La diputada suplente por la opositora PPB-Convergencia, Vanesa Moreno, presentó ayer su carta de “renuncia irrevocable” a su mandato alegando, según fuentes de su partido, que la dieta por su labor legislativa no le es suficiente para mantener a su familia. Moreno confirmó que presentó la carta de dimisión, pero evitó dar mayores detalles
El diputado por PPB-Convergencia Tomás Monasterios informó a La Razón Digital que tenía conocimiento de la renuncia de su colega cruceña. “Hemos tomado contacto con ella y nos llamó profundamente la atención su situación económica, absolutamente preocupante, porque el salario que percibe no abastecería en la manutención de su familia”, señaló.
Moreno fue elegida como diputada suplente por el departamento de Santa Cruz en las elecciones de 2009 y es reemplazante del diputado Javier Leigue. El sueldo que percibe un diputado suplente es de al menos Bs 4 mil, monto que se reduce a 3.200 por los descuentes de ley, según coincidieron tres legisladores que pidieron el anonimato.
La diputa suplente, en breve contacto con este medio, confirmó la presentación de la carta de dimisión a su mandato sin dar mayores detalles. “Es una renuncia y por respeto a mis colegas y al pueblo boliviano no puedo dar declaraciones al respecto”, afirmó.
Uno de los colegas de la diputada informó que Moreno recibió una oferta de trabajo con mejores perspectivas económicas, por lo que optó por renunciar a su mandato ante la complicada situación que atraviesa. “Encontró un trabajo mejor remunerado y ella está aprovechando la oportunidad”, señaló la fuente.
La Constitución Política del Estado establece en parte de su artículo 150 que la “Asamblea Legislativa Plurinacional contará con asambleístas suplentes que no percibirán remuneración salvo en los casos en que efectivamente realicen suplencias”. No obstante, un acuerdo en 2010 estableció una remuneración de cerca de Bs 5.000 para los suplentes.
La misma Constitución, en el parágrafo II del artículo 150 prohíbe a los legisladores desempeñar otra función pública bajo pena de perder su mandato, excepto la docencia universitaria. “Es muy difícil que el uno pueda trabajar cómodamente, si no hay las condiciones económicas para poder desempeñarse”, señaló otra de las fuentes.
Según Monasterios, la renuncia de Moreno “desnuda y demuestra nuevamente un problema existente entre los parlamentarios suplentes, que ganan menos dinero”. Esto, añadió, “nos hace entrever que se debe retomar en debate sobre un incremento salarial”.
Monasterios recordó que en las gestiones de los presidentes de Diputados Héctor Arce y Rebeca Delgado se presentó una resolución camaral de incremento de salarial, que fue rechazada. “Nuevamente voy plantearla a Betty Tejada (Presidenta de la Cámara de Diputados) para ver si ella puede dar viabilidad a esta nivelación salarial de un mínimo de 7 mil bolivianos para diputados suplentes”, anunció.
Un diputado titular percibe una dieta superior a los 10.000 bolivianos. En Bolivia, ninguna autoridad puede ganar más que el Presidente del Estado, que percibe un sueldo de 14.500 bolivianos.