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Vicecanciller dice que comunidad internacional estudiará mecanismos para apoyar lucha antidroga de Bolivia

El vicecanciller Juan Carlos Alurralde informó este jueves que muchos países estudian la posibilidad de incrementar el apoyo a Bolivia en materia de lucha contra el narcotráfico.

Esa fue la respuesta que recibieron, al menos, en la gira europea que el canciller David Choquehuanca y Alurralde llevaron a cabo la pasada semana para buscar apoyo para la readmisión de Bolivia a la Convención Única de las Naciones Unidas sobre estupefacientes de 1961 y pedir un trabajo conjunto en la lucha contra el narcotráfico.

«Se ha pedido de que el concurso en la lucha desigual que confronta Bolivia con el narcotráfico debe ser compartida, bajo este principio de responsabilidad compartida y en el cual los países que son mayores demandantes, consumidores de la cocaína en este caso o de cualquier otro estupefaciente debe tener un rol mucho más protagónico en lo que refiere a coadyuvar la lucha contra el narcotráfico. En ese sentido muchos países han afirmado de que van a estudiar mecanismos más prontos para colaborar en esta lucha con Bolivia», anunció.

Dijo además que la colaboración no implica únicamente en materia económica, sino también en tecnología, como ser radares para detectar avionetas, imágenes satelitales para controlar cultivos excedentarios de coca, entre otros.

Readmisión a la Convención de Viena

Choquehuanca y Alurralde visitaron Londres, Madrid, Viena, París, Estocolmo y Berlín para, además, buscar apoyo para la readmisión de Bolivia a la Convención de Viena, pero con una reserva al acápite que prohíbe el «acullicu» y demanda de los Estados que, en un plazo de 25 años, eliminen la práctica del masticado de la hoja de coca, que ya feneció en el caso de Bolivia el año 2000.

«Hemos podido notar que existe una falta de información en muchos casos respecto a la solicitud que está haciendo Bolivia de que se acepte la reserva que está haciendo para su reingreso a la Convención del 61, había unas malas interpretaciones en el sentido de que Bolivia estaba buscando una enmienda a la propia Convención y que esto afectaba a la integridad de esta, sin embargo hemos aclarado en detalle cuáles son los alcances justamente de la reserva que nosotros hemos hecho», explicó.

En ese sentido, precisó que, tras la explicación brindada por Bolivia a las autoridades de los países que visitó en Europa, existe «mucho interés» y muestras de «señales positivas» para evitar una objeción a la misma.

El representante en Bolivia de la Oficina de las Naciones Unidas para las Drogas y el Delito (ONUDD), César Guedes, explicó que para la readmisión no existe una votación de parte de los países, sino que cada Estado enviará una carta al Secretario General de la ONUDD en caso de existir alguna objeción, mientras que el país que está a favor o tiene una posición neutral no necesita enviar una comunicación.

Señaló, además, que el próximo 10 de enero se conocerá si existen objeciones a la readmisión de Bolivia a esta Convención.

Bolivia denunció la Convención de Viena el año pasado para defender el acullicu y en razón al artículo 384 de la Constitución Política del Estado que establece que el Estado protege a la coca originaria y ancestral como patrimonio cultural natural renovable de la biodiversidad de Bolivia, y como factor de cohesión social; en su estado natural no es estupefaciente.