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IX marcha pasa por San Ignacio en medio de un ambiente hostil

La agresión a la hija de un periodista de una emisora indígena y el intento de saqueo de un camión con víveres, fueron dos hechos que marcaron el paso de la IX marcha en defensa del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) por la ciudad de San Ignacio de Moxos.

Mariela, de 19 años e hija de Gregorio Nuni, director de radio Arrairrú Sache, fue rescatada por la Policía cuando bloqueadores intentaron golpearla una vez que la marcha salía del pueblo. “Le pegaron en el rostro y en el brazo, pero está bien”, narró su padre. El hecho sucedió a las 10.20.

Casi un millar de ignacianos rechiflaron el paso de los marchistas. Pedían la construcción de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos que es rechazada por la IX marcha. Un grupo de personas estuvo a punto de saquear el camión que llevaba los alimentos de los indígenas. Otros fueron benevolentes como Jeaneth Justiniano, que pidió no agredir a los indígenas. “Tienen bebés en brazos, no hay que agredirlos”, dijo.

La columna de al menos 400 indígenas salió a las 08.00 de El Algodonal hacia San Ignacio. A ella se sumaron 30 indígenas del Territorio Indígena Multiétnico (TIM 1) cuyo dirigente, Miguel Caumol, denunció además que el Gobierno no consultó a los pueblos indígenas sobre la construcción de los tramos I y III de la vía Villa Tunari-San Ignacio de Moxos.

Una hora más tarde, el presidente de la Central de Pueblos Indígenas de Bolivia (Cidob), Adolfo Chávez, salió al encuentro del viceministro de Gobierno, Jorge Pérez. Le entregó una carta con la decisión de la IX marcha de no entrar a San Ignacio, cuyo acceso aún permanecía con alambres de púas y mensajes de protesta.

Escoltada. La marcha tomó la avenida Circunvalación y bordeó San Ignacio. Recorrió ocho kilómetros escoltada por un centenar de policías, que a la salida de San Ignacio estuvieron a punto de ser superados por la multitud que no paraba de insultar a los marchistas. Acompañaron el paso de la movilización Derechos Humanos y la Defensoría del Pueblo.

“Hemos dado un gran paso”, alegó Chávez cuando la marcha llegó a Mausa, el criadero de la ONG Hoyam Moxos, mientras la columna descansaba. La IX marcha salió el 27 de abril de Trinidad, y pretende llegar hasta la ciudad de La Paz aún distante a más de 600 km hacia el oeste. “Ahora sí, la marcha va tomando cuerpo, hay que trabajar en la parte orgánica”, arengó Rafael Quispe, del Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (Conamaq).

Marchan nueve organizaciones y los organizadores esperan que se sumen otras. En San Ignacio, tras el paso de la marcha, la gente se movilizó hasta la plaza principal. Allí pidieron la renuncia del alcalde Basilio Nolbani y del subgobernador Sixto Bejarano, por su ausencia en las protestas. El viceministro Pérez agradeció a los ignacianos por la no violencia y señaló que lo que queda es trabajar en la consulta previa para que el TIPNIS decida sobre la carretera. “Que decidan qué hacer con su suerte, con su deseo de progreso”, afirmó.

Afecciones y alergias

Salud

Los cuadros de diarrea agudas y las alergias por picaduras de mosquitos y otros insectos persisten en la IX marcha indígena. Quienes padecen más estas plagas son los campesinos de tierras altas, como los del Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (Conamaq).

Pérez dice que marcha indígena es pagada

En un improvisado discurso en la plaza central de San Ignacio de Moxos, cerca del mediodía de ayer, el viceministro de Régimen Interior, Jorge Pérez, aseveró ante una multitud de ignacianos que la gente que participa de la IX marcha indígena no lo hace de corazón ni convicción, sino que son personas pagadas.

“Ustedes saben que los que están marchando —afirmó Pérez a la multitud— es gente que no lo está haciendo de corazón, por convicción, sino porque está siendo pagada, de acuerdo a las denuncias que he recibido”, según reportó la Fundación Tierra.

Pérez agradeció a los ignacianos el no haber agredido a los marchistas. “El pueblo ignaciano ha demostrado una conducta intachable, que tiene que ver con ese derecho histórico a tener un camino, una carretera construida”, manifestó.

El viceministro llegó a San Ignacio de Moxos el lunes para intermediar entre marchistas e ignacianos que el domingo decidieron cerrar el paso a la IX marcha y no permitirla entrar a la plaza principal a escuchar una misa. Los bloqueadores impidieron el ingreso a la ciudad con alambres de púas. La marcha se fue por la avenida Circunvalación y pasó la urbe en medio de insultos por su rechazo a la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos.