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La IX marcha llama a dialogar en San Borja

La invitación al diálogo en San Borja la hicieron luego de que la marcha fue recibida con aplausos y muestras de solidaridad de parte de la población borjana. “Vamos a hablar de igual a igual, de indígena a cocalero”, planteó el presidente de la Central de Pueblos Indígenas de Bolivia, Cidob, Adolfo Chávez, en medio de aplausos en la plaza principal.

La IX marcha indígena partió el 27 de abril desde Trinidad rumbo a La Paz; demanda la anulación de la Ley 222 de Consulta para una carretera por el medio del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure, TIPNIS. La presidenta del comité de marcha, Bertha Bejarano, le dijo al presidente Morales que los indígenas quieren la carretera, pero no por el núcleo del TIPNIS.

Libre. El exdirigente del Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (Conamaq) Rafael Quispe afirmó ayer que el diálogo planteado por la IX marcha indígena es sin condiciones, por lo que no se exige la presencia necesariamente del presidente Evo Morales, como ocurrió en 2011.

“Los pueblos indígenas son de la cultura del diálogo, ya no estamos poniendo, como el año pasado, la condición de (que venga sólo el) presidente Morales”.
Pero venga quien venga, dice, necesariamente debe tener “poder de decisión, porque el Mandatario ha perdido la confianza, esperamos que algún ministro o una comisión de la Asamblea (Legislativa) venga”, declaró.

La base del diálogo es la plataforma de nueve demandas que los marchistas ya hicieron llegar oficialmente al Gobierno. Tal como señalaron anteriormente, el “candado” que primero hay que abrir, que daría curso al diálogo, es la derogación de la Ley 222 de Consulta en el TIPNIS. 

La IX marcha, que ingresó ayer por la mañana a San Borja, se quedará en el lugar todo el fin de semana, pensando reiniciarse la caminata desde el lunes 21.
Mientras tanto, los marchistas aprovecharán para reabastecerse de alimentos, agua y ropa, y curarán a sus enfermos, sostuvo el dirigente Rafael Quispe.

Los indígenas fueron alojados en instalaciones de la Universidad Autónoma del Beni.  Al menos 22 indígenas son atendidos en el hospital de San Borja. Los marchistas sufren diferentes problemas, como dolor en las articulaciones, fatiga crónica y los niños sufren de deshidratación.