El Viceministerio de Descolonización confirmó que las gobernaciones del país avanzaron en la lucha contra el racismo y toda forma de discriminación, pues crearon y mantienen sus respectivas unidades contra dichos males. En cambio, los 17 ministerios del Gobierno aún no lo hicieron.
Las unidades contra el racismo y toda forma de discriminación son parte del Plan Nacional de Acción de Descolonización y Despatriarcalización, elaborado por el Ejecutivo. A la fecha, este plan se encuentra retrasado, pues desde hace un año el proyecto es analizado en el Consejo Nacional de Política Económica y Social (Conapes), informó a La Razón el viceministro de Descolonización, Félix Cárdenas.
“Hemos avanzado en todas las gobernaciones del país, donde instalaron sus unidades y direcciones de lucha contra el racismo y descolonización; hasta en Santa Cruz, donde su gobernador Rubén Costas ha instalado una unidad de lucha contra el racismo”, ratificó el viceministro Cárdenas.
Mientras tanto los 17 ministerios no pudieron implementar dichas unidades, las cuales ya tenían que estar trabajando. “Dentro de la propuesta está que cada ministerio tiene que abrir espacios de lucha contra el racismo y descolonización, y no lo hacen”. El Plan de Acción, dirigido hacia los 17 ministerios, fue elaborado cumpliendo la norma vigente a la fecha. “Hemos presentado al Conapes, una instancia técnica y jurídica del Gobierno, donde deberían analizar y aprobar mediante un decreto supremo”.
Cárdenas denunció “que no existe voluntad política por parte del Ejecutivo para aprobar una ley contra el racismo y toda forma de discriminación; no la hay ni en el Gobierno en su conjunto ni en los ministros para aplicar la norma contra el racismo”.
La Ley Contra el Racismo y Toda Forma de Discriminación dispone elaborar e implementar un plan de acción que establece, entre otras cosas, el destino de los recursos económicos para aplicar políticas contra esos flagelos. Además, la norma obliga a instituciones públicas a diseñar reglamentos internos que sancionen acciones racistas y discriminatorias.
Decreto. Para desarrollar la legislación en el tema, el Gobierno tendría que emitir un decreto supremo para que los ministerios y todas las instituciones públicas implementen unidades de lucha contra la discriminación.
“Yo como viceministro digo que ya no me interesa si el Ejecutivo hace o no hace una ley sobre las políticas públicas, pasó su tiempo, ya no interesa para el Viceministerio de Descolonización. Ya es irrelevante. Lo que tenemos que dejar claro es la denuncia, los ministros están en un esquema colonial patriarcal y racista, eso es lo que nos dejan como mensaje”, aseveró Cárdenas.
Agregó que al ser irrelevante la aprobación de una ley o decreto supremo, se tiene otra línea de trabajo de forma internacional en la que se pretende mostrar al mundo los caminos de la despatriarcalización.
El 18 de junio, el ministro de Culturas, Pablo Groux, informó que ocho ministerios ya tienen aprobado su plan de lucha contra el racismo y la discriminación. Agregó que las 12 restantes ya trabajan en estos programas.
“Cada uno de los despachos ministeriales debe hacer un análisis jurídico de las políticas de lucha contra el racismo y toda forma de discriminación, interpretar la aplicación en sus sectores y construir un plan general”, dijo en esa fecha Pablo Groux.
De acuerdo con el viceministro Cárdenas, la ausencia del plan impidió que entidades públicas incorporen disposiciones en sus reglamentos con el fin de erradicar acciones racistas discriminatorias. Para verificar si los ministerios instalaron una Unidad de Lucha Contra el Racismo, La Razón contactó con al menos cuatro ministerios: de Gobierno, Desarrollo Productivo, Presidencia y Justicia, donde se vio que no existe una dependencia contra el racismo.
Factores del retraso en el estado
Burocracia
El Viceministerio de Descolonización afirma que si no hay plan general contra el racismo es porque existe una “excesiva burocracia técnica”.
Colonial
Cárdenas parte de una explicación básica: el Estado es colonial, racista y patriarcal, lo que hace que no se pueda hacer cambios suficientes, aparte de maquillar los problemas. A veces también se choca con la mentalidad de los ministerios.
Diez años para acabar con la discriminación
Williams Farfán
A partir de la aprobación de la Ley Contra el Racismo y Toda Forma de Discriminación, octubre de 2010, el Estado se propuso que “en diez años ya no haya racismo ni discriminación”, destacó el viceministro de Descolonización, Félix Cárdenas.
Uno de los W. F. n A partir de la aprobación de la Ley Contra el Racismo y Toda Forma de Discriminación, octubre de 2010, el Estado se propuso que “en diez años ya no haya racismo ni discriminación”, destacó el viceministro de Descolonización, Félix Cárdenas.
Uno de los problemas de fondo que hay que resolver, afirma Cárdenas, es lo que se puede llamar la “naturalización” del racismo, que este flagelo sea visto como “normal” en lo cotidiano.
“Es que han naturalizado el racismo, creen que es parte de sus potestades como clase social. Eso no se puede permitir, especialmente de personas que deberían ser ejemplo”, señaló Cárdenas a propósito de la frecuente descalificación que se hace, por ejemplo, de lo indígena, del “presidente indígena”.
Tema pendiente, por esto, es la aprobación del plan de acción contra el racismo y toda forma de discriminación, insistió. problemas de fondo que hay que resolver, afirma Cárdenas, es lo que se puede llamar la “naturalización” del racismo, que este flagelo sea visto como “normal” en lo cotidiano.
“Es que han naturalizado el racismo, creen que es parte de sus potestades como clase social. Eso no se puede permitir, especialmente de personas que deberían ser ejemplo”, señaló Cárdenas a propósito de la frecuente descalificación que se hace, por ejemplo, de lo indígena, del “presidente indígena”.
Tema pendiente, por esto, es la aprobación del plan de acción contra el racismo y toda forma de discriminación, insistió.