Icono del sitio La Razón

El cáncer cervicouterino en mujeres y de estómago en hombres tiene mayor nivel de mortalidad en Bolivia

En Bolivia, el cáncer cervicouterino es el mayor factor de mortalidad en las mujeres y el cáncer de estómago en los hombres. En las América el cáncer es la segunda causa de muerte, ya que cobra 1,2 millones de vidas al año, según un informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) titulado ‘Cáncer en las Américas: Perfiles de país 2013.

El informe fue presentado en el V Congreso Internacional de Control de Cáncer que se celebra en Lima, Perú. En la mayoría de los países 22 de las Américas, el cáncer de mama es la causa principal de muerte por cáncer en las mujeres, mientras que en Honduras, Nicaragua y Bolivia el cáncer cervicouterino sigue siendo el primero.

En tanto que el de estómago es un problema significativo para América Central y para la región andina. Es la principal causa de muerte en mujeres y hombres en El Salvador, Guatemala, Honduras, Ecuador y Perú, pero sólo para hombres en Bolivia, Chile y Colombia, según nota de prensa publicada en el portal digital del organismo internacional.

La mortalidad por este mal suele ser más alta en hombres por las altas tasas de cáncer de pulmón y de próstata. Las excepciones son en El Salvador y Nicaragua, donde las tasas de mortalidad son mayores en las mujeres por la cantidad de casos de cáncer cervicouterino y de estómago.

“El alto número de muertes por cáncer de mama y cuello de útero en América Latina y el Caribe es muy inquietante, sobre todo porque el cáncer cervicouterino es ampliamente prevenible y el cáncer de mama se puede detectar tempranamente y tratar de manera exitosa”, dijo Silvana Luciani, asesora en prevención y control de cáncer de la OPS/OMS.

“Esto señala la necesidad de mejorar la detección y el tratamiento, en particular para mujeres en zonas rurales y remotas, donde el acceso a los servicios de salud está especialmente limitado”, añadió.

El informe también establece que en Chile, Bolivia y Uruguay se registra el más alto consumo de tabaco entre adultos, uno de los principales factores de riesgo para el cáncer.