Producto de la actual tensión entre Bolivia y Estados Unidos, dos puntos del acuerdo marco serán revisados: el respeto a la soberanía y la injerencia política en asuntos internos, que hoy son temas clave para el gobierno del presidente Evo Morales.
La tensión que viven los gobiernos de Evo Morales y de Barack Obama despertó —en el lado boliviano— el empeño de revisar el convenio marco rubricado entre ambos países. El ministro de Gobierno, Carlos Romero, adelantó que los primeros temas en analizar serán los términos de la soberanía y de la injerencia política.
“El acuerdo marco como tal se ha sustentado en el respeto a las decisiones soberanas de los Estados y a la no injerencia en asuntos internos; con ese marco filosófico lo que hay que revisar es que si están adecuadamente expresados los términos o no en el contexto de este tensionamiento que surgió en los últimos días”, detalló el ministro Romero.
La Paz y Washington firmaron el 7 de noviembre de 2011 un convenio marco que sentó las bases de una nueva relación bilateral. Desde 2008, ambos Estados viven una tensa relación con la expulsión de sus embajadores y cuestionamientos a la política exterior de Estados Unidos por parte del Gobierno de Bolivia.
Críticas. La administración de Evo Morales puso en tapete una serie de cuestionamientos contra el gobierno de Obama. El Mandatario dijo que “tener relaciones con la Embajada de Estados Unidos es como una caca (excremento)”; luego denunció que el país del norte declaró una “guerra permanente” contra su gestión.
Esas declaraciones fueron catalogadas de “poco constructivas” para el establecimiento de una nueva relación diplomática. El subsecretario interino de Asuntos Públicos del Departamento de Estado de EEUU, Mike Hammer, manifestó la intención de su gobierno de mejorar el estado de las relaciones bilaterales.
La decisión de revisar los términos de soberanía e injerencia política fue respaldada por la presidenta de la Cámara de Diputados, Rebeca Delgado, quien detalló que “en todo este tiempo que tuvimos el acuerdo hay más injerencia política, a través de las organizaciones como la DEA (Departamento antidroga de EEUU); creemos que eso es básico para una relación igualitaria diplomática”.
Para el ministro Romero no debe alarmar el adjetivo (“caca”) que utilizó el Jefe del Estado en referencia a la situación actual que viven ambos países. “Una embajadora de Estados Unidos se animó a decir que a los bolivianos nos faltaba cojones; (ella) utilizó un adjetivo; el Presidente utilizó (otro) adjetivo para calificar el carácter del relacionamiento que tradicionalmente se aplicó con Estados Unidos”, comparó el ministro de Gobierno.
Revisión de cuatro ejes del acuerdo
Propuesta
Legisladores del oficialismo sugirieron la revisión de cuatro temáticas del acuerdo marco entre Bolivia y Estados Unidos: mecanismos de cooperación, injerencia política, asuntos comerciales y la extradición de políticos con juicios pendientes en el país, son los temas sujetos a análisis.
Antidroga
El ministro de Gobierno, Carlos Romero, afirmó que la tensa relación que viven ambos gobiernos no afectará en el convenio tripartito de lucha contra el narcotráfico, que fue firmado entre Bolivia, Brasil y Estados Unidos.
Dávila: Choquehuanca y Quintana no disienten
La ministra de Comunicación, Amanda Dávila, aseguró que no existen contradicciones entre las declaraciones del canciller David Choquehuanca y el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, quienes tuvieron posturas diferentes sobre la ejecución del acuerdo marco firmado con Estados Unidos.
El canciller Choquehuanca afirmó el martes en Berlín, Alemania, que el convenio marco rubricado con EEUU tiene plena vigencia y que el gobierno de Evo Morales busca lograr las mejores relaciones con la administración de Barack Obama.
La declaración del Canciller surgió días después de que Quintana planteara la necesidad de revisar el acuerdo marco, firmado en Washington el 7 de noviembre de 2011. “No hay ninguna contradicción (entre) los ministros David Choquehuanca (y) Juan Ramón Quintana, porque el acuerdo marco está sujeto a revisión permanente y está en plena ejecución”, explicó la ministra de Comunicación Dávila en contacto con los medios en la plaza Murillo.
Bolivia y Estados Unidos mantienen una compleja relación desde 2008, cuando el mandatario Morales expulsó del país al embajador estadounidense Philip Goldberg. En esa ocasión, también acusó al Gobierno estadounidense de injerir políticamente en asuntos internos.