El presidente Evo Morales informó en el G77+China que su administración expulsó al embajador de Estados Unidos, por injerencia en asuntos internos, y sostuvo que está “muy contento, muy feliz” por la ausencia de ese nivel de representación diplomática. Reiteró la advertencia al país del norte de que habrá un segundo Vietnam si persiste la agresión a Venezuela.
Morales intervino en la plenaria después de que su colega de Venezuela, Nicolás Maduro, concluyera su discurso, en la que denunció la presión del imperio contra su administración y reivindicó la soberanía de su país.
“Ahora no hay por qué pedir permiso de la embajada de Estados Unidos, además de eso no tenemos embajada, muy contento, muy feliz porque los indígenas hemos sido víctimas de los distintos imperios”, afirmó tras recordar que cerró una base militar en el Chapare tras asumir el mando de Bolivia, en 2006.
La administración boliviana expulsó en 2008 al entonces embajador Philip Goldberg y posteriormente a las agencias DEA y Usaid. Ambos países trabajaron en la redacción de un nuevo Acuerdo Marco, pero pese a ser rubricado las relaciones bilaterales, a nivel de embajadores, no fueron restablecidas.
El presidente expresó su apoyo a su colega Maduro y advirtió a Washington con una segundo Vietnam en América Latina de persistir con acciones en contra de Venezuela.