La decisión fue tomada ayer tras una marcha conjunta de indígenas, magisterio paceño y universitarios por el centro de la ciudad, que derivó en nuevos disturbios y heridos cerca de la plaza Murillo. Horas después, el encuentro de los marchistas indígenas en la plaza San Francisco agrupó a un millar de personas.
Por su lado, el Gobierno, a través del vicepresidente Álvaro García, reiteró en Cochabamba su disposición de dialogar con los dirigentes marchistas. “Ahora mismo regreso a La Paz dispuesto a negociar, pero que estén los verdaderos representantes”, dijo. En una carta firmada por el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, el Ejecutivo ofreció una “reunión inmediata, pero en presencia de los 63 corregidores del TIPNIS y de los presidentes de las tres subcentrales” de ese territorio.
En el cabildo en La Paz, tomaron la palabra dirigentes de la IX marcha, profesores y miembros de la Asamblea de la Paceñidad. “Hay una decisión de permanecer acá. Van a venir más hermanos a sumarse a la columna”, dijo el dirigente Fernando Vargas.
La dirigente Bertha Bejarano propuso ayer que la marcha se repliegue al TIPNIS para tratar de impedir la realización de la consulta sobre la intangibilidad del parque y el proyecto carretero San Ignacio de Moxos-Villa Tunari, que comenzará el 29 de julio, pero no logró respaldo.
Con relación a La Paz, los indígenas recordaron la voluntad de sectores ciudadanos de ir a una huelga de hambre y un paro cívico. “Esperemos que el Gobierno pueda dar una solución antes de que las cosas se extiendan a nivel nacional”, dijo en su discurso el suspendido presidente de la Cidob, Adolfo Chávez.
En esa línea, el exdirigente del Conamaq, Rafael Quispe, informó al cabildo que también se pidió a la Central Obrera Boliviana y a las juntas vecinales de La Paz y El Alto la huelga general e indefinida a nivel nacional.
El presidente de la Asamblea de la Paceñidad, Arturo Quispe, anunció que se analizará la posibilidad de un paro cívico en apoyo a la IX marcha. Por su lado, la Asamblea Cívica del Beni determinó convocar a un paro cívico de 24 horas el martes 10 de julio en respaldo a los indígenas del TIPNIS.
Acciones pro y antimarcha
Petición
Convergencia Nacional llamará al ministro Romero a que explique la represión a los marchistas.
Bejarano
Ayer, la presidenta del comité de marcha, Bertha Bejarano, había dicho que tal vez los marchistas regresen a sus comunidades. El cabildo decidió quedarse.
Gobierno y marchistas Esse Ejja firman pacto
El ministro de Gobierno, Carlos Romero, firmó el viernes por la tarde un acta de acuerdo con los indígenas del pueblo Esse Ejja, que llegaron a La Paz formando parte de la IX marcha. Tras el convenio, estos indígenas decidieron retornar a su comunidad en el norte de La Paz.
“La situación que ellos atraviesan es muy difícil (…) no tienen servicios, no tienen apoyo alguno, están en condición de empatronados todavía, en algunos casos; nos han pedido material deportivo, educativo, diez hectáreas de tierra para atender a sus familias, nos han pedido un proyecto de pesca artesanal y seis segadoras para limpieza de la comunidad”, explicó el Ministro de Gobierno.
Necesidad. Para Romero, “lo que han pedido (los Esse Ejja) es poco”, con relación a lo que necesita su pueblo, para mejorar sus condiciones de vida. “Vamos a firmar un acta de compromiso sobre estos pedidos; es sólo simbólico, estos hermanos necesitan un apoyo especial, conversaremos con la Gobernación, con el municipio de Apolo y varios ministerios”, subrayó Romero.
Por su parte, el representante de los indígenas, Apolinar Sosa, agradeció al Gobierno y pidió a los dirigentes de la IX marcha que no sigan engañando con demandas que no son de los nativos. Ellos retornan a sus comunidades.
Marchistas, a golpes contra policías
Antes del cabildo, la marcha de indígenas, magisterio paceño, universitarios, activistas y la Asamblea de la Paceñidad intentó ingresar a la plaza Murillo. Los policías resistieron pedradas y golpes con palos durante varios minutos antes de dispersar a la multitud con gases lacrimógenos.
Cerca de las 17.15, la movilización encabezada por la profesora Wilma Plata e indígenas intentó forzar la entrada al Kilómetro cero por la esquina de la Yanacocha y Ballivián, lo que provocó la reacción de los uniformados con agentes químicos. Los marchistas se enardecieron y las pedradas siguieron.
La marcha estuvo a punto de ingresar a la plaza Murillo, ya que hizo retroceder a los efectivos a punta de golpes hasta la esquina del edificio de la Cancillería, sin embargo, los policías fueron reforzados por miembros de la UTOP y lograron que los manifestantes den marcha atrás.
El viceministro de Régimen Interior, Juan Carlos Pérez, dijo que “hemos visto la agresividad que sale de todo marco del criterio razonable de una movilización (…) Ustedes vieron que la Policía estaba cumpliendo su trabajo de manera tranquila, pero de manera iracunda, agresiva y violenta esta columna de marchistas agredió la integridad de los uniformados, con vidrios, piedras, palos, etc.”.
Aseguró que existen seis personas heridas y entre ellas los casos más graves son el de un policía que perdió la dentadura del maxilar inferior y una mujer uniformada que sufrió una cortadura grande en la cabeza. Los otros son contusos por palazos y pedradas.