El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, aseguró que el Gobierno boliviano denunciará ante los organismos internacionales las «ataques alevosos» e «injerencia» cometidos en contra nuestro país por parte de los Estados Unidos.
Según el ministro Quintana el Gobierno estadounidense comete diariamente delitos en Bolivia, llegando agredir hasta el presidente del Estado, Evo Morales, por lo que esta denuncia llegará también hasta instancias de la propia Organizaciones de Naciones Unidas (ONU).
«Vamos a denunciar ante los organismos internacionales este ataque alevoso y ruin de Estados Unidos que lo hace todos los días contra este proceso, contra el presidente, contra el Gobierno, contra el pueblo boliviano. Vamos a denunciar en Naciones Unidas (NNUU). ante la Organización de los Estados Americanos (OEA) en la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba), de todos los hechos de agresión, de injerencia, de intervención antidemocrática, imperial arrogante que ejercita Estados Unidos», expresó la autoridad de Estado al canal estatal.
En los pasados días el Gobierno nacional dio a conocer una presunta injerencia de los Estados Unidos a través de su compatriota, Jacob Ostriecher. El presidente Evo Morales volvió a acusar a la Embajada de EEUU de usar al norteamericano Jacob Ostreicher para «salpicarle» con el caso de la red de extorsión y afectar a su Gobierno.De igual manera se denunció la incursión de un equipo científico del país del norte que ingresó en 2012 hasta la región de Chacaltaya en el departamento de La Paz para hacer estudios relacionados con la aclimatación en la altura.
El grupo estaba liderado por el investigador estadounidense Robert Corwine Roach Jr. y, en principio, tomó contacto con el Instituto Boliviano de Biología de Altura y el presidente del Club Andino Boliviano, Wálter Laguna, de acuerdo con una fuente que solicitó mantener su identidad en reserva.
El ministro de Gobierno, Carlos Romero, con base en declaraciones del mismo Roach Jr. (14 de enero de 2012, The Denver Post), denunció que los estudios tenían financiamiento del Departamento de Defensa de EEUU por cuatro millones de dólares y que responden a una «concepción belicista».