datos delicados respecto a los medios de comunicación y su desempeño. Además de una baja confianza, se percibe a los medios como promotores del conflicto y como actores políticos que informan en función a su agenda e intereses. La evaluación es crítica.

Hubo un tiempo en que los medios de comunicación y periodistas, en general, estaban en la cima de la confianza ciudadana. Junto con la Iglesia Católica, tenían muy alta legitimidad. Hoy es diferente: en la Delphi de la FES, solo el 7% tiene una confianza alta o muy alta en los medios. Para el 39% es regular. Y un mayoritario 54% confía poco o nada. Estos datos debieran preocuparnos. Si bien estamos mejor que otras entidades, la confianza es un bien preciado que los medios debemos recuperar y preservar.

En un contexto en que los medios digitales y las redes sociales tienden a desplazar a los medios de comunicación tradicionales como principal fuente de información, es necesario hacer un examen acerca de nuestro desempeño. ¿Cómo nos evalúan los líderes? Más de dos tercios, nada menos, sostienen que los medios informan en función a su propia agenda e intereses. Si sumamos el 13,5% que nos perciben como manipuladores, el saldo es muy negativo. Solo un marginal 7% cree que los medios informan con veracidad.

La baja confianza en los medios y la percepción de que informan más pensando en ellos mismos que en la sociedad, quizás se explican, entre otros factores, porque varios operadores mediáticos están polarizados y alientan la polarización. Lo vimos como tragedia en la crisis de 2019, cuando algunos medios y periodistas avalaron y hasta justificaron las masacres. Ello se reafirma en la Delphi: 86% de los líderes consultados sostienen que los medios promueven enfrentamientos y conflictos en el país.

Por si fuera poco, en estas percepciones reveladoras de la situación del campo mediático en Bolivia, casi nueve de cada 10 participantes en el estudio de la FES están de acuerdo con la afirmación de que los medios actúan como si fuesen actores políticos. Es tremendo. Para los liderazgos, la esencia de los medios se está perdiendo. En su balance, varios medios y periodistas están más cerca de la acción política que de la labor informativa. Eso, por supuesto, va en desmedro del periodismo.

Los estudios de percepción cualitativa y de opinión pública expresan tendencias generales en momentos determinados. Son útiles para la reflexión y el análisis. Y contribuyen a la autocrítica. Pero hay diferencias. Más allá de las percepciones aquí descritas, es meritorio el trabajo de medios que persisten en el empeño de cuidar y cultivar cada día los derechos a la comunicación e información. Como diario nos situamos en ese camino reafirmando nuestro compromiso con el libre ejercicio del oficio periodístico.

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Un impasse inédito

El camino hacia la resolución de este conflicto debe estar pavimentado con el respeto a las leyes internacionales

Por La Razón

/ 11 de abril de 2024 / 06:33

Aunque se afirma que no es la primera vez que ocurre en la historia reciente, lo sucedido en Quito la noche del viernes al sábado, cuando la Policía irrumpió en la Embajada de México ante Ecuador, representa mucho más que un escándalo diplomático y ha puesto al país andino en un impasse del cual será muy difícil salir, mucho más debido a la hasta ahora arrogante posición de su gobierno.

El conflicto diplomático entre México y Ecuador, cuyo antecedente inmediato fue la declaración de persona no grata a la embajadora mexicana, que luego dio paso al secuestro y encarcelamiento del exvicepresidente Jorge Glas, que acababa de recibir el estatus de refugiado político (pese a haber sido condenado por delitos comunes años atrás), ha escalado hasta alcanzar los estrados de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), donde México ha presentado una demanda buscando justicia y el respeto a las normas internacionales.

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La decisión de México de acudir a la CIJ y la convocatoria a sesiones extraordinarias de la Organización de Estados Americanos (OEA) los días martes y miércoles reflejan la gravedad de la situación y la necesidad de un marco de acción que respete los principios fundamentales de la diplomacia y el derecho internacional. Estos foros ofrecen una oportunidad invaluable para abordar el conflicto de manera constructiva, poniendo en primer plano la necesidad de soluciones pacíficas y el diálogo basado en el respeto mutuo, razón por la cual la demanda ecuatoriana de revisar los tratados internacionales es poco prudente.

En estas circunstancias, la comunidad internacional, así como los organismos regionales y multilaterales, deben actuar como mediadores para facilitar una resolución que respete las normas internacionales y promueva la estabilidad regional. Según expertos en la materia, la mediación debe enfocarse en la reconciliación y buscar una solución que permita a ambas partes superar el impasse, manteniendo la integridad de los tratados internacionales como guía.

Este conflicto sirve para poner en relieve la importancia de adherirse a los principios del derecho internacional no solo como un fin en sí mismo, sino como un medio para asegurar la paz, la seguridad y el respeto entre las naciones. La resolución de este caso podría sentar un precedente importante para el manejo de futuras disputas diplomáticas y reafirmar el valor de las convenciones internacionales como pilares de las relaciones entre Estados.

El camino hacia la resolución de este conflicto debe estar pavimentado con el respeto a las leyes internacionales y el compromiso con el diálogo y la negociación. Es imperativo que México y Ecuador, con el apoyo de la comunidad internacional y organismos como la OEA, encuentren una salida basada en el entendimiento mutuo y el respeto a los tratados que han guiado las relaciones diplomáticas durante décadas. Este enfoque no solo resolverá el impasse actual de manera justa, sino que también fortalecerá el sistema internacional basado en reglas, crucial para la coexistencia pacífica entre naciones.

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