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Colonizadores de Yucumo advierten con paro regional

Tras un paro cívico de 24 horas y el fortalecimiento del bloqueo de la carretera a San Borja, los yucumeños advirtieron ayer con un paro regional que se ampliaría a Caranavi, Alto Beni y Palos Blancos si los indígenas insisten en marchar hacia La Paz.

Con la consigna «Yucumo de pie, nunca de rodillas», un millar de pobladores entre gremiales, mototaxistas, transporte libre, traileros y vecinos marcharon ayer por las calles de Yucumo, a 25 kilómetros de La Embocada, donde se reunían Gobierno e indígenas.

Representantes de la Coordinadora Amazónica de Bolivia marcharon con banderas y estandartes para después plegarse al bloqueo de los colonos que cerraron la vía al pueblo de San Borja.

«Si se rompe el diálogo habrá un bloqueo en Caranavi, Alto Beni y Palos Blancos», anticipó ayer Ramiro Calle, secretario general de la Federación de Juntas Vecinales (Fejuve) de Yucumo.

Por su lado, el subalcalde Rosendo Chura se mostró muy crítico con la marcha de los indígenas que se oponen a la carretera entre Villa Tunari y San Ignacio de Moxos. «El TIPNIS es sólo una bandera, yo conozco el lugar, porque antes tranqueaba (llevaba madera) y estos marchistas no tienen razón. Por eso deben arreglar el problema aquí, pero si no pasa eso no van a pasar», advirtió.

En el lugar de la tranca, algunos de los colonos que bloquean la zona se mostraron por momentos agresivos. «No van a pasar y aquí no les vamos a dar ni un perro flaco para que coman. Esos son sólo llunk’us de la derecha», gritaba una  señora de pollera desde el punto de bloqueo. En la tranca había como un medio centenar de bloqueadores a los que se sumaron unos 1.000 yucumeños. A unos metros de ellos, al menos unos 30 policías vigilaban.

PERJUICIO. En tanto, unos 25 coches entre camiones, flotas y camionetas que iban al pueblo de San Borja estaban parados. Al frente, otra treintena de vehículos se encontraba en similar situación. «No va a pasar ni una mosca. Estos autos van a salir recién después de la medianoche», advertían los colonos a los pasajeros.

Los colonos bloquearon un pequeño puente; a unos 50 metros del lugar cavaron una zanja de unos 45 centímetros de profundidad por unos 10 metros de ancho.

Unos 400 policías, algunos de ellos con chalecos antibalas, esperaban a unos dos kilómetros de la tranca en instalaciones de un aserradero. Ahí estaban además unas cinco camionetas y una ambulancia ante cualquier eventualidad.

La marcha congrega a regionales

Si bien algunos ayoreos y un grupo de yuquis abandonaron la caminata, la marcha indígena en defensa del TIPNIS tiene representantes de al menos 11 regionales de todo el país, bajo la dirección de la CIDOB.

15 nacionalidades en la marcha

«Yaci etura», así saluda Mariel Pereira, una mujer del pueblo sirionó que marcha con los indígenas que defienden el TIPNIS. A unos tres metros de ella, el takana Carmelo Chau da la bienvenida al visitante «Tata wirakocha koana saipeavepavi tata koana». Pereira dijo en español «Buenos días amigo», mientras que Chau fue mucho más respetuoso: «Cómo está caballero».

En la marcha de los indígenas se hablan 15 idiomas distintos que resumen quizás las 34 nacionalidades indígenas de Bolivia. «En mi pueblo ya no hay con quién hablar. Nos dicen ‘indios de mierda’ cuando hablamos en takana», se lamenta Carmelo Chau en idioma castellano.

«Aquí hay muchas lenguas, pero todos utilizamos el español, que es prestado», apunta el aymara Rafael Quispe, para quien la «ch’ama de la Pachamama» (o fuerza de la Madre Tierra) inspira a los cerca de 1.500 marchistas a caminar en defensa del TIPNIS. Cuando se le pregunta a Chau cómo está, él responde con orgullo: «Añañe koana» o «estoy bien» en idioma takana. Juana, una mujer mojeña trinitaria, saluda cada mañana a sus compañeros de marcha con dos palabras: «Peja mico» para el «buenos días y «kope ropo» para el «buenas tardes». Los 15 idiomas que se hablan en la marcha son: aymara, quechua, sirionó, chimán, mojeño trinitario, mojeño ignaciano, yuracaré, yuqui, guaraní, ayoreo, chacobo, kavineño, arahona, takana y joaquiniano. «Nuestros dirigentes hablan español y así nos entendemos todos», dijo Bertha Bejarano.