Cocaleros asumen reducción de cultivos en apoyo político a Evo
Compromiso. Los productores quieren recuperar el carácter sagrado de la hoja.
Un compromiso del presidente Evo Morales en Viena y el apoyo político de los cocaleros fueron el motor para la reducción de plantaciones en el país, que se refleja en el Monitoreo de Cultivo de Coca 2011 que presentó la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).
No sólo son los dirigentes quienes revelaron esta decisión, sino también autoridades, y hasta el propio representante de la UNODC, César Guedes, admitió que ha tenido que mediar un respaldo de los productores para que el Primer Mandatario sustente la palabra que empeñó en la capital austriaca, a donde fue a presentar la denuncia del país a la Convención de Viena en defensa del acullico.
El Monitoreo de Cultivos de Coca 2011, presentado por la ONU el lunes, señala que en 2011 se logró la erradicación neta de plantaciones de la hoja en 12%, de 31 mil hectáreas a 27.200.
Julio Salazar, dirigente de los cocaleros del trópico cochabambino y senador de Cochabamba por el Movimiento Al Socialismo (MAS), aseguró que se debe asumir la responsabilidad del país ante el problema del narcotráfico, pero que eso debe ser con dignidad y soberanía.
“En nuestra región se ha asumido una conciencia para ayudar a nuestro gobierno en la lucha contra el narcotráfico y la mejor forma de hacerlo es respetando el cato de coca. Esta decisión política se ha materializado gracias al control social”, explicó.
En su criterio, ese compromiso permite asegurar que la reducción concertada continuará hasta estabilizar la producción en una cifra que responda al uso legal y al carácter sagrado de la hoja.
Salazar recordó que el Presidente dijo que en el Chapare no habrá coca cero, pero tampoco libre plantación. “Lo que estamos impulsando es el desarrollo integral con coca. No sólo somos cocaleros”, aseguró.
Johnny Cachaca, dirigente de los productores de coca de Caranavi, afirmó que en esa provincia cumplen voluntariamente con todos los requisitos que ha planteado el mandatario Morales “para controlar los cultivos de coca en el marco del proceso de cambio”.
“Hemos trabajado con el PACS (Programa de Apoyo al Control Social) para garantizar el control social y lograr cultivar incluso menos de lo que nos permite la ley. Nuestro cupo es de 1.000 hectáreas, el informe dice que tenemos 1.200, pero ahora estamos en las 900. Cumplimos con el registro de catastro y los controles que nosotros mismos hemos decidido”, detalló para reflejar ese compromiso.
Reynaldo Mamani, dirigente en Villa Tunari, aclaró que los productores de su región exigieron respeto al cato de coca, pero los informes aún relacionan al Chapare con el narcotráfico, “pese a que este gobierno erradicó más que cualquier otro”.
“Esas cifras se deben al compromiso político de las Seis Federaciones de erradicar la coca excedentaria. En el nivel de los sindicatos estamos concientizando de que no debe haber una sola hoja ilegal”, manifestó.
Estas opiniones de productores de coca, tanto del Chapare como de los Yungas, son compartidas por el viceministro de Coca y Desarrollo Integral, Dionisio Núñez, quien indicó que en 2006, cuando Evo Morales asumió la presidencia del país, los cocaleros sintieron que eran gobierno y con el paso de los años tomaron conciencia de que la mejor manera de apoyar el proceso de cambio era no afectar la imagen del Primer Mandatario y quitar el estigma del narcotráfico en el país.
“Se suponía que con Presidente cocalero los cultivos crecerían, pero se tomó conciencia de respaldar al Gobierno y asumir un compromiso político desde la limitación y reducción de cultivos, para no dar paso a opiniones que desprestigian”, expresó.
Para la ONU el monitoreo no es casual, es tendencia
La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) celebra que “finalmente” en 2011 se haya logrado una erradicación neta porque esto marca una tendencia en la lucha contra el narcotráfico.
