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Plaga hace pedir cambio de parcela a cocaleros

La afectación de cocales por el fusarium, un hongo que mató plantas y secó la tierra, generará el éxodo de los sembradíos a otros sectores, según Rolando Vargas, dirigente del sector. Si no es posible su recuperación, “hay que cambiar el lugar del cultivo”, dijo.

Vargas advirtió que se buscan alternativas para recuperar las plantaciones de coca que de manera gradual se pierden. A la fecha son 1.600 catos afectados y para resolver el problema “no hay otra forma que cambiar el modo de producción, tener una producción ecológica de la coca”, señaló.

El dirigente no descartó el cambio de terreno, debido a que muchos almácigos no pueden recuperarse porque la tierra está contaminada. “Renovar en el lugar es complicado, hay que ver estrategias y cambiar el lugar de cultivo”, manifestó Vargas.

Son 24 sindicatos cocaleros de la Federación Centrales Unidas que fueron afectados, apuntó. Las pérdidas económicas son grandes, sostuvo Vargas y agregó que cada cato (1.600 m2) produce tres paquetes de coca, cada uno valuado entre Bs 2.000 y Bs 2.500.

Pérdida. “Existe una pérdida aproximada del 90% de los catos, sobre todo de los que están en las alturas. Lo mismo está pasando en las federaciones Carrasco, Chimoré y Trópico”, acotó, aunque no detalló la cantidad de cultivos que fueron afectados.

Édgar Torres, exdirigente cocalero y asambleísta departamental, expresó que si se pierde el cato de coca se debe esperar un año para volver a producir. “La economía de nosotros se basa en la coca (que produce hasta tres veces al año) porque los cítricos producen una vez”.

El hongo apareció por el uso excesivo de herbicidas, señaló Vargas. Precisó que este hongo atacaba antes a otras plantas y no a la coca. Añadió que el excesivo uso de abonos debilitó la tierra.

Exámenes de laboratorio realizados por las universidades San Simón y Gabriel René Moreno, además de otros laboratorios particulares, confirmaron la existencia del hongo fusarium.

Hace más de dos meses que la proliferación del hongo movilizó a los cocaleros, quienes iniciaron el combate con productos ecológicos. Son dos semanas de trabajo y algunos ya ven resultados, las hojas brotan de nuevo, pero se tiene que controlar en conjunto porque si el vecino no fumiga, el hongo puede proliferar.