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Evo Morales: ‘La seguridad jurídica está garantizada por la CPE’

Consultado sobre el aprovechamiento de los recursos naturales, destacó el acercamiento con Rusia en materia de hidrocarburos. Reclama el derecho del país de que quien invierta aquí, se someta a las leyes bolivianas. Tras la entrevista, mostró algunas estancias de la residencia de San Jorge, como la sala en la que trota y se mantiene en forma. Describe las emociones encontradas que le provocaron el enfrentamiento de mineros en 2006 y la primera nacionalización, ese mismo año.

— ¿Cómo ve usted los próximos años en cuanto a las posibilidades de entablar negocios con el exterior para aprovechar recursos como el litio, el hierro y los hidrocarburos?

— Lo más importante es que estos recursos son de los bolivianos, bajo el control del Estado. Para refrescarnos la memoria, ¿qué se decía entre 2002 y 2005? “Si Evo es presidente no va a haber inversión”. Pero ahora la inversión ha crecido.

En esa época el 70% de la inversión eran cooperación, créditos e inversión externa. El 30% era nuestro. Ahora se ha invertido, pero no es inversión en salarios y bonos. Esa es la diferencia; las reservas, si hay que usarlas, se lo hace en inversión productiva.

Yo estoy muy satisfecho de que, por primera vez, la empresa más grande de Rusia, Rosneft, acuerda que firmemos un contrato de exploración de gas. Este mes tendremos una visita para acordar transferencia de tecnología.

Si en esto dependemos sólo de Estados Unidos, de Europa o de China, quién sabe si tendremos una debilidad. Por eso hay que tener buenas relaciones en otros continentes, sin sometimientos. Merecemos eso, por más que sea un pequeño país. Es una cuestión de dignidad como país.  Ya es un hecho esta nueva relación con Rusia. Van a venir a ver cuáles son nuestros proyectos, para que tengamos otro socio, no dueño ni patrón, otro socio. En la explotación de nuestros recursos naturales vamos bien.

Estamos atrasados en el tema del hierro, lamentablemente Jindal nos ha perjudicado bastante. Ya tendríamos que exportar hierro. Pero quiero decir que no hemos sido bien asesorados. Parece que no tenemos buenos expertos en minería. Soy sincero en decir eso, no tengo por qué ocultar.

— En medios del exterior y en algunos espacios también acá en Bolivia se habla de seguridad jurídica…

— Esa es nuestra profunda diferencia. Lo digo por primera vez en una entrevista, lo dije una vez antes en estos días. Las empresas o los embajadores buscan aquí seguridad jurídica, por tanto seguridad para la plata. Eso es importante, claro que sí. Pero más importante es la seguridad para la vida y para la patria. Esa es nuestra profunda diferencia con los gobiernos neoliberales, con los que quieren saquear recursos y agrandar sus empresas. Especialmente quien usa la política con fines personales, para seguir acumulando riqueza en pocas manos.

La seguridad jurídica en Bolivia está garantizada por la Constitución Política del Estado. Lo que no va a haber es que nos lleven a tribunales internacionales. Imagínese que usted va a invertir en Estados Unidos y tiene un problema. ¿Lo van a llevar a un arbitraje internacional? No, lo van a someter a las leyes de ese país.

Tenemos ese derecho. Que quien invierta se someta a las normas bolivianas. Pero ahí siempre usan la seguridad jurídica. Eso está garantizado en Bolivia. Pero por encima de la seguridad jurídica para las empresas, para no-   sotros es más importante la seguridad para la vida y para la patria.

— Éste ha sido declarado el Año Internacional de la Quinua, ¿cómo evalúa la producción de esta gramínea?

— Ese producto tan odiado, como el indio. El alimento de los indios ahora es el alimento más buscado por los gringos. Es la verdad, perdone la expresión. Aquí todavía alguna gente duda de la quinua. Le resulta muy caro y por eso consume arroz.  Es un alimento que sirve para el organismo, por supuesto va a costar caro. La quinua nos permite socializar y que el mundo conozca y consuma. Internamente nos permite invertir más.

Yo soy un convencido de que cuando un producto tiene buen precio y mercado seguro, ese pequeño productor no necesita crédito o asesoramiento técnico.  Yo he vivido esa experiencia en el altiplano y también como productor en el oriente boliviano. Cuando algún compañero pide crédito o asesoramiento puede ser para pasar a ser un gran productor, pero para pequeños o medianos, yo siento que no es necesario. Depende de que tengan buen precio y mercado seguro para su producción.

— ¿Se va a buscar la exportación de coca a la región?

— Tenemos una comisión técnica que va a trabajar con los países del Alba para buscar cómo exportar hoja de coca y mate de coca. Ahora, hablar de la coca es hablar de algo histórico. La coca no solamente representa una identidad, una cultura o una economía. Es parte de nuestros principios. En estos años, gracias a la coca hemos identificado a los enemigos internos y externos del movimiento originario, pero también del pueblo en su conjunto. 

— ¿A qué se debe que la extensión de los cultivos de coca se haya reducido en el país en los últimos años?

— Yo ahí me saco el sombrero por mis compañeros de los Yungas de La Paz y de mis compañeros del trópico de Cochabamba. Allí hay respeto por el cato de coca, en zonas tradicionales.  Hay problemas fuera de las zonas tradicionales. Pero preguntemos cómo era antes, ¿qué Gobierno entró con la reducción al departamento de La Paz? Cuando hay conciencia del movimiento campesino productor de coca, sea de las áreas tradicionales o en las excedentarias, hay entendimiento. Por supuesto, hay que reconocer el esfuerzo de las Fuerzas Armadas, de la Policía Nacional y también de Felipe Cáceres, viceministro de Defensa Social. 

Saludo a algunos oficiales de las Fuerzas Armadas que, cuando hay una pequeña resistencia a la erradicación, explican las razones, pero desde un punto de vista humano, y también desde un punto de vista político, ideológico.

— Para Evo Morales, desde enero de 2006, ¿cuál ha sido el momento más frustrante?

— Cuando los hermanos mineros se mataron entre ellos. En agosto de 2006, entre mineros asalariados se mataron, fue un momento muy difícil, yo no podía entender.

— ¿Y la mayor alegría?

— Han sido muchas, pero creo que el día de la primera nacionalización. Por ejemplo, el viernes… semejante concentración (en el cierre de la Cumbre Antiimperialista de Cochabamba). Algunos me dicen “por qué no saca vacación”. Entregar obras es como vacación para mí: bailar, alegrarse. Hay resultados a diario, pero el 1 de mayo de 2006 ha sido el mayor momento de felicidad para mí.