La crisis política interna que enfrenta el Gobierno de Chile a raíz del caso de los soldados bolivianos obligó al presidente Sebastián Piñera a devolver al primer plano la temática marítima. Lo hizo reiterando que su administración no dará “soberanía ni territorio chileno a Bolivia”. Ese discurso fue calificado de “pinochetista” en La Paz.
Tras la detención de los soldados bolivianos, diversos actores políticos del vecino país sumaron sus voces y pidieron a Sebastián Piñera que libere a los conscriptos, pero el Gobierno de Chile ofreció la expulsión, que implica un reconocimiento de culpa. Ayer el presidente Piñera volvió a tocar el tema marítimo en un discurso en el que reiteró su d emanda de “respeto” al Tratado de 1904.
“Chile no va a entregar soberanía ni territorio chileno a Bolivia. Tenemos un Tratado (1904) que se firmó hace más de 100 años y el presidente Morales tiene que aprender (que) los tratados que firma su país tienen que ser cumplidos”, dictó Piñera.
Represalia. Esta declaración surgió un día después de que el canciller David Choquehuanca denunciara que el Gobierno chileno falsificó actas para detener a los tres reclutas, que hoy tienen libertad condicional a la espera de la audiencia de mañana. Como ya lo había afirmado el mandatario Evo Morales, el jefe de la diplomacia boliviana reiteró que la acción en el caso soldados es política y en represalia a la demanda marítima.
“Quiero pedirle al presidente Evo Morales y al canciller (David Choquehuanca), cuando hablen, más respeto con la verdad y, en segundo lugar, que aunque a ellos les cuesta comprender, en Chile tenemos un Estado de Derecho, tenemos leyes que este Presidente cumple y hace cumplir”, reprochó el gobernante de derecha.
Estas declaraciones fueron recibidas con molestia en La Paz. Asambleístas del Movimiento Al Socialismo (MAS) compararon la actitud de Piñera con la del dictador Augusto Pinochet, de “geopolítica expansiva”, además de acusarle de hacer un uso electoral del caso de los soldados.
“La posición del presidente Piñera es una posición derechista muy parecida a la de Pinochet. La geopolítica pinochetista que está empleando el gobierno derechista de Piñera se debe a su desesperación por una bajísima preferencia electoral”, afirmó el diputado Marcelo Elío (MAS). El legislador consideró que la crisis que ocasionó el caso soldados en su gestión obliga a Sebastián Piñera a retomar el diferendo marítimo.
Sobre el proceso jurídico, el Mandatario chileno afirmó que el Gobierno de Bolivia no colaboró “en nada” en la solución del caso: “Carabineros, la Fiscalía y el Poder Judicial han actuado justamente de acuerdo con nuestro Estado de Derecho y a nuestras leyes y han cumplido con su deber. En cambio, la defensa y el Gobierno boliviano no han colaborado en nada a que este problema se resuelva”.
Lo político en el caso
Admisión
El fiscal Manuel Guerra aseguró el martes que el proceso de los soldados bolivianos detenidos había adquirido “implicaciones políticas” y que había trascendido lo jurídico.
La crisis que desató la detención de soldados
José Luis Fernández Choque (18), Claudio Álex Choque Quispe (20) y Augusto Cárdenas García (19) fueron detenidos el 25 de enero, un día antes de que el presidente Evo Morales participara en Santiago de la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) con la Unión Europea (UE). En el foro internacional, el Mandatario reiteró: “Que Chile devuelva el mar a Bolivia” y calificó al Tratado de 1904 como “injusto, impuesto y, además de eso, incumplido”.
En la capital chilena, Morales adelantó que condecorará a los conscriptos detenidos, ya que éstos fueron capturados mientras luchaban contra el contrabando. En la conmemoración de los 134 años del desembarco de tropas chilenas en Antofagasta que inició la Guerra del Pacífico, el Jefe del Estado llama a los soldados “héroes defensores del mar”. Este incidente llegó hasta las Naciones Unidas, donde ambos países expusieron sus posiciones. El presidente de Chile, Sebastián Piñera, pidió a Morales a “actuar con la verdad” en el caso; para Evo, esta acción es una “venganza política”.