Icono del sitio La Razón

BOLIVIA Y CHILE ENDURECEN POSTURA SOBRE EL DIÁLOGO

Al endurecimiento de posturas, se añade el hecho de que desde ambos lados se percibe que la relación «no pasa por su mejor momento».

Tras su participación en el programa El pueblo es noticia, el canciller David Choquehuanca fue requerido por la prensa que le solicitó evaluar la actual situación de las relaciones entre ambos países. «No estamos en el mejor momento», fue la respuesta de la autoridad, quien sin embargo dejó en claro que «existe comunicación, tiene que seguir el diálogo».

Choquehuanca se remitió a las declaraciones que hizo el canciller chileno, Alfredo Moreno, a inicios de junio, en la 41ª Asamblea de la Organización de Estados Americanos (OEA), en sentido de que el diálogo bilateral continuaría sobre la agenda de 13 puntos.

En ese marco, recordó que el país aguarda una comunicación oficial para seguir trabajando. «Nosotros estamos esperando que pueda haber una comunicación (de Chile) para que este mecanismo pueda funcionar».

El canciller Moreno, según Choquehuanca, manifestó que la agenda de los 13 puntos la seguirían trabajando los vicecancilleres en el mecanismo de consultas políticas. «Este mecanismo se reunía dos veces al año, la última reunión ha sido suspendida unilateralmente por Chile en noviembre del 2010», dijo el Canciller boliviano, quien luego aclaró que «la próxima reunión se tiene que realizar en Chile».

Sin embargo, mientras se espera que el país vecino dé el paso para retomar el diálogo en el que está incluido el tema marítimo, Moreno declaró al diario chileno La Tercera que «depende de Bolivia volver las cosas al lugar que corresponde». Agregó que «se invirtió mucho en la relación con Bolivia», «pero la posición de Chile en esta materia es una, y es que nosotros no vamos a trabajar con Bolivia si no hay respeto por los acuerdos que tenemos». De esta manera hizo alusión al Tratado de Paz y Amistad de 1904 que puso fin a la Guerra del Pacífico y en cuyo incumplimiento se basaría Bolivia para fundamentar la demanda marítima ante la Corte de La Haya.

Después del 17 de junio, día en que 14 militares bolivianos fueron detenidos en Chile, los gobiernos de ambos países hicieron un cruce de denuncias que avivó el malestar que La Moneda expresó el 23 de marzo, día en que el presidente Evo Morales anunció que Bolivia iba recurrir a tribunales internacionales en busca de solución a la demanda marítima.

En cuanto al caso de los uniformados, Bolivia denunció que éstos fueron humillados y que se violaron sus derechos, por lo que recurriría a instancias internacionales. Chile, por su parte, dijo que los militares actuaron como «delincuentes»

Este impasse derivó en que el Gobierno chileno dijera que toda la atención prestada al caso buscaba sólo desviar la atención del caso de René Sanabria, exresponsable de la lucha antidrogas  que se declaró culpable de narcotráfico en un tribunal de EEUU. En todo caso, Moreno dijo que «lo que tenemos aquí es un cambio de perspectiva desde el 23 de marzo. De ahí en adelante hemos tenido una relación con Bolivia que es muy diferente de la que teníamos, muchísimo más compleja y difícil. Todo lo demás son agregados menores».

Reacciones contrarias

Tras la detención de 14 militares en Chile, Bolivia pidió explicaciones por el maltrato que les dieron. Los carabineros chilenos fueron felicitados por su gobierno y los soldados bolivianos condecorados por Evo Morales.

‘El país no responderá a políticos de segunda’

El ministro de la Presidencia, Carlos Romero, manifestó que Bolivia no responderá a las declaraciones de políticos chilenos sobre el trato que recibieron los 14 militares detenidos en ese país.

«Vamos a manejarnos con altura cuando tengamos que responder cuestiones bilaterales entre Estados, no vamos a responder a las provocaciones de políticos de segunda fila, de segundo nivel, que están buscando dañar la relación entre dos pueblos hermanos», señaló el ministro.

De esta manera se refirió a los hechos de los últimos días, luego de que el presidente Evo Morales condecoró a los 14 militares. En la oportunidad, el diputado chileno Iván Moreira (UDI) calificó el acto como un reconocimiento a «delincuentes con uniforme». Moreira agregó que los militares «fueron tratados como personas», y que «comieron mucho mejor en Chile que en el Ejército boliviano».

Además, otro grupo de parlamentarios del país vecino pidió a su gobierno endurecer su postura, pues consideraron que la acción de Morales se constituía en una «provocación». «Bolivia se está sintiendo con el derecho de faltarle el respeto a Chile y eso es inaceptable», dijo Moreira a La Tercera.

Ambos países demandan explicaciones

El canciller David Choquehuanca reiteró ayer la posibilidad de acudir a instancias internacionales si Chile no envía un informe satisfactorio sobre el trato que recibieron 14 militares bolivianos detenidos en su país el viernes 17 de junio, cuando realizaban labores en contra del contrabando.

«Es nuestra obligación solicitar informes y se tiene que aclarar por qué se han cometido estos excesos. Si no encontramos una información satisfactoria, podemos acudir a organismos internacionales», dijo tras mencionar que las imágenes que muestran a los soldados con cadenas en los pies, encapuchados y enmanillados no sólo se difundieron en Bolivia.

Los 14 militares bolivianos fueron detenidos en la frontera con Chile en posesión de armas y dos vehículos con placas chilenas. Las autoridades chilenas resolvieron su liberación y expulsión a Bolivia, donde fueron condecorados por el presidente Evo Morales.

Reacción. Desde el país vecino, el canciller chileno Alfredo Moreno sostuvo que más bien es Bolivia la que debe dar explicaciones al respecto. «Aquí, quien debería estar dando explicaciones es Bolivia por el ingreso de estos soldados al territorio de Chile y por los problemas que estamos sufriendo por los autos robados», declaró la autoridad al diario chileno La Tercera.

El Gobierno boliviano sostiene que la incursión de los militares a Chile fue accidental e incluso pidió disculpas a los uniformados por el trato recibido, a través del comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, almirante Armando Pacheco. Además, Evo Morales anunció una denuncia ante la comunidad internacional.