Para asumir esa posición, el representante en Bolivia de la UNODC, César Guedes, hizo un análisis histórico. “En los últimos tres años se ha logrado una estabilidad con subidas muy leves. En ese mismo periodo se han logrado erradicaciones intensas con cifras récord. En 2009 se han eliminado 6.500 hectáreas, el año siguiente 8.500 y en 2011 fueron 10.500”, explicó.
El funcionario de la ONU aseguró que esas cifras ayudan a reducir el crecimiento de cocales e indudablemente marcan una tendencia que se consolidará en el próximo monitoreo, si se mantiene el ritmo de erradicación —el Viceministerio de Defensa Social reportó que ya se alcanzaron las 8.000 hectáreas. “Esto muestra el buen trabajo y el éxito de la estrategia boliviana”, sostuvo Guedes.
Del satélite al control social
Un factor determinante para lograr la reducción de los cultivos de coca en 2011 ha sido la autorregulación que han asumido los productores y, en ese marco, el Proyecto de Apoyo al Control Social (PACS) de la producción de la hoja de coca, respaldado por la Unión Europea.
Este programa aporta con un instrumento de imágenes satelitales —proporcionadas por el proyecto F57 de la ONU— denominado Syscica que sirve a los cocaleros para determinar cuáles de sus afiliados exceden las áreas permitidas y deben someterse a la erradicación concertada.
El coordinador del programa, Milton Lozano, aclaró que esa entidad no se encarga de la erradicación, sino que aporta mecanismos y tecnología para que los sindicatos y federaciones actúen con sus afiliados.
“El primer paso importante es la profundización del control social a través de la creación de secretarías en sindicatos y federaciones. Esto permitió elaborar reglamentos que delimitan áreas de cultivo y determinan sanciones contra quienes exceden esas superficies” explicó Lozano.
El coordinador comentó que se trata de preservar “la legalidad, la cultura y la moral” respecto a la coca y su producción en el país.
Pedro Ferrano, responsable de Monitoreo del PACS, dijo que su tarea es activar mecanismos para que con la ayuda del Syscoca las secretarías de control social de cada organización verifiquen si sus afiliados se excedieron en el cato de coca, en el caso del Chapare o su registro catastral en los Yungas.
La ONU tampoco interviene en la erradicación ni en el control social. El responsable de la Oficina contra la Droga y el Delito, César Guedes, aclaró que se comparte información con el PACS en una alianza para apoyar la reducción de cultivos de coca.
Si bien ahora el control social permitió apoyar esa tarea, en un principio tuvo dificultades porque los cocaleros los consideraban “los sustitutos de la DEA de EEUU”, pero la experiencia demostró que la tarea de regulación era de los productores y no de técnicos ajenos a la comunidad.
Autocontrol estabilizará producción de coca
El viceministro de Coca y Desarrollo Integral, Dionisio Núñez, anunció que el autocontrol entre los productores estabilizará la producción de la hoja y permitirá recuperar su carácter sagrado y sus usos tradicionales.
La autoridad informó que en el trópico de Cochabamba y en La Paz se ha determinado limitar los cultivos sobre la base del cato de coca y las áreas tradicionales.
Explicó que en cada sindicato, federación y regional se ha determinado no expandirse. “Con un presidente cocalero se suponía que iba a aumentar la producción, pero esa reflexión para ayudar al Gobierno permitió delimitar zonas y reducir cultivos”, dijo.
Este mecanismo conocido como el control social es para canalizar el respaldo al Ejecutivo, como un compromiso político para contribuir a gobernar.
Como había el acuerdo de los productores, lo que ha hecho el Gobierno es facilitar la comercialización directamente en los mercados de consumo, para evitar a los intermediarios.
“Antes los cocaleros no tenían ese derecho. Ahora hay unos 5.000 productores que tienen licencia para transportar seis taques de coca a los centros de abasto en todo el país, donde los compradores buscan la hoja para el acullico, no para la droga”, aseguró Núñez.