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Asesor de Rousseff afirma que Brasil no devolverá a Pinto

Marco Aurelio García, asesor de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, dijo que ese país no devolverá a Róger Pinto. Al respecto, la ministra de Comunicación, Amanda Dávila, señaló que el Gobierno se ratifica en exigir la entrega del senador.

“Devolverlo para Bolivia, no; no-sotros no lo devolveremos”, indicó sobre Pinto el Asesor para Asuntos Internacionales en una entrevista con el diario brasileño Folha de Sao Paulo. Lo dijo en referencia a que en el tema hay dos posibilidades: que el senador boliviano obtenga el asilo en Brasil o que se pueda ir a otro país.

En respuesta, la ministra Dávila señaló: “Nosotros siempre vamos a pedir eso (la devolución al país del senador), porque lo tenemos que hacer, porque es una persona que tiene procesos en su contra, por delitos cometidos de manera personal en gestiones pasadas que no tienen nada que ver con nuestro gobierno”.

Pinto se refugió en la Embajada de Brasil en La Paz el 28 de mayo de 2012; el 8 de junio, Brasil le concedió el asilo político; tras calificar de equivocada la decisión brasileña, el Gobierno no le concedió el salvoconducto para que abandone el país. Así, el legislador estuvo en la legación 15 meses; y entre el 23 y 24 de agosto de 2013 huyó del país por tierra, en vehículos diplomáticos de Brasil y bajo la protección del encargado de Negocios, Eduardo Saboia. Pinto enfrenta en Bolivia al menos cinco juicios por supuesta corrupción y ya fue condenado en uno.  

A la fecha, Pinto se encuentra a la espera de lo que decida el Consejo Nacional para los Refugiados (Conare) de Brasil.  
Al lamentar la forma en que se dio el asilo y la huida del senador, García añadió que, “por la información que él tenía”, en un primer momento el Gobierno boliviano habría estado dispuesto a dar el salvoconducto. Dávila negó enfáticamente ese extremo: “No es cierto, en ningún momento se pensó en dar el salvoconducto”.

García, en la entrevista con Folha, no dejó de criticar una reciente reunión entre Pinto y legisladores evangelistas brasileños. “Creo que fue un error; una de las normas del asilo es la boca cerrada”, indicó.