Icono del sitio La Razón

La base de datos del estudio de la coca consta de un cuadro de 55.000 filas por 470 columnas

La investigación del consumo de la coca en el país resultó en 14 estudios, ocho realizados entre 2008 y 2010, y seis entre 2010 y 2013. Para este volumen de trabajo, la base de datos que se pudo armar consta de 55.000 filas (la variable horizontal) cruzadas con 470 columnas (los criterios verticales); tal la dimensión de este esfuerzo investigativo , señaló el coordinador del Estudio Integral de la Coca, Marco Antonio Ayala.

Se trata de “un estudio técnico e inédito a nivel mundial” (de  entre 6.000 a 7.000 hojas), destacó Ayala en la televisora Cadena A. Inédito en el sentido en que el tema no se lo ha encarado desde las distintas perspectivas que contiene el trabajo, desde la producción hasta el consumo final de la hoja de coca.    

Los ocho estudios financiados por la Unión Europea se refieren, entre otras cosas, a productividad media, el tema cultural, los márgenes de comercialización, los mercados y consumidores y perfiles de consumidores. En el caso de los seis llevados a cabo con recursos del Tesoro General de la Nación (TGN), abarcaron básicamente la actividad económica, el comercio en fronteras, un mapeo de información, y la indagación sobre algunos establecimientos económicos incipientes que están empezando a transformar hoja de coca. Se calcula que todo el trabajo costó $us 2.000.000

Pese al amplio abanico de temas abordados, Ayala reconoció que en el estudio apenas se roza la llamada industrialización de la hoja de coca.

La base de datos, el “cuadro” de las 55.000 filas por 470 columnas, sobre todo servirá a los investigadores, pues con ello se pueden ejercitar innumerables cruces de variables con determinada finalidad.

Ayala aclaró que el estudio principalmente persiguió saber cuánta población consume hoja de coca, para qué la demanda, el volumen estimado y el factor medio de rendimiento de la tierra , para de ese modo determinar la superficie aproximada del cultivo.

De aquí que, por metodología, no se haya indagado por ejemplo sobre una de las interrogantes más comunes de la opinión pública: cuánto se consume del Chapare de Cochabamba y cuánto de los Yungas de La Paz.

Ayala precisó que se trató de una encuesta y no de un censo. En este sentido, expresó su esperanza porque el Censo Agropecuario que actualmente realiza el Instituto Nacional de Estadística (INE) dé mayores luces sobre el cultivo de la coca.

El investigador ratificó que mañana el estudio será socializado con la Unión Europea, el primer financiador.