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La FAB confirma que cayó un cohete

El Comando General de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB) informó que el artefacto que cayó el jueves en una fábrica de Cochabamba es un cohete de instrucción sin explosivo, que se desprendió de una aeronave K-8W.  

El artefacto cayó en una fábrica de plastoformo de la zona de Iquircollo, Quillacollo, y alarmó a los obreros, quienes inmediatamente presumieron que se trataba de un “misil” que se desprendió de un avión que sobrevolaba la zona.

El informe oficial de la FAB indica que a las 07.00 del jueves, una aeronave K-8W, que se encontraba en fase de despegue en la pista del aeropuerto de la ciudad de Cochabamba, “sufrió un impacto de ave que afectó un lanzacohetes de instrucción suspendido bajo el ala izquierda”.

Debido a esta situación, un cohete alojado en ese dispositivo se liberó cuando la nave sobrevolaba en las proximidades de Quillacollo, sin causar daños personales, ni materiales de importancia. De acuerdo con el informe, se  trata de un “cohete de instrucción (sin explosivo); que fue recuperado posteriormente” por efectivos de la Segunda Brigada Aérea.

“Ese incidente no ha ocasionado felizmente ningún daño a personas, sí habría daños materiales, pero por supuesto (que) ese daño va a ser cubierto por las Fuerzas Armadas”, señaló el ministro de Defensa, Rubén Saavedra. El objeto, que quedó incrustado en una de las máquinas, entró por el techo de la fábrica y dejó un forado de casi 30 centímetros.

Bolivia compró seis aviones K-8 Karakorum a principios de febrero. Arribaron a Cochabamba para su ensamblaje, en junio, y establecieron su base en esa capital. Esas naves tienen la misión de reforzar la lucha antidrogas, pues se prevé que las utilicen para derribar narcoaviones.

El Comando General de la FAB, en todo caso, dispuso que la Junta Investigadora de Incidentes se constituya en la ciudad de Cochabamba, para esclarecer los pormenores del incidente.