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Diputada Adriana Gil pide que cocaleros paguen impuestos por comercialización de la hoja de coca, el MAS objeta

La diputada cruceña por la opositora Convergencia Nacional (CN), Adriana Gil, planteó hoy la necesidad de que los cocaleros paguen un impuesto al Estado por la comercialización de la hoja de coca, que a su criterio genera grandes recursos económicos que no benefician al país.

La legisladora considera que para este cometido se debe elaborar una ley que sea aprobada en la Asamblea Legislativa Plurinacional, o un Decreto Supremo aunque, reconoció, que cualquier normativa no será aprobado por el primer mandatario Evo Morales, quien en la actualidad ejerce también la presidencia de las seis Federaciones Productoras de Coca del Trópico de Cochabamba.

«Es un sector millonario que no tributa, que es exento de impuestos y está muy mal, porque el ciudadano tiene derechos y obligaciones con el Estado y en esto está la política tributaria. Cuando les perdonamos los impuestos estamos haciéndole daño a todos los bolivianos, porque eso quiere decir menos hospitales, menos infraestructura, menos inversión pública», manifestó Gil a la ANF.

La jefa departamental del Movimiento Al Socialismo (MAS) en Cochabamba, Leonilda Zurita, al respecto, rechazó cualquier pago de impuestos y para ello argumentó que la producción de la hoja de coca no es continúa sino cada tres meses.

«No, porque para nosotros la producción es cada tres meses, no es como cualquier producción, pero la oposición no sabe de qué agarrarse como herramienta para salir ante la prensa, solamente es criticar y criticar y nunca han podido sugerir ideas para avanzar y decir que los cocaleros paguen impuestos», afirmó.

En 2012, asambleístas de oficialismo y oposición plantearon la necesidad de crear un impuesto a la comercialización de la coca, que fue rechazado en ese momento por los productores de Cochabamba y de los Yungas del departamento de La Paz.

Según los datos del registro estatal, existen más de 42.000 agricultores de coca, de los cuales, alrededor de 35.000 pertenecen a los Yungas paceños y siete mil al trópico cochabambino; cada uno de ellos tiene un ingreso trimestral promedio que bordea los 12.000 bolivianos por concepto de venta de la cosecha de un cato de coca. 48 mil bolivianos son los ingresos anuales de los productores de coca, según una publicación del matutino La Prensa.