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Gobierno presentará pruebas a Barack Obama de afanes desestabilizadores de Embajada de EEUU

El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, afirmó este domingo que el Órgano Ejecutivo acumula pruebas en contra de la Embajada de Estados Unidos que buscan «derrumbar» al Gobierno de Evo Morales, las cuales serán presentadas al presidente norteamericano Barack Obama, para que dejen de cercarlos políticamente.

El ministro que desde el año 2006 en el presente y más adelante seguirán enfrentando «una guerra permanente» de los Estados Unidos, que tiene como objetivo «destruir el conjunto de transformaciones que estamos llevando adelante, que tiene como objetivo derrumbar al Gobierno, frenar este proceso y dar marcha atrás… ese es el objetivo político y no otro, no hay que equivocarse», señaló.

«Estamos haciendo un seguimiento escrupuloso a los actos de la potencia en nuestro país. Hay tantas evidencias y todos los días para entregar esas pruebas a Obama, al Presidente de los EEUU, para decirle, dejen de hostigar el Gobierno boliviano, dejen de cercar políticamente a nuestro gobierno, dejen de emboscarnos políticamente», manifestó Quintana a los medios estatales.

«Sus informes los desenmascaran. Lean sus informes de lucha contra el narcotráfico, de lucha contra el terrorismo, sus informes unilaterales sobre derechos humanos», afirmó  Quintana a tiempo de lamentar que esos documentos no reconozcan los avances de Bolivia en la lucha contra las drogas, derechos democráticos, participación ciudadana, redistribución económica y justicia social.

Asimismo, dijo que hay rearticulaciones políticas de la Embajada, sujetos poco visibles con los cuales operan además que las estrategias que utilizan ya no son tan «groseras» como en el pasado pues cree que cada día se «sofistican y ahora cualquier cosa les sirve para tratar de dañar la imagen del presidente y del Gobierno.

«Les sirve cualquier sujeto, cualquier organización cualquier autoridad, les sirve todo, antes eran más selectivos porque utilizaban partidos políticos, medios de comunicación, sus agencias de cooperación, sus agencias de seguridad, eran más selectivos, tenían unas estrategias más solidas, hoy hay un entramado más complejo que para nosotros mismos es más difícil de identificar», manifestó Quintana.

RED DE EXTORSIÓN: Respecto al caso de la red de extorsión el ministro Quintana afirmó que los Estados Unidos utilizaron este recurso para poner al Gobierno en evidencia y tratar de demostrar que en el país no se lucha contra la corrupción y que las políticas que se implementaron desde el año 2006 fueron en vano y no tienen resultados.

«Este caso de un grupo de extorsionadores está tratando de servir como herramienta política para devaluar todo el esfuerzo que hemos hecho como Gobierno frente a la corrupción, estos extorsionadores lo que tratan de posesionar es que el Gobierno no lucha contra la corrupción, no es implacable, no es consecuente, entonces este gobierno es más de los mismo, ese es el mensaje», denunció.

Agregó que la corrupción es un monstruo de mil cabezas que tienen una larguísima historia, «la corrupción no ha nacido hace 20 años, es una práctica cultural, es una mentalidad la corrupción, es un comportamiento construido desde la colonia hasta hoy».

Respecto al ciudadano norteamericano Jacob Ostreicher, afirmó que busca «hacerse el santito» respaldado por la embajada norteamericana, lo que es muy sospechoso para el Gobierno, por el proceso penal por el que es investigado y que debe esclarecer sus posibles nexos con el narcotráfico. 

«Que ese ciudadano venga hacerse aquí el santito, el angelito después de haber dado plata a una colombiana o de haberse involucrado con unos brasileros, tratar de hacerse el santito y con una embajada que está respaldando la santidad de este ciudadano es por demás bastante sospechoso, sino también estas voces de analistas que pretenden sancionar políticamente a un gobierno en la lucha contra la corrupción cuando los analistas  formaron parte de la estructura prebendal más grande que fueron los gobiernos neoliberales.

ANTECEDENTES: Los gobiernos de Bolivia y Estados Unidos mantienen una rígida relación y carecen de representantes diplomáticos desde 2008 cuando el presidente Evo Morales decidió la expulsión del embajador estadounidense acusándolo de apoyar un supuesto complot de la derecha local, a lo que Washington respondió con una medida similar.

La Paz y Washington firmaron en noviembre de 2011 un acuerdo marco de cooperación que debía dar paso a la reposición de embajadores, lo que no ocurrió hasta ahora. La semana pasada, Morales, acusó a la embajada estadounidense en La Paz de usar el caso de una red extorsiva que involucra a funcionarios públicos como excusa para dañar a su gobierno.

En noviembre, el empresario norteamericano Jacob Ostreicher, estando preso en Bolivia durante 18 meses sin sentencia ni juicio por un supuesto lavado de dinero, denunció la existencia de una red integrada por abogados del gobierno y fiscales que exigían fuertes sumas de dinero para beneficiar a distintos clientes con libertad o con fallos benignos.