Choquehuanca anuncia gira por Europa para explicar mascado de coca en Bolivia
Bolivia decidió retirarse en 2011 de la Convención sobre los Estupefacientes de las Naciones Unidas de 1961, a la que pretende reintegrarse con una reserva respecto a la aceptación del masticado de la coca.
El canciller boliviano David Choquehuanca anunció hoy una gira por Europa en octubre para explicar el significado del masticado de la hoja de coca, práctica ancestral cuyo reconocimiento ya tiene el respaldo de 120 países del Movimiento de No Alineados, según dijo.
Choquehuanca consideró en rueda de prensa que «lo que falta es comunicación» para que las naciones europeas, que no identificó, comprendan cabalmente la demanda boliviana de legalizar el consumo de la hoja de coca como una defensa de costumbres ancestrales y no de la producción de droga.
Según el jefe de la diplonacia boliviana, 120 países del Movimiento de los No Alineados «apoyan para que se pueda practicar» libremente «el acullico» (masticado de coca), según una resolución que adoptaron en la última cumbre que los reunió en Irán a fines de agosto.
El presidente boliviano Evo Morales, durante su intervención en Naciones Unidas, este jueves en Nueva York, agradeció a los países No Alineados «por su apoyo a esa propuesta; después de miles de años, el reconocimiento al consumo legal de la hoja de coca».
Bolivia decidió retirarse en 2011 de la Convención sobre los Estupefacientes de las Naciones Unidas de 1961, a la que pretende reintegrarse con una reserva respecto a la aceptación del masticado de la coca.
El uso de las hojas de coca con fines medicinales y religiosos, así como su masticado, forman parte de las tradiciones milenarias ancestrales de las culturas indígenas andinas bolivianas.
«Estamos corrigiendo una injusticia que se ha cometido. Esa convención (la de Naciones Unidas de 1961) ha sido ratificada durante la dictadura (militar boliviana) y nosotros tenemos que corregir estos descuidos que han tenido los anteriores gobiernos», destacó Choquehuanca.
La Junta Internacional de Estupefacientes (JIFE) de la ONU, órgano encargado de vigilar la aplicación de los tratados de fiscalización internacional de drogas, de la cual Bolivia estuvo al margen este año, debe examinar la demanda del gobierno de Morales a principios de 2013.
Si Bolivia consigue el respaldo de más de dos tercios de un total de 168 países miembros, puede tramitar su readmisión, que sería inmediata. Si su solicitud es rechazada, quedaría fuera de la Convención por tiempo indefinido.