Si crece la representación indígena (por circunscripciones especiales), “esto podría afectar en su distribución a una representación plurinominal”, señaló a este medio el vocal del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Ramiro Paredes.
“Por ejemplo, si un departamento tuviere nueve escaños, de acuerdo con la norma, cinco corresponderían a uninominales y cuatro a plurinominales; de estos últimos, uno correspondería a la circunscripción especial. Si el caso amerita, por lo tanto, cualquier cambio en esta distribución que implique a circunscripciones especiales provendrá de las circunscripciones plurinominales”, ilustró el tema el vocal.
El vocal se remitió al artículo 146 de la CPE que dice que “si la redistribución de escaños para cualquier departamento resultare impar, se dará preferencia a la creación de escaños uninominales”; esto significa que si aumenta la representación indígena, esto podría afectar a la representación plurinominal.
Todo ello está sujeto a que previamente se realice la redistribución de escaños para la composición departamental de la Cámara de Diputados y de acuerdo con lo establecido en el artículo 146 de la Carta Magna. Con todo, Paredes aclaró que el TSE esperará los resultados oficiales del censo para comenzar a trabajar un modelo de redistribución de escaños para la nueva configuración, aunque adelantó que el mismo tendrá una base matemática electoral.
La Ley de Régimen Electoral reconoce 130 diputados, de los cuales 70 son uninominales, 53 plurinominales y 7 indígenas, de circunscripciones especiales. El artículo 57 indica que la distribución de escaños será modificada por ley de la Asamblea.
Incremento. El diputado indígena Bienvenido Zacu, del Movimiento Al Socialismo (MAS), es de la posición de que ahora corresponde aumentar escaños indígenas dado que la Constitución reconoce 36 naciones y la boleta censal hasta 55 pueblos indígenas. “Por lógica política y por representatividad, la cantidad de diputados especiales indígenas debe aumentar por lo menos en más del 50% en la Asamblea”, señaló Zacu.
Los diputados uninominales e indígenas son elegidos por voto directo, mientras que los plurinominales vienen en la nómina de los candidatos nacionales. “Los plurinominales casi no hacen nada. Se deben quitar esos curules para beneficiar con escaños a uninominales e indígenas”, señaló.
Para el analista Marcelo Silva, los plurinominales son los más “vulnerables” a ser sujetos de redistribución, sin embargo “al quitar este tipo de escaños se corre el riesgo de quitar la representación proporcional a las minorías partidarias; por ejemplo, si se reduce en La Paz, sólo Convergencia Nacional y el MAS tendrían representación, probablemente Unidad Nacional (UN) no alcanzaría a tener esa representación. El tema es muy complejo”, destacó Silva.
Los escaños actuales
De acuerdo con la Ley 026 de Régimen Electoral, la Asamblea Legislativa Plurinacional está compuesta por 130 diputados, distribuidos de la siguiente forma: el departamento de La Paz tiene 29 escaños; Santa Cruz, 25; Cochabamba, 19; Potosí, 14; Chuquisaca, 11; Oruro, 9; Tarija, 9; Beni, 9; y Pando tiene 5.
Indígenas piden a Evo que se aumenten sus escaños
El representante de la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas (CAOI), Rafael Quispe, dijo que el censo de 2012 reconoció 55 pueblos indígenas, por lo que cada uno debería tener al menos un representante en la Asamblea Legislativa.
“Hay un compromiso político de Evo Morales que después del censo debe existir nuevos escaños para los pueblos indígenas, además está en la Ley del Régimen Electoral. No sólo debe haber representación indígena en la Asamblea Legislativa Plurinacional sino también en la Asamblea Departamental”, dijo.
Apoyo. Según el diputado opositor Luis Felipe Dorado, si el Gobierno promocionó el Estado Plurinacional también debe reconocer las circunscripciones indígenas que en últimos años aumentaron en población, por lo que su representación también debe crecer. “Está en manos del Mandatario que los indígenas tengan representantes para el de- sarrollo de sus regiones al igual que todos los bolivianos”, afirmó.
En 2009, los escaños dividieron al Gobierno y a los sectores indígenas; los originarios pedían 34 escaños y sólo se les dio siete. Adolfo Chávez, dirigente indígena de tierras bajas, calificó el hecho como una traición al movimiento que apoyó al “proceso de cambio”.