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El decomiso de droga cae en al menos 53% en primer semestre

El decomiso de droga (pasta base y clorhidrato de cocaína) cayó en al menos 53% entre enero y junio de 2013 con respecto a similar periodo de 2012. Lo mismo pasó con la confiscación de marihuana, que reporta un descenso de 84%, según datos oficiales.

Sin especificar en qué porcentaje bajó el secuestro de droga, el viceministro de Defensa Social, Felipe Cáceres, aseguró en una conferencia de prensa que hay una reducción porque hay más control en las fronteras. “Se ha frenado la actividad en puntos fronterizos, principalmente Brasil y Perú, y también en laboratorios y pozas de maceración”, afirmó. El informe presentado por Cáceres comprende el periodo del 1 de enero al 30 de junio de 2013.

Comparación. Si bien la autoridad no precisó el porcentaje de disminución de confiscación, este diario comparó las cifras difundidas ayer con otras que ofreció Cáceres la gestión anterior, correspondiente al periodo entre el 1 de enero y el 17 de junio de 2012.

Según los datos estadísticos presentados por Cáceres, las fuerzas antidrogas se incautaron de 20,3 toneladas de cocaína en el primer semestre de 2012, mientras que en 2013, en los mismos meses, la droga llega a 9,73 toneladas.

Además, en el primer semestre de este año se llevaron a cabo 6.743 operativos, que representan  1,6% más con relación a las 6.635 intervenciones de 2012. “(Eso) significa que cuando hay  más control, más operativos ejecutados, más laboratorios destruidos, al igual que pozas de maceración y fábricas (de droga); la actividad (del narcotráfico) si bien se frenó, (también) bajó”, manifestó.

La autoridad antidrogas admitió el hecho de que el país se mantiene como un territorio de tránsito de la cocaína que se produce en Perú o la marihuana que se cultiva en Paraguay, las que son transportadas a Chile, Argentina y parte de Brasil. “Nosotros pasamos a segundo plano como productores de pasta base de cocaína, un gran porcentaje sigue viniendo del Perú”, sostuvo.

Empero, señaló que una dificultad con la que todavía se tropieza es que el tráfico de drogas y la elaboración de las mismas acontecen en lugares lejanos y de difícil acceso, por lo que es importante la cooperación de otros países. “En la lucha contra el narcotráfico es imperioso el apoyo logístico, ya que el tráfico de cocaína, la elaboración de drogas nos quedan cada vez más lejos, donde no hay puentes, no hay caminos”, explicó.

Con relación a las personas aprehendidas, el viceministro informó que se detuvo a 2.535 individuos. De ellos, “más de 2.000” son de nacionalidad boliviana. Sin embargo, en cuanto a los extranjeros, la mayoría, 65, siguen siendo colombianos.

A esta cifra se suma la detención de “36 peruanos, 24 argentinos, 22 brasileños, diez chilenos, siete paraguayos, seis españoles, cinco mexicanos y cinco sudafricanos”, detalló. Además hay un número no especificado de franceses, alemanes y holandeses, entre otros.

En ocho regiones se cultiva marihuana

La producción de marihuana se extendió al menos a ocho de los nueve departamentos del país, aseguró ayer el viceministro de Defensa Social, Felipe Cáceres, quien no precisó la cantidad de plantaciones que existen en esas regiones.

“En Bolivia hay cultivos de marihuana casi en los ocho departamentos, a excepción de Pando que es cálido y parte del Beni, pero en el resto de las regiones, principalmente Sucre, Cochabamba, en los valles de Potosí, (están) mimetizados en los cultivos de maíz, prácticamente habían sido aptos (para) la marihuana”, sostuvo Cáceres.

La autoridad explicó también que Bolivia continúa siendo un país de tránsito no sólo para el traslado de pasta base de cocaína, sino también para la marihuana. Además, el viceministro antidrogas informó que hay más coca excedentaria en La Paz que en el trópico de Cochabamba, pero tampoco precisó la cantidad de hectáreas que son ilegales.

Cáceres hizo notar que en el departamento de La Paz existe dificultad para llegar a las zonas donde están los cocales ilegales para su erradicación, ya que están en áreas alejadas y de difícil acceso.

Puso como ejemplo el caso de Apolo, en el norte de La Paz, a donde las fuerzas de erradicación deben ir por carretera por cerca de 16 horas y de ahí desplazarse a pie a las zonas en las que hay coca ilegal. Explicó que si se contara con aeronaves para el transporte del personal y sus equipos, se demoraría 50 minutos, lo que ayudaría a optimizar tiempo y trabajo.