Una experiencia de terror con ingredientes anglosajones y bolivianos

Es desafiar al miedo para encontrarse con personajes que encarnan el horror anglosajón y el boliviano. Cada noche, desde el 18 de octubre, al menos 150 jóvenes se dan cita en la casa embrujada ‘Paranormal House’ para convertirse en víctimas del terror.
Los gritos sin pausa que salen del interior de la casa, fusionados con sonidos de motosierra y golpes sobre madera intensifican la ansiedad de los jóvenes. Conforme se preparan a los grupos de hasta seis personas, personal de la organización les entrega una capa impermeable. ¬–¿Para qué es esto?–, preguntan –para evitar que se mojen con la sangre que arroja el carnicero–, les responden.
El recorrido es guiado por un hombre encapuchado que lleva en manos una lámpara de luz opaca e insta a los visitantes a “correr y correr” para que no se queden atrapados en la oscuridad, pero el piso es de tierra y con ciertas elevaciones que demoran la caminata.
Por angostos senderos en los que se aparecen zombies de aspecto tétrico, se llega en total a unas 15 salas o locaciones que encierran al personaje macabro y, en muchos casos, a su martirizado.
En una de éstas se encuentra el mítico ‘Tío de la mina’ rodeado por el mismísimo infierno, en otra aparece un hombre que pide salvamento antes de que el ‘kari kari’ le quite su grasa. En el cementerio tenebroso, que consigue generar una sensación ‘fría’ en el cuerpo, se encuentran la novia y la cholita zombie, ambas listas para atormentar a los visitantes.
Las vocecillas burlescas de los payasos macabros se escuchan segundos antes de que se los pueda ver. El susto es anticipado. Los visitantes deben seguir corriendo pero se encuentran con una especie de escalera ancha para escalar de algo más de cinco metros.
Superado el reto, los gritos de una víctima y el olor a carne descompuesta advierten la presencia del ‘carnicero’. Alguien arroja una mínima cantidad de agua fría y cuando el asesino toma su cuchillo y se dispone a atacar, el hombre encapuchado ordena correr. Sin embargo, en la sala cuelgan pedazos de charque que dificultan la salida inmediata.
Los zombies encerrados en un subsuelo queriendo saltar la malla que les encierra y la representación de una escena de la película “El exorcista”, entre otros, despiden la sesión que bordea los 30 minutos.
Muchos de los jóvenes abandonan la casa del terror entre risas y comentarios sobre los personajes. Algunos prometen no volver a intentarlo, pero otros piden, ansiosos, una repetición. ¿Estuvo bueno amigo? les preguntan los que aún esperan su turno y ellos responden con un rotundo “Sí” y una gran sonrisa de satisfacción.
Citas con el horror
La casa ‘Paranormal House’, calle Goitia esquina Capitán Ravelo, estará abierta hasta el 20 de noviembre de 19.00 en adelante. El precio del boleto de entrada es de 25 bolivianos. Según Jhonns Uribe, uno de los impulsores de la iniciativa, el lugar está decorado con motivos extranjeros y andinos-bolivianos que “no niegan nuestra costumbre y tradición”.
Es recomendable que los interesados asistan con zapatillas deportivas. También se restringe el ingreso de personas cardiacas, con epilepsia o mujeres en estado de gestación.
Pero también hay otras ofertas, este año el ‘Teatro del Terror’ del Cine Monje Campero abre sus puertas por vez primera. La administradora del lugar, Patricia Maldonado, explicó que la recreación se fundamenta en la historia real, años atrás, del suicidio de uno de los trabajadores del teatro.
En este caso, el recorrido promete un encuentro con personajes “reales” como dementes, torturadores y maniáticos. Este lugar se abre sólo los días miércoles, viernes, sábado y domingo de 19.30 en adelante. Para poder ingresar se puede adicionar cinco bolivianos al costo de la entrada del cine y la otra opción única es de 15 bolivianos.
En la misma línea del género del terror, el supermercado Ketal promociona el espacio ‘Área 51’ donde garantiza un mundo de alienígenas. Este espacio, calle 15 de Calacoto, sólo abrirá durante los días 31 de octubre y 1 de noviembre. El costo de la entrada asciende a 35 bolivianos.
La oferta va en ascenso. Centros masivos como el MegaCenter y Burger King también alistan espacios llenos de terror que prometen unos minutos de espanto.