“Éste es un gobierno de obreros, campesinos, indígenas, vecinos y de intelectuales; y queremos esa base potenciarla y ampliarla mucho más, especialmente con los más maltratados, que es esa clase obrera fabril invisibilizada en pequeños centros laborales”, señaló el Vicepresidente en un acto de celebración del Día del Fabril (18 de mayo) en el Palacio.
García Linera recordó que, según la estadística del Gobierno, hoy en el país hay casi 500 mil “obreros obreros”; sin tomar en cuenta a los “empleados”. Tomando en cuenta que cada obrero tiene un núcleo familiar de 4 a 5 personas, se tiene, señaló, hasta dos millones y medio de personas que se puede decir conforman la clase obrera boliviana.
Pero en una gran mayoría, esa clase obrera está dispersa, disgregada en pequeñas unidades productivas y que carece del derecho a la organización: “Tenemos una nueva clase obrera, pero ya no en grandes sindicatos, sino en sindicatos dispersos. Lo más grave es que la mayor parte no tiene sindicato”.
En la gestión del presidente Morales, informó el Vicepresidente, se sindicalizó a 1.725 unidades laborales, entre fabriles, mineras y agrarias. Como el gran problema es la dispersión de la clase obrera, “estamos dispuestos a oír sugerencias; quizás haya que sindicalizar por oficio, por calle, por barrio o por zona, pero tenemos que encontrar el mecanismo de sindicalizar a esta nueva clase obrera fragmentada”, sentenció.
La fuerza de trabajo
Obreros
Los obreros hoy son fabriles, constructores, mineros, castañeros, panderos. Por lo general ya no están reunidos en grandes fábricas como en el pasado.