El canciller David Choquehuanca afirmó el viernes en Madrid, España, que con la demanda marítima presentada al Tribunal de La Haya, «ahora hay un árbitro y se fijarán plazos» para una negociación. Las palabras del Ministro de Relaciones Exteriores fueron una respuesta a la posición del Gobierno de Sebastián Piñera que en la víspera reiteró que su país, Chile, no está obligado a discutir un acuerdo con La Paz.

El jefe de la diplomacia boliviana afirmó también que será el Tribunal de La Haya el que decida sobre la demanda para recuperar una salida al mar con soberanía.

De paso por Madrid, tras presentar el miércoles la demanda boliviana en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, el Ministro de Relaciones Exteriores dijo que el Gobierno chileno «sabe que hay un problema pendiente’ con Bolivia y abogó por el diálogo como vía para resolver esa controversia».

Según Telam, Choquehuanca explicó que la demanda se apoya en razones jurídicas, políticas, sociales e históricas. Además, recordó, citado por la agencia EFE, que la Organización de Estados Americanos (OEA) se pronunció varias veces sobre ese asunto, al recordar las resoluciones emitidas por ese organismo multilateral en 1979 y 1983, para favorecer un acuerdo negociado que permita a Bolivia un acceso al mar.

Bolivia perdió 400 kilómetros de costa en el Océano Pacífico y 120.000 kilómetros cuadrados de territorio en la llamada Guerra del Pacífico (1879-1883) a manos de Chile, y luego, en 1904 se fijó los nuevos límites entre los dos países.

«Nunca hemos dejado de reclamar (la salida al mar). En la Constitución se dice que es irrenunciable», afirmó Choquehuanca, que subrayó la disposición de las autoridades de su país al diálogo con Chile, a pesar de la demanda internacional.

En esa línea, dijo que Bolivia seguirá llevando a las reuniones de la OEA esa reivindicación, porque entiende que no es sólo un problema entre su país y Chile, sino que tiene un interés regional.

«Como los integrantes de una familia que polemizan y tienen que recurrir a un tercero para arreglarse, así Bolivia acudió a la CIJ frente a Chile», reflexionó el Canciller y aseguró que Bolivia cree en la justicia.

Tras la presentación de la demanda por parte de Bolivia corresponde a Chile decidir si acepta la jurisdicción de la CIJ para juzgar el caso en concreto y, en caso afirmativo, deberá nombrar a un agente que se reuniría con el representante boliviano y el propio tribunal para fijar un posible calendario del proceso.

Sin embargo, si Chile se niega a entrar en el caso será el tribunal de La Haya el que decida los siguientes pasos, que incluyen la expresión de posiciones, primero por escrito y luego de modo oral.