El excandidato a la presidencia de Chile, Marco Enríquez-Ominami, afirmó ayer que el exmandatario de su país Sebastián Piñera “fue arrogante con Bolivia”, mientras que el gobierno de Michelle Bachelet cambió de tono y puede abrir una mesa de diálogo para resolver el centenario conflicto marítimo que mantiene enemistados a ambos países.
“Sebastián Piñera hizo algo que a mí me parece espantoso, que fue de una arrogancia infinita a un país pequeño y fue paternal con un país grande y ese país grande, que es Perú, nos ganó en La Haya; entonces, Sebastián Piñera, él es fuerte con los débiles y frágil con los fuertes”, dijo el político.
En el caso de Bolivia, Enríquez-Ominami consideró que Chile tiene todas las condiciones para desactivar un nuevo proceso en La Haya abriendo el diálogo y evitando dichos “improductivos” como los del canciller chileno, Heraldo Muñoz, que calificó la demanda nacional de “artificiosa y carente de fundamento jurídico”.
“Por lo menos la Presidenta ha cambiado el tono, ha sido mucho más respetuosa” con Bolivia y es perfectamente posible “saltar La Haya” si el gobierno progresista de Bachelet, “en un acto de audacia que le daría el Premio Nobel, por demás estoy seguro, de la Paz, le dice mar disponible, tenemos 8.000 kilómetros. El problema es otro, es que Perú se siente a la mesa (…)”, afirmó.