Un “artefacto de uso militar” cayó en una fábrica de plastoformo de Iquircollo, Quillacollo, y causó alarma ayer en los obreros, ya que presumieron que era un “misil u otro explosivo” que aparentemente se desprendió de uno de los aviones que sobrevolaba la zona.
Cerca de las 07.30, los obreros de la fábrica Casa Pronta se sorprendieron con la caída del objeto por el techo, el mismo que dejó un forado de casi 30 centímetros, para luego quedar incrustado en una de las máquinas. Después desalojaron el lugar y convocaron a la Policía que llegó al lugar a las 09.45.
El comandante regional de la Policía de Quillacollo, Raúl Cadima, explicó que se convocó a los Bomberos y a la Unidad de Explosivos para establecer de qué artefacto se trata. “No hubo explosión alguna, simplemente el ruido que hizo al ingreso por el techo ha causado alarma, se ha dañado la infraestructura de la fábrica y se presume que ha caído de un avión. Tiene la forma de un misil, pero no estamos en condiciones de decir si es o no”, explicó.
Este diario intentó obtener una información de autoridades de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB), pero una fuente militar respondió que no se iba a difundir ningún pronunciamiento. Empero, negó que se trate de un misil.
Debido a los posibles riesgos que traía el artefacto, se acordonó la zona. El personal de la gasolinera de Iquircollo, aledaño a la fábrica, contó que durante la mañana sobrevolaron dos aviones por la zona, presumen que el objeto se desprendió de uno de ellos.
La Unidad de Bomberos inspeccionó el artefacto. Sánchez informó que “es un aparato presumiblemente explosivo de características técnicas desconocidas y aparentemente de uso militar. El aparato está completo, es una ojiva que si se hubiera activado hubiéramos tenido resultados catastróficos porque existe un surtidor al lado del lugar”. Pasado el mediodía, efectivos de la Segunda Brigada Aérea recogieron el dispositivo.