El agente en la demanda marítima de Bolivia contra Chile, Eduardo Rodríguez, afirmó hoy que “ya no va más” la “idea de que la victoria da derechos” y en consecuencia –dijo- los países de la región y los organismos internacionales deben apoyar caminos como el elegido por Bolivia para resolver de forma pacífica y bajo el derecho internacional la demanda de una salida soberana al Pacífico.
Rodríguez, quien fue designado ayer como Embajador Extraordinario con Representación Plenipotenciaria con la misión de desempeñar la misión de agente del Estado Plurinacional de Bolivia ante tribunales internacionales para de la demanda marítima, reafirmó que la decisión de acudir al Tribunal de Justicia Internacional de La Haya es un derecho y “una demanda totalmente pacífica”.
La administración del presidente Evo Morales decidió en 2011 llevar el diferendo marítimo ante tribunales internacionales ante la falta de respuestas del Gobierno de Chile al derecho de una salida soberana al Pacífico. El 23 de marzo pasado se oficializó que el proceso contra Santiago será instalado ante la Corte de La Haya.
“Vivimos tiempos en los que la idea de que la victoria da derechos ya no va más, más bien los países hoy son más democráticos, promueve la integración y la solución concertada de sus conflictos y eventualmente -ante la imposibilidad de ello- acudir ante los mecanismos que prevé la Carta de Naciones Unidas (La Haya)”, afirmó en una conferencia de prensa junto al responsable de la Dirección Estratégica de Reivindicación Marítima (Diremar), Juan Lanchipa.
El presidente chileno Sebastián Piñera señaló el lunes, luego de reunirse con la cúpula política de su país, que la actitud de diálogo frente a Bolivia “no debe confundirse jamás con una de debilidad en la defensa de soberanía” y que su país es pacífico, “pero que nunca se va a dejar doblegar en la legítima defensa de su soberanía”. El Gobierno rechazó la posición chilena y la atribuyó a un afán electoral, dado que este año son las elecciones en ese país.
Rodríguez informó que oportunamente se hará conocer el contenido de la demanda internacional, al igual que los nombres de quienes lo acompañarán en el desafío que asumió para llevar adelante la demanda internacional para lograr una salida soberana al mar.
“El contenido de la demanda y sus alcances van a ser del conocimiento de todos en la debida oportunidad”, insistió el también expresidente de Bolivia y expresidente de la exCorte Suprema de Justicia.
El agente cumple el papel de un abogado en un tribunal ya que representará al Estado en la fase escrita y oral del proceso internacional que se desarrolla sólo en inglés o francés. Actuará como si estuviera al frente de una misión diplomática especial y tendrá poderes para comprender al Estado. Los procedimientos contenciosos tienen una fase escrita, en la que las partes presentan e intercambian los alegatos, que contienen una exposición detallada de los hechos y fundamentos de Derecho en los que se basa cada parte, y una fase oral, que consiste en audiencias públicas en las que los agentes y los consejeros se dirigen a la Corte.
Además puede recibir la asistencia de coagentes, viceagentes o subagentes, y siempre dispone de consejeros o abogados, cuyo trabajo coordina para que le ayuden en la preparación de los alegatos y de la exposición de los mismos.
Rodríguez, como lo hizo en su discurso de posesión, abogó porque los países vecinos y los organismos regionales y multilaterales apoyen el camino asumido por Bolivia para resolver de forma pacífica el diferendo que arrastra desde hace más de 100 años, tras la invasión y guerra del Pacífico de 1879.
“Esta cultura de solución pacífica de controversia (…) debe alentarse”, sostuvo y destacó el hecho de que no sólo Bolivia lleve su diferendo con Chile al Tribunal de La Haya, sino también que el propio Chile y Perú acudan a esta instancia internacional de solución pacífica de controversias para zanjar un conflicto sobre territorio marítimo.
El expresidente recordó que fue excluido del juicio por el denominado caso misiles (2005), por lo que evitó referirse a este tema. En ese entonces, misiles bolivianos de fabricación china fueron entregados a Estados Unidos para su desactivación, lo que fue considerado por Morales como una traición a la patria.