El representante de Estados Unidos en Bolivia y el actor Sean Penn, de visita en el país, reclamaron ayer a autoridades bolivianas que resuelvan la situación del empresario norteamericano Jacob Ostreicher, preso desde hace 18 meses y quien denunció una red de extorsión estatal.
“Esperamos que se haga justicia pronto”, declaró Larry Memmott, encargado de Negocios de Estados Unidos en Bolivia —el diplomático de más alto nivel desde que ambos países retiraron sus embajadores en 2008— tras afirmar que Ostreicher “está muy enfermo”.
El empresario arrocero, detenido desde junio de 2011 sin previo juicio, fue acusado por abogados del Gobierno y fiscales de lavar dinero del narcotráfico, pero él alega inocencia y, en cambio, denunció que lo extorsionaron exigiéndole dinero a cambio de su libertad condicional en un caso que acabó con varios funcionarios detenidos.
“Le pido al presidente Morales la inmediata liberación, exoneración y regreso seguro de Jacob a su familia en Estados Unidos”, dijo Penn en conferencia de prensa en Santa Cruz, junto al empresario Ostreicher (53 años), postrado en una silla de ruedas por su grave estado de salud.
La presentación del actor estadounidense se realizó en una clínica privada, donde actualmente se encuentra internado Ostreicher, bajo custodia policial, un día después de que solicitara la libertad provisional a la sala penal de una corte de justicia que le negó el beneficio y devolvió el proceso a un juez de menor rango para resolver su situación.