Icono del sitio La Razón

Ricardo Patiño: ‘No intentamos atacar a EEUU (…) es un asunto de principios’

Llegó a Bolivia en seis ocasiones. Expresa mucho cariño por el pueblo boliviano,  al que lo califica de revolucionario por respaldar la gestión de Evo Morales. Se considera un político de izquierda y es    el impulsor de las reformas en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos (SIDH). En Tiquipaya, comandó la reunión  de los Estados Parte del Pacto de San José junto a los cancilleres David Choquehuanca (Bolivia), Antonio Patriota (Brasil) y Héctor Timerman (Argentina).

— ¿Por qué es necesario reformar el Sistema Interamericano de Derechos Humanos?

— Porque hay muchos errores que se fueron cometiendo en los últimos tiempos. Algunas cosas. La propia constitución de los organismos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) tiene un error estructural, porque la Convención fue suscrita en medio de la Organización de los Estados Americanos (OEA), sin embargo, no todos los países ratificaron el Pacto de San José, 24 solamente, 10 no lo hicieron, eso es un error estructural que hay que corregirlo, y eso se llama universalización del sistema, que todos los Estados tengan los mismos derechos. No es justo, no es razonable, no es lícito que algunos países tengan derechos sobre el sistema y que no tengan que cumplir las obligaciones.

— ¿Hay otras observaciones?

— El otro problema grave es la existencia de relatorías de primera categoría y relatorías de segunda, tercera y cuarta. Hay relatorías que tienen casi un millón de dólares de recursos anuales para su financiamiento, como la de Libertad de Expresión; existen relatorías, como la de la Mujer y de los Migrantes, que tienen 40.000 a 50.000 dólares de financiamiento.

— ¿Esto por qué?

— Lo mismo pregunto. ¿Son menos importantes los derechos de los migrantes? ¿Son menos importantes los derechos de los niños? ¿Son menos importantes los derechos de las mujeres?, pues no. Es porque no tienen capacidad de presión en la sede de Washington, a través de una serie de instituciones armadas para defender determinados intereses. En cambio, los otros sí tienen capacidad de recaudar más fondos, es injustificable que algunas relatorías sean  especiales, no hay derechos humanos especiales o que tengan más importancia que otros…

— ¿Esta realidad le molesta?

— Pues sí, es que le repito, no existen derechos humanos especiales o de mayor importancia.

— ¿Qué pasa con el financiamiento de la CIDH?

— Ese es otro tema. Tiene que financiarse por parte de nosotros; es una vergüenza por el hecho de que nosotros creamos una institucionalidad, definimos los organismos que funcionan, los reglamentos, y no damos plata para que funcione, y pasamos el sombrero por Europa y no hablamos de 100.000 dólares, sino hablamos de 10 millones de dólares.

— ¿Y existe la capacidad de que con el dinero de los Estados miembro de la OEA pueda funcionar la CIDH?

— Nuestros países tienen miles de millones de dólares de Producto Interno Bruto (PIB) y entre los 34 Estados miembro hay mucho dinero. Le repito, tenemos que financiar nuestro propio sistema, lo que pasa hoy es una vergüenza.

— Ahora, ¿por qué es importante que la sede de la CIDH (esta en Estados Unidos) se traslade a otro país?

— Es inentendible, ilógico, fuera de sentido común que la sede esté en un país, de los diez, que no ha ratificado el Pacto de San José.

— ¿En el debate de Tiquipaya se logró avanzar en este tema?

— Se avanzó, claro que se avanzó. En Guayaquil se dijo que era conveniente que la sede esté en un Estado parte, pero hasta ahí nomás llegamos; ahora en Cochabamba avanzamos, conformamos una comisión para analizar cómo aterrizamos y debatir qué obstáculos debemos superar, ya sean legales, funcionales, institucionales y financiaros.

— ¿Existe un plazo específico para el traslado?

— No, esperemos que en el transcurso de estos meses las decisiones se adopten.

— ¿Esta intención se la puede entender como un fortalecimiento a la CIDH o como un ataque político a EEUU?

— No intentamos atacar a Estados Unidos, nosotros apreciamos mucho a la comunidad norteamericana, esto es un asunto de principios, es como que la sede esté en Ecuador y si no ratificamos el Pacto de San José sería ilógico que tengamos la CIDH en nuestro territorio. Esta posición no es una actitud antiestadounidense.

— ¿Qué tan factible es crear una CIDH paralela en Unasur?

— Eso está planteado y es razonable. La Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) tiene una serie de elementos de identidad, muchos elementos, y, por lo tanto, es razonable que nosotros tengamos una comisión de defensa y protección de los derechos humanos. Podemos estar en la OEA, en la ONU y también en Unasur.

— Con dos conferencias de Estados Parte del Pacto de San José como antesala, ¿qué se espera de la Asamblea de la OEA?

— Se tomaron una serie de decisiones. Esperamos que para esa Asamblea ya se adopten algunas de las instrucciones que se tomó en Washington (EEUU).

Perfil

Nombre: Ricardo Patiño Aroca

Profesión: Economista

Cargo:Canciller de Ecuador

Economista y activista de DDHH

Se declaró un político de izquierda. Estudió Economía en México y tiene una maestría en Desarrollo Económico, en la Universidad Internacional de Andalucía, España. Recién graduado (1979), Patiño partió hacia Nicaragua, donde participó en la Revolución Sandinista, que derrocó a la dictadura de la familia Somoza. Es un estudioso de la teología de la liberación. Fue funcionario público en Nicaragua y  en 1982 volvió a Ecuador como asesor de organizaciones sociales y de congresistas de ese país. En 2005 fue asesor de Rafael Correa, cuando éste era ministro de Economía. Luego ocupó esa cartera cuando Correa asumió la Presidencia ecuatoriana. Actualmente es ministro de Relaciones Exteriores